Kim Yugyeom mordió sus labios resecos, pasó sus manos húmedas por sus pantalones e intentó no mover demasiado sus pies, pero era imposible no estar nervioso. Park Jinyoung lo había invitado a una función, la última del año.
— ¿Eres Yugyeom? —preguntó alguien detrás del chico alto y aterrado.
—Sí...
—Ah, si eres lindo. Soy Kim Wonpil, amigo de tu novio.
Yugyeom se sonrojó. —No es mi novio.
—Aun. Como sea, vamos, la función casi comienza.
Ya casi acababa su año universitario, donde habían pasado millones de cosas, altos y bajos. Conoció a un sinfín de personas agradables y desagradable y lo más increíble de todos, conoció los sentimientos de estar enamorado.
Park Jinyoung sería siempre el primer amor de Kim Yugyeom, él aceptaba y temía que no fueran almas gemelas que debían conocerse, pero no le importaba tener que llorar noches por el dolor de dejar a Jinyoung.
Dios que enamorado estaba él, no sabía cuantas veces suspiraba al día y había perdido la cuenta de las veces en las que había llamado bonito a su bonito hyung. Ni siquiera recordaba la cantidad de besos que se habían dado el día anterior después de las tutorías que el menor ya no necesitaba.
— ¿Te encuentras bien? —Yugyeom asintió—. El baño está al final del pasillo... ¡Sungjin! —gritó agitando sus manos para que la persona que llamaba lo viese—. Viene mi futuro novio, así que te suplico no vomites mi ropa, estuve tres horas buscando algo bonito.
—Si... no te preocupes.
El hombre que llegó al rato saludó a ambos y se acomodó junto a Wonpil, quien reía de todo lo que Sungjin decía.
Yugyeom no podía no envidiar esa escena, él también quería pegarse a Jinyoung como una lapa y no soltarlo jamás de los jamases.
La función terminó con aplausos y aclamaciones hacia los actores. Jinyoung no había apartado la mirada del lindo chico que lo miraba con lágrimas de emoción en sus lindos ojos.
—Tu actuación fue maravillosa, Jinyoung —le dijo Wonpil sin soltar el brazo de Sungjin—. Más tarde te llamo... ahora iré a comer algo con Sungjin hyung... nos vemos, adiós Yugyeom. ¡Trata de no vomitar!
Jinyoung rió despidiéndose de su amigo y volvió su vista al menor, quien parecía atrapado en un mar de dudas y miedos.
—Iré a cambiarme y luego vamos a comer algo, muero de hambre.
—Sí, hyung —le dio un beso fugaz, luciendo como un pequeño cachorro asustado.
Yugyeom esperó pacientemente por veinte minutos, Jinyoung lucía tan hermoso como siempre. —Oh mierda, olvidé las flores... lo siento hyung.
—No te preocupes, estoy feliz de que hayas venido. Quería verte.
—También quería verte.
Volvieron a besarse.
Caminaron sin rumbo fijo cerca de la universidad, en silencio. Yugyeom disfrutaba del calor que Jinyoung tenía y del rico perfume que traía el mayor.
Se sentaron en unas bancas que estaba debajo de un foco en mal estado.
—Te veías precioso, hyung. Aunque tú eres precioso siempre...
— ¿Por qué estás tan nervioso, pequeño cachorro? —rió Jinyoung pellizcándole la mejilla.
—Es que te ves precioso y me pongo nervioso.
—Pero no recuerdo que ayer, mientras me manoseabas estuvieses nervioso por mi belleza.
Yugyeom se sonrojó y lo miró directamente. —Hyung, por favor. Creo que me voy a morir.
—No seas dramático.
— ¿Dramático? Lo dice el actor.
—Cállate —le dio un golpe en el hombro de manera juguetona.
Yugyeom le sujetó la mano y la puso en su pecho, provocando que sintiera como el corazón de Yugyeom corría veloz cual caballo.
— ¿Pasa algo?
—Quiero preguntarte algo... pero no sé si es demasiado rápido y me estoy muriendo...
—Adelante.
Con un par de respiraciones para calmar a su alocado corazón, sujetó a Jinyoung poniendo ambas manos en sus mejillas. Ahora Jinyoung estaba nervioso.
—Hyung... nos conocimos de una manera alocada y creo que ilegal, me llamaste pervertido varios días y me hiciste escuchar como tenías sexo mientras acordábamos nuestra cita de estudio. Pensaste que estaba pidiéndote clases de "tutoría" y casi me morí en ese lugar cuando entendí la referencia... no malinterpretes lo que estoy diciendo, no me estoy quejando en absoluto... pero nuestra manera de acercarnos fue graciosa y tú eres hermoso con cada una de sus letras.
Jinyoung rió, pero no pudo decir nada.
—Sé que soy un tonto, tal vez algo pervertido y amo mucho tocar cada parte de tu rostro y quizás manosear ese lindo trasero que tienes —Jinyoung le dio un golpe—. No sé si esto dure mucho tiempo o solo sean meses, días u horas... pero quiero decirlo y confesarme, quiero dejar de sentirme presionado por mi corazón que lo único que quiere es amarte por mucho tiempo. Quiero besarte a cada minuto que te miro o que pienso en ti, deseo abrazarte todo el tiempo del mundo y acariciar ese lindo cabello que tienes.
Las lágrimas de Jinyoung corrían por sus mejillas mientras oía cada palabra que el menor decía.
—No prometo dejar de ser un tonto, pero puedo prometer amarte todo lo que me permitas. Quiero que nos protejamos y que nos amemos mucho tiempo —Yugyeom también comenzó a llorar—. Y es por eso, que aquí, en esta banca que está algo quebrada, después de haberte visto actuar y hacerme llorar por la muerte de tu personaje... ¿puedo ser tu amor, hyung?
Jinyoung asintió mientras se acercaba a sus labios y lo besaba dulcemente.
—Por supuesto, cariño. ¿Puedo ser el tuyo, Yugyeom?
—Sin duda alguna, hyung bonito.
Los besos dulces llenos de lágrimas saladas sellaron la promesa que habían hecho en aquella banca algo quebrada, debajo de un foco malo y acompañados de una estrellada noche en las frías calles de Seúl.
No sabían cuanto durarían, no sabían si eso los llevaría a un final feliz como en los cuentos de hadas, pero querían intentarlo.
Porque las piernas largas y bonitas de Lee Taemin y las "tutorías" de Jinyoung no se interpondrían en esa linda pareja que se había prometido un amor, quizás no duradero, quizás no hasta el final de sus vidas, pero ese gran sentimiento estaba en los corazones de ambos como un recuerdo de lo bonito que el amor podía llegar a ser.
—Te quiero, pervertido.
—Te quiero, tutor pervertido.
ESTÁS LEYENDO
El tutor /Jingyeom
FanfictionYugyeom necesita urgentemente de un tutor, la clase con el señor Lee le está costando su beca y sus padres ya le advirtieron que lo llevarían de vuelta a casa si no subía sus notas. Jaebum, su compañero de cuarto y próximo a graduarse le da el númer...