ℑ 𝔟𝔢𝔠𝔞𝔪𝔢 𝔥𝔦𝔰 𝔖𝔫𝔞𝔨𝔢; 𝐓𝐨𝐦 𝐑𝐢𝐝𝐝𝐥𝐞.

XII. Potter Riddle

NARRADOR OMNISCIENTE

Pryxtine se sentó en la mecedora delante de su cama con el bebé en brazos esperando a que Tom abriera los ojos y le diera esa enorme explicación que no la dejó dormir por dos noches, la preocupación la estaba matando por dentro y por fuera; las noticias corrían rápido en el mundo Mágico y nadie dejaba de hablar sobre la aparición del Señor Tenebroso con la huida inesperada del bebé de los Potter.

Albus Dumbledore era el más preocupado de todos en la Orden del Fénix, tres de sus mejores aliados estaban totalmente perdidos, por más que apeló por Sirius, nada lo podía sacar de aquella celda en Azakaban, el niño que traería la paz estaba desaparecido y sus planes acabados.

Pryxtine era conocedora de cada uno de los rumores, no podía nisiquiera imaginarse en la locura que Tom estuvo pensando para hacer aquello, claro, la idea del bebé. En los periodicos solo aparecía el apellido de aquel bebé pero no el nombre, solo que comenzaba con H y eso la tenía aún más muerta de la curiosidad.

Por varias horas sostuvo el bebé en sus brazos y observaba con tantas ansias de cargar a su propio bebé.

Jugaba con las manos del bebé mientras le hablaba.

—¿Cuál es tu nombre? Tienes una mirada valiente, tu eres un gran león de corazón— las risas de bebé se hicieron presentes ante las cosquillas de la chica.

Estaba tan sumida en sus pensamientos con el bebé de sus brazos que se olvidó por un momento de Tom.

—Pryx...

La voz aspera y cansada de Tom la hizo levantarse con el bebé en brazos hacía él. Su aspecto era el de una misma serpiente. Su cabello había desaparecido, tenía una piel fría y aspera, sus dientes eran afilados y la nariz completamente se esfumó.

Aún así ella lo seguía viendo como la primera vez.

—Me debes una enorme explicación Tomas Riddle— dijo seria.

—Yo solo traté de hacer el menos daño posible, Lily Potter protegió al bebé y rebotó la maldición en mi, no tuve otra opción.

Pryxtine dejó soltar un enorme suspiro.

—¿Piensas criarlo como tu igual?

Este no tenía ni la menor idea de qué hacer con el niño, lo observó por unos segundos en los brazos de Pryxtine y soltó un cansado suspiro.

—Tal vez así no piense en matarme.

—No me parece divertido, Tom, mataste a Lily, Severus está devastado y Sirius está sufriendo una condena en Azkaban ahora mismo por culpa de Colagusano que lo inculpó.

Las palabras de Pryxtine sonaban duramente en su cabeza, había dejado a un niño huérfano por su ambición al poder y la vida larga, seguía sintiendo aquel dolor en su pecho y la debilidad recorrer cada parte de su cuerpo, necesitaba recobrar fuerzas para llevar y resolver todo, estaba a nada de nacer su primogénito y necesitaba toda la fuerza del mundo para la llegada más esperada.

—Lo lamento tanto, solo, por favor mira lo que pasó.

Pryxtine pudo ver a travez de sus recuerdos todo lo que había estado pasando por Tom desde que Colagusano llegó con aquella noticia. Vio la mirada de Tom y las palabras que pronunció cuando estaba delante del bebé que ahora yacía dormido en sus brazos, pudo ver el arrepentimiento en su mirada, Tom estaba sintiendo y eso ya era algo grande para él. Sintió piedad por el bebé y realmente no quería hacerlo.

—Me hubieras dicho por lo que estabas pasando.

—No quería mortificarte más, nada salió de acuerdo al plan.