IX. ORDEN DE FÉNIX

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NARRADOR OMNISCIENTE


Habían pasado los meses y los chicos se graduaban de Hogwarts, Lucius y Sirius iban a pasar su último verano con Pryxtine antes de comenzar su primer empleo y sus nuevas vidas de adultos. Lucius trabajaría en el ministerio junto a su padre aprendiendo de él, Sirius había conseguido un empleo temporal en el negocio de los Potter, consiguió una pequeña casa en el valle de Godric cerca de su mejor amigo James y su futura esposa Lily.

Sirius pasó por un gran debate en su cabeza, Dumbledore había creado la Orden de Fénix y había invitado a Sirius a unirse con los chicos, no sabía si decirle a Pryxtine, ya que esta estaba demasiado ocupada al no poder embarazarse después de meses de intentarlo. Durante todo el tiempo que pasó con ella, no habían hablado del tema de detener a Tom permanentemente de las matanzas y el temor que había provocado en los últimos años, siendo ese el motivo de la ausencia de la mujer. Pryxtine trataba de seguir con su trabajo sin meter a Sirius en esos asuntos pero cada día le costaba tener que enfrentarse a toda esa vida que no era su ideal. 

Al cabo de unos meses después de salir del colegio, Sirius se decidió, se unía a la Orden del Fénix dándole la espalda a Tom que lo recibió en su casa por dos años que al parecer nadie sabía que Pryxtine estaba con Tom, para los demás, ella seguía haciendo su nueva vida fuera del mundo mágico lejos de Londres, como ella misma se había encargado de esparcir el rumor.

Durante ese año la cabeza de Pryxtine había estado dando vueltas, se sentía derrotada al no poder concebir a pesar de que Tom la apoyaba y le decía que no importaba, la amaba y no era su obligación darle un hijo. Aun así ella deseaba tanto ser madre de un hijo propio, se creó la ilusión de madre desde que se embarazó en su noche de bodas, abandonó la idea mucho tiempo sin la ilusión de querer embarazarse nuevamente, pero ahora, era lo que ella más anhelaba y esperaba con ilusión poder lograrlo.

Pryxtine se encontraba en el despacho de Tom haciendo una lista de las personas que merecían aquellas torturas, era complicado a esas alturas, si fuera por ella, nadie moriría pero tomaba el trabajo para despejar su mente del embarazo que no lograba tener. Quitó su vista de la lista al ser interrumpida por Rosier que entró sin avisar. Pryxtine lo vio extrañada ya que se le veía agitado y todos tenían la orden de no interrumpirla a menos que sea una emergencia de muerte.

—¿Qué ocurre?— se levantó de su asiento dejando a un lado la pluma sobre el escritorio, Nagini se alarmó poniéndose a la defensiva.

—Jarper y Bellatrix está torturando a unos magos que no estaban en la lista— dijo con la respiración cortada.

Pryxtine enfureció y tomó su varita que estaba sobre la mesa.

—Llévame— camino hacia él con Nagini a su lado.

Jarper crió a su sobrina Bellatrix como a su propia hija acercandola al lado oscuro, era la unica de sus hermanas que representaría dignamente a ese lado de la familia Black aparte de Pryxtine, que no dejaban de hablar de lo bien que había llevado su vida al lado del Señor Oscuro siendo una de las brujas más poderosas e importantes. Bellatrix era una niña de cabellos negros que le fue inculcando importancia de la pureza de sangre, la chica era una mortífaga digna y modelo, era todo lo que los caracterizaba. A su corta edad, Tom, decidió integrarla al clan diciendo que su carácter serviría de ayuda ya que tenía agallas y no titubeaba sin arrepentimiento al torturar o matar a mestizos y sangres sucias.

Tomó el brazo de Rosier apareciendo en una casa, al segundo comenzaron a escucharse gritos de las personas que estaban siendo torturadas, rogaban por su vida en un desgarrador lamento mientras la risa cruel de Jarper y Bellatrix se mezclaban con estos.

ℑ 𝔟𝔢𝔠𝔞𝔪𝔢 𝔥𝔦𝔰 𝔖𝔫𝔞𝔨𝔢; 𝐓𝐨𝐦 𝐑𝐢𝐝𝐝𝐥𝐞.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora