Mamá y papá me llevaron al auto. No podía dejar de llorar, era como si yo ya no tuviera control alguno sobre mis emociones y mi cuerpo. La agonía me consumía poco a poco. Mis padres trataron de consolarme y hacerme sentir mejor, pero no lo lograron. Todo el camino hacia casa llore como si las lágrimas no se acabaran nunca. Me puse los auriculares para olvidarme de todo por un momento y comenzó a sonar The one that got away de Katy Perry. ¿En serio? Vaya que al destino le gustaba jugar sucio. A pesar de que la letra me hizo sentir peor, no quite la canción. De hecho la repeti una y otra vez hasta que casi la memorice por completo. Las únicas diferencias entre lo que decia la canción y lo que pasaba en mi vida eran dos cosas:
Numero uno: Oliver y yo aun eramos muy jóvenes.
Numero dos: Oliver no se fue porque quisiera hacerlo.
Cerré mis ojos y me deje llevar. Siempre me habia gustado imaginar cosas que nunca pasarían, por ejemplo, que el auto podía teletransportarme a cualquier lugar que quisiera. Es tonto, lo se. Y peor era la desilusión de abrir los ojos y ver que sigues en el mismo lugar.
Ese día al llegar a casa, no quise hablar con nadie y fui directo a mi habitación. Cerre la puerta con llave e inmediatamente intente llamar a Oliver miles de veces aun sabiendo de su celular roto. Estaba desesperada. Y por una u otra razón tenia la esperanza de que me contestara. No fue así.
Fui a la cama y me tape completa con todas las cobijas que tenia. Seguí llorando hasta quedarme dormida y cuando desperté, era un desastre. Olía a humedad, mis ojos parecian dos bolas de carne enormes por la hinchazón, y por si fuera poco mi nariz comenzo a sangrar. Tome un pañuelo y me limpie hasta que la hemorragia paro. En ese momento, me invadió un terrible dolor de cabeza, fui por aspirinas y regrese a mi cama. Ya era tarde para ir a la escuela de todos modos.
Pasaron algunos minutos y escuche gritos en el pasillo. Me levante lo mas rapido que pude, abrí la puerta y lo que vi hizo que la poca energía que me quedaba se esfumara. Alice. Alice estaba tirada en el suelo. Ahí me di cuenta de lo delgada que era en realidad porque mamá fue capaz de levantarla sin ningun esfuerzo. Papá no estaba, ya que le habia tocado entrar temprano al trabajo. Me quede inmóvil, solo mirando sin saber que hacer hasta que mi mamá me grito.
-- Rose!! Ayudame!! Busca las llaves del auto y traelas!!!
-- Mamá, que esta pasando?-- Grite entre lágrimas.
Mamá no respondió y vi como sus ojos se cristalizaban. Busque las llaves y en ese momento Dylan se despertó.
-- Rose ¿Que pasa?-- Dijo adormilado.
-- No hay tiempo Dylan, vámonos.-- Dije tomandolo de la mano mientras lo jalaba conmigo.
-- Pero estoy en pijama... ¿Y la escuela?-- Gimoteo.
-- Dylan, eso no importa ahora!!! Alice esta mal!! Nos necesita!!!- Grite.
Dylan me observo con los ojos muy muy grandes y no dijo nada, apretó mi mano y corrimos hacia el auto. Mamá ya estaba dentro con Alice.
-- Subanse atrás. Rápido.-- Ordeno.
Dylan y yo obedecimos y nos subimos. No dijimos nada en todo el camino, pero era preocupante ver que Alice no despertaba. Me sentia mal. Muy mal. Abrí la ventana del auto y vomite. Supongo que fue una consecuencia de mi estado mental. Dylan me miro preocupado y empezo a llorar.
-- Tranquilo pequeño. Estoy bien, solo estoy un poco mareada.-- Dije acariciando su cabello.
El me sujeto la mano muy fuerte y se recargo en mi brazo. Se quedo dormido al instante.
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Visiones de amor ✨✔
Teen Fiction¿Te has dado cuenta de que conforme creces y experimentas, tu visión del amor se vuelve diferente? Rose es una chica común y corriente que desde pequeña le ha gustado mucho el romance. Niñez, adolescencia, adultez. Veremos como su vision del amor ca...