𝐊𝐀𝐏𝐈𝐓𝐓𝐄𝐋 𝐒𝐈𝐗

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Las amazonas se encontraban fijando los últimos detalles en sus armas por si a Odín se le ocurriese pisar la isla, Loki había marchado hacia Asgard una vez que Diana partió pero retorno a la isla una vez salió el sol, en ese momento ató los últimos nudos sueltos antes de volverse a la reina de la isla.

—Ellos no merecen ser salvados, si han cometido crímenes y atacado a su propia gente no lo merecen —dijo la reina en un tono ácido mientras ensillaba al caballo blanco.

—No la detendrá, Diana hará algo al respecto, aunque la lastimen en el proceso

El pecho de la mujer se alzó llenando sus pulmones del aire puro, lo miró determinada y habló

—Evitaras que lo hagan

— ¿A qué se refiere?

— Los alcanzarás, pídele a Heimdal que la encuentre y acércate, camúflate entre esos bastardos y ayúdala en lo que necesite

— Mi padre me envió a Vanaheim con la excusa de la paz, me quería lejos para que Diana conviviera sola con Thor y estar a toda disposición de las nupcias. Creo que ahora le tomaré la palabra, me tendrá muy lejos. ¿Puedo preguntarle una cosa? —Hipólita asiente. — ¿Por qué me envía? Su hermana no confiaba en mí para ir con Diana, pero usted...

—Admito que me arriesgo a ser traicionada – contestó. – pero lo preocupado que estabas cuando viniste a mí para formar un plan en pro de Diana me hizo pensar que tampoco querías eso para ella, no sé si sea por beneficio propio u otra cosa de la cual yo no esté enterada pero con que residas a favor de ella es suficiente para mí – argumentó con la vista intacta en su caballo, no le estaba mintiendo. Loki había llegado a ella con un semblante preocupado y se sintió avergonzada de escuchar el plan que tenía, con ajustes coherentes aceptó, Hipólita realmente estaba convencida de hacer lo que fuera por su hija para que no contrajera nupcias con el primogénito de Odín.— Tienes que irte lo antes posible, ella y el soldado ya deberían haber llegado

—La traeré a casa después de que padre se rinda, lo prometo — Loki trató de sonar inocente, con una sonrisa amigable alzó la mano en forma de juramento.

— No — exclamó decidida. — Júrame que ninguno volverá a menos que sea de vida o muerte, sería como volver al pasado y eso los distraerá del futuro...

No lo dudó y pensó por un momento en tomar ventaja de aquello, pero no estaría completamente seguro de hacer algo hasta ver a Diana y lo que pasaba a ciencia a cierta en su entorno. Sin más que decir se inclinó brevemente en despedida hacia la reina y marchó con pasos apresurados a la colina, respiró profundo antes de pedirle a Heimdal regresarlo a casa.

Mientras cruzaba, pensó en Diana.

Oh, la dulce Diana

¿Dónde estará?

¿El soldado estará mostrándole el mundo como una vez quiso hacerlo él?

¨Aj¨, eso le había parecido tan cursi que río avergonzado, era joven e inexperto para pensar o aclarar que sentía hacia Diana, Loki entendía que era su única amiga verdadera, ella le permitió conocerla desde que lo defendió de Thor sin haberlo visto alguna vez. Creía que Diana había entrado en él, como el vino que tomaba a escondidas, recorriendo cada parte como la sangre en sus venas, por eso una parte de Loki quería verla en libertad pero otra le decía que la quería para él, muy en el fondo.

El pelinegro no había soportado la noticia de las nupcias y mucho menos la tan directa coronación de su hermano, esa noche no durmió, ni las siguientes. Lo carcomía la ansiedad de que todo saliera bien, llego a Hipólita comentando lo planeado y tuvo paz cuando le dio el sí a pesar de la sonora carcajada que soltó Antíope, por eso cuando la asesinaron no se sintió tan mal, ella siempre desconfió de Loki pero bueno, hasta él sabía que tenía algo de razón al hacerlo. Sus pensamientos cesaron cuando tuvo los pies en el observatorio, frente a sus ojos estaban Heimdal y su madre, esta última sentada con un semblante de calma. Loki maldijo en su interior.

𝐓𝐇𝐄 𝐎𝐍𝐋𝐘 𝐄𝐗𝐂𝐄𝐏𝐓𝐈𝐎𝐍 | LOKI LAUFEYSONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora