38- Balance.

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Los cristianos debemos entender que en nuestra vida debe haber un balance, que aunque servir en la congregación es muy importante y a Dios le agrada que lo hagamos, no lo es todo. Para cantar, en el mundo también cantan, para danzar, en el mundo también danzan, para predicar Dios hasta a una burra hizo hablar*¹.

Pero nada de esto nos va a salvar si no nos arrepentimos y convertimos día tras día*².

Como mencioné antes, sí, a Dios le agrada que prediquemos, dancemos, cantemos, que le sirvamos. Pero lo que realmente toca el corazón de Dios, es un corazón honesto que trata de ser puro y humilde delante de él, solo entonces el servicio y los sacrificios toman sentido*³.

Entendamos que es sumamente importante ser renovados día tras día, porque en un mundo tan dañado y falto de temor de Dios, nuestro corazón se ve afectado, puede ser manchado, puede desviar su atención al menos un poquito; esos poquitos si no se tratan, a la larga pueden hasta llevarnos a perder la salvación.

Esto hace indispensable que busquemos ser renovados en la presencia de Dios, pues solo en el altar (que nosotros mismos construimos con ayuda del Espíritu Santo), en la intimidad es que Dios depura estas cosas que afectan nuestro corazón en este paso por el mundo. En la intimidad, con sinceridad y humildad nos presentamos tal cual somos ante el alfarero para que él nos moldee de acuerdo a su voluntad.

Y es entonces cuando debe verse el cambio, cuando lo íntimo se ve reflejado en la vida cotidiana. Porque sabemos que en un momento dado iremos a la presencia de Dios y seremos vulnerables ante su verdad, volverá a depurar lo dañado, volverá a corregir lo desviado.
Entonces trataremos de que cuando ese momento llegue Dios vea que le damos valor a su trabajo, que cuidamos nuestro corazón y nuestra vida para servirle. Que Dios se regocije en nosotros al saber que aún en la cotidianidad lo tenemos presente, así cuando empiece a depurar será menos, y de esta manera cuando sirvamos valdrá la pena, porque vamos a reflejar una verdad.

No se puede tener una vida cristiana sin intimidad y sin verdad, pues entonces solo será una pantalla que no mostrará realmente a Dios.

Tampoco se puede tener una vida cristiana sin servicio, pues entonces solo seremos capaces de recibir y no de dar. Y es inevitable, querido lector, que cuando una persona busque en lo íntimo a Dios, de frutos en lo externo.

Recordemos: los actos no salvan, salva la fe, pero la fe sin obra es muerta.
Balance, que los actos y la fe concuerden.

*¹Números 22:28
Pero el SEÑOR hizo hablar a la burra, y ella le dijo a Balán: —¿Se puede saber qué te he hecho, para que me hayas pegado tres veces?

*²Hechos 3:19
Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio,

*³Salmos 51:17
Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado;
Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios.

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