2

8.8K 598 988
                                    

—Hola Noa— su voz ronca me hace soltar un pequeño jadeo.

Me dedica una sonrisa. Me obligo a cerrar la boca. Es la primera vez que nos veíamos desde a finales del año pasado en navidad y no me puedo creer que haya cambiado tanto desde esa vez.

—Austin... Esto, madre mía cómo has cambiado— le doy otro rápido repaso y apartó la mirada de él, haciendo que su sonrisa sea más amplia con un toque de picardía—. Pensaba que vendrías en Julio.

—Ya he acabado la universidad, acuérdate, por lo que tengo todo el verano libre.

—Cierto, ¡Felicidades! No pudimos estar en tu graduación, así que te felicito ahora.

—Gracias morena.

Le miro a los ojos, era la primera vez que me llama de ese modo desde la última vez— cuando éramos más pequeños—, y él bien lo sabe. Siento un pequeño cosquilleo en mi estómago y maldigo en mi cabeza.

—Bueno, yo me voy ya con tu hermana, que me está esperando, nos vemos abajo.

—Claro.

Recorro el pasillo, sintiendo su mirada clavada en mi espalda, y llamo a la habitación de mi mejor amiga, quién grita desde el interior un "pasa". Su cuarto es algo parecido al mío, solo que para entrar a la terraza está en la esquina de la izquierda y a su derecha está la puerta para el baño. La cama junto con el tocador y el armario está colocada de la misma forma que en la mía.

La única diferencia ahora es que toda su cama está llena de ropa y algunos cuadernos del curso que se está sacando para trabajar como organizadora de bodas.

—Amiga del alma, ¿Puedes ayudarme?— junta sus manos, rogándome.

—¿Que has estado haciendo todo este rato? A mí me ha dado tiempo para colocar todas mis cosas.

—Puede ser que me haya entretenido un poco con Pinterest buscando decoraciones de bodas y todo ese rollo— niego con la cabeza y me acerco a ella para ayudarla.

Tardamos un buen rato en ordenar todo, pero el trabajo dividido entre dos siempre se va mas rápido. Salimos de su habitación y nos dirigimos hacia las escaleras para ir al salón.

El salón es bastante amplio, nada más entrar, en la pared de en frente se encuentra con un amplio televisor. Una mesa pequeña blanca en el centro y a su alrededor cuatro sillones de diferentes longitudes.

Somos las últimas ya que todos están sentados en los sillones y nos observan acercarnos para sentarnos en unos bastante cómodos sofás.

—Estabais tardando mucho, pensábamos que os habías perdido— bromea mi padre.

—Tranquilo Harry, Noa había terminado antes y vino a ayudarme, aunque más bien la secuestre— habla mi mejor amiga a mi lado—. Aunque con lo grande que es la casa, no descartes de que nos perdamos—continua siguiéndole la broma a mi padre.

—Os hemos dicho que bajéis cuando terminéis de ordenar para hablar un poco de lo que vamos a hacer este verano— comienza mi madre.

—Ya sabéis cómo son vuestras madres, que las encanta tener todo organizado y ordenado, por lo que ha sido idea de ellas— Peter al decirlo, recibe dos pares de miradas, por lo que se queda en silencio, intimidado.

—Pues si mi madre hubiese entrado a mi habitación se habría puesto como loca al ver todo el desorden, yo creo se vería igual a cuando los monos se alteran— susurra Adela para que solo yo pueda escucharlo, suelto una carcajada.

—Por el momento solo queremos deciros que esta tarde y todo el día de mañana sería un descanso y tendríais vía libre para ir a donde queráis, ya que nosotros tenemos que terminar algunas cosas de nuestro trabajo— continúa mi madre.

Conquistando a Austin✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora