𝐊𝐀𝐏𝐈𝐓𝐓𝐄𝐋 𝐅𝐈𝐑𝐄

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Diana despertó a la par del sol, se dio un baño y rápidamente escapo de sus aposentos. Por la noche después de que los Asgardianos se retiraran, Hipólita intento hablar con su primogénita, pero esta se negó nerviosa mientras oía los gritos de su tía, quién no paraba de maldecir el nombre de Odín y atacar la propuesta.

La morena miraba su pueblo desde un punto alto, con un racimo de uvas entre sus piernas. La envolvía la idea de casarse, las palabras del padre de todo el rostro de su familia, el silencio de Thor y la lastima de Loki. Había la posibilidad de que se viera obligada a aceptar, Odín ni siquiera considero una respuesta negativa, "...esperamos tu afirmación en las olimpiadas", no era una posible declinación, la decisión ya estaba tomada para el dios, solo querían escucharlo de Diana para no parecer ellos los malos, no pasaría, nadie ni ella misma lo permitiría.

Sus pensamientos fueron invadidos cuando el puente de colores estaba por aterrizar en dónde ella se encontraba, bajo algunas escaleras para evitar ser arrojada y cuando alzó la vista se encontró con un rubio de ojos azulados.

—¿Qué haces aquí? Si mi tía te ve va a matarte —alega la joven aun en el suelo.

—Sería una lástima, aunque yo no me daría mucho de su valioso tiempo — Diana lo observa confundida y segundo después sonríe.

—Ahora el príncipe no se considera valioso, que sorpresa, siempre has sido un poco fastidioso

—Yo diría arrogante pero las cosas cambian, mi querida Diana — la pelinegra lo miró con los ojos entrecerrados, algo andaba mal con "Thor".

—Para ser el dios del engaño deberías practicar un poco más.

—No sé de qué estás hablando — él ni siquiera se inmutó. —Loki está en el palacio...

—Claro —murmuro con sarcasmo. — Thor no pondría un rayo aquí sin acompañante.

—Han sido órdenes de mi padre. Diana, juntos podríamos... —fue interrumpido por la princesa.

—Dile a Odín que dicha decisión ya está tomada, no necesito que ningún hijo suyo venga a persuadirme

Diana se puso de pie y descendió la colina por las blancas escaleras en silencio.

—Dulce Diana, ni siquiera me dejaste intentarlo... —susurro para sí mismo con una sonrisa maliciosa — Mejor para mí.

—¿Vienes o esperas a que te maten? —Dice la chica dándose vuelta hacia el heredero.

—Dos Lokis son mejor que uno, ¿no crees? —ríe tras de ella. —Vamos Diana, estas atrasada para tu entrenamiento

La castaña mira hacia ambos lados con sorpresa al ver una réplica del pelinegro. —¿Cómo hiciste eso? —este solo le guiño y siguió cuesta abajo sin prestarle atención.










(...)













El entrenamiento de esa mañana fue de las sesiones más severas que pudo tener, varias amazonas presenciaban el entrenamiento y unas pocas intervenían lanzándole flechas, Diana para defenderse también tenía un arco con cual atacar, una de ellas envió una lanza en su dirección, igualmente fue esquivado por la guerrera. Diana miro a su tía por unos segundos, y esta le hizo una seña para mirar a su madre, que se acercaba desde lo más alto junto a Loki, ambos montados en sus respectivos corceles.

De reojo vio a una mujer acercándose velozmente para atacarla, la combatió y de igual manera ataco a la amazona que iba a tirar del arco, derribándola con su escudo. Tomo una de los lazos y tiro de la tercera que se aproximaba, llevándola al suelo con todo y espada, la cual Diana tomo para enfrentar a la siguiente mujer que le proporciono un golpe con el mango de su hacha en la mejilla de la princesa, aturdiéndola, Hipólita y Loki permanecieron alertas a que la chica cayera al suelo pero no paso, cuando la morena iba a volver a atacar Diana pareció reaccionar y volvió a combatir, dejándola desarmada a los pocos segundos, apuntando hacia ella.

𝐓𝐇𝐄 𝐎𝐍𝐋𝐘 𝐄𝐗𝐂𝐄𝐏𝐓𝐈𝐎𝐍 | LOKI LAUFEYSONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora