Capítulo 7 "Jinyoung admítelo"

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Jinyoung despertó junto a Yugyeom, quien dormía plácidamente con sus brazos alrededor de la cintura de Jinyoung. El mayor lo miró desde abajo, admirando cada parte del rostro de Yugyeom como si fuera una obra de arte. «Bueno, prácticamente es una obra de arte digna de un monumento, pero jamás oirán eso salir de mi boca», pensó el mayor aun con sus ojos fijos en el lindo lunar del menor que se posicionaba debajo de su ojo.

Estuvo por lo menos media hora casi aprendiéndose de memoria todo el rostro de Yugyeom. Ni siquiera tenía noción del tiempo, pero sabía que era demasiado temprano para estar enamorándose de un "pequeño idiota pervertido".

—Debo irme... —susurró, intentando levantarse de la cama.

Los brazos cálidos de Yugyeom lo apretaron más y el menor puso su mentón en la cabeza de Jinyoung para más comodidad.

—Yugy... debo irme —susurró otra vez, intentando despertarlo, sin obtener resultados.

Al final, se rindió y volvió a dormirse.

—Hyung —Jinyoung sintió que alguien lo movía. Abrió los ojos con miedo, estaba algo desorientado y pensó que estaba en la casa de algún idiota, pero cuando despertó bien, se dio cuenta de que Yugyeom estaba frente a él con una taza de café en la mano—. Buenos días hyung... como no sé tu horario no sabía si debía despertarte. Aunque es temprano, no te preocupes.

Jinyoung le sonrió asintiendo. —No tengo clases hasta dentro de dos semanas más.

— ¿Estás de vacaciones o algo así? —le tendió la taza de café y se sentó mirándolo fijamente.

—No, baboso —Jinyoung sintió sus mejillas cálidas, la mirada de Yugyeom estaba fija en él—. Me suspendieron por mal comportamiento, como te dije, estuve a segundos de ser expulsado.

—Hyung, sé que no es mi asunto, pero me gustaría que siguieras siendo mi amigo, así que te pido por favor. Deja de pelear con los chicos con los que te acuestas...

El mayor sintió que un balde de agua helada pasaba por su cuerpo. Por supuesto que Yugyeom sabía lo que él hacía, se habían conocido cuando Jinyoung estaba "trabajando" con uno de los chicos, pero, aun así, se sintió mal. El estomago se le retorció y quiso vomitar.

— ¡Perdón hyung! No me meteré en tus asuntos... yo... es que tú... —Jinyoung no sabía que rostro le había hecho a Yugyeom para semejante reacción, pero negó, restándole importancia—. Enserio me importas hyung. Yo... sé que llevamos poco tiempo siendo amigos y que nuestra manera de conocernos es algo peculiar, pero realmente no quisiera perderte por algo como eso y estoy seguro que si te llegasen a expulsar no volvería a saber de ti nunca más —Yugyeom era tan expresivo que su rostro hizo que Jinyoung comenzara a llorar por la angustia.

—Lo siento, Yugyeom... —dejó la taza de café en la mesita de noche de Yugyeom—. Yo no soy una persona adecuada para ti... deberíamos dejar de tener tutorías... deberías conseguir a alguien mejor...

—No... hyung no quiero...

—Es lo mejor para todos, sobre todo para tu reputación —Jinyoung secó sus lagrimas y le acarició el rostro a Yugyeom—. Cuando te gradúes podremos volver a ser amigos y salir...

—No sé de que hablas, yo no quiero dejar de estar contigo. ¿A quién le importa la reputación? Eres mi amigo y eso es todo lo que importa, nadie más, solo tú y yo.

Jinyoung puso su cabeza en el pecho de Yugyeom, oliendo el delicioso perfume que ya no volvería a tener cerca. —Perdón, Yugyeom.

Con dolor, se levantó de la cama intentando huir, pero el menor le sujetó la mano mirándolo con tristeza. —Hyung.

—Es lo mejor para ambos... —Jinyoung le acarició el cabello y se soltó suavemente del agarre—. Gracias por ser mi amigo, Yugy bonito.

Yugyeom negó mientras su rostro se contraía.

—Adiós.

Pasó un mes antes de que Yugyeom pudiese saber algo del lindo hyung. Mark le había dicho que lo había visto muy feliz de la vida con un chico mayor, quizás un ayudante de algún profesor. No lucía para nada triste y la luz de sus ojos irradiaba. Por supuesto que el menor se sintió bien por saber que al menos estaba bien, pero él se sentía raro, lloraba por las noches porque Jinyoung ni siquiera respondía sus mensajes y no comía lo suficiente. Parecía que estaba pasando por una ruptura, pero solo eran amigos, ¿cómo era posible que se sintiera de esa manera?

Jinyoung quizás estaba peor que el pobre Yugyeom, ya que esa imagen de "no tengo sentimientos, dame dinero y te haré una mamad..." era solo un espejismo. Se sentía como un niño que había perdido el camino de regreso a casa. Cada día pasaba sus noches con distintos idiotas, se embriaga y tenían sexo, pero no sentía nada. Su mente seguía pasando la imagen de Yugyeom llorando mientras este huía de sus sentimientos.

Porque sí, Park Jinyoung. El mismísimo Park Jinyoung estaba enamorado del menor y no quería admitirlo.

Nunca había tenido ese tipo de sentimiento hacia nadie, ni siquiera por su primer novio. Jamás le había importado una ruptura o palabras de odio por no amar a sus parejas lo suficiente.

Pero ahora todo era distinto y él lo sabía.

Extrañaba cada parte del menor, cada sonrisa, cada sonrojo y risa, el delicioso aroma que siempre tenía y ese precioso lunar que amaba admirar cada vez que Yugyeom lo miraba directamente a los ojos.

—Jinyoung... —alguien lo llamó desde lejos—. ¿estás vivo? ¿Puedes una última ronda antes de ir a clases?

Jinyoung salió de su trance y vio a algún idiota que le meneaba un condón en la cara.

—Te saldrá el doble de lo de anoche, porque estoy cansado.

Se había dormido en el sofá del idiota, pero solo porque lo habían drogado.

—Está bien para mí. Quiero volver a sentir ese delicioso trasero tragándose mi enorme pene.

—Sí, lo que digas.

No lo admitiría, jamás le diría, porque no se merecía tener a un ser tan puro como Yugyeom a su lado, menos con la reputación que tenía.

Jinyoung ni siquiera prestó atención a lo que le hacía el otro chico y minutos más tarde se marchó con el dinero que le debía.

—No lo merezco, ni siquiera debería respirar su mismo aire... debería irme y perderme en algún lugar...

Yugyeom no se dio cuenta, pero el mayor sí.

El menor pasó muy cerca de Jinyoung, con la cabeza baja y con enormes ojeras, lucía más delgado y la sonrisa que alguna vez le vio en ese lindo rostro no parecía bienvenida.

—Yug... —no pudo decir nada porque alguien detrás de él lo acorraló a la pared.

—Si vas a dejar de hablarle, hazlo para siempre. No vuelvas cuando quieras... acabas de verlo, ¿no es así? Así es como lo dejaste después de evitarlo durante tanto tiempo. Déjalo en paz si quieres dártelas de "buena persona" por querer alejarte.

—No es...

— ¿No es qué cosa? ¿Acaso no le rompiste el corazón por qué te daba vergüenza tu pasado?

—Sí, pero...

—Pero nada, Park Jinyoung. Si no quieres seguir siendo su amigo dilo simplemente, pero si vas con la excusa de que "es lo mejor para él" debiste pensarlo antes de acercarte tanto.

—Jackson...

El tutor /JingyeomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora