Cap. 1: Una noticia inesperada.

589 31 9
                                    

Narra Emma.

RIIIIIIIIIING, RIIIIIIIIIIIIIIING.

Mierda. Otra vez esa puta máquina infernal.

Agarro el despertador y voy a apagarlo, pero la voz de mi madre me detiene.

-Ni se te ocurra. Levántate, ahora –dice enfadada.

-¿Qué hora es?

-Son dos horas más tarde de lo acordado. En 15 minutos te quiero abajo. Para algo te pedí que te levantases temprano, Emma. Papá y yo queremos hablar contigo.

Oh, genial.

Hablar.

Me encanta hablar con mis padres.

Nótese el sarcasmo.

Me presento. Me llamo Emma Dixon, tengo 16 años, soy como soy, y sólo lo advertiré una vez: no cambio por nada, ni por nadie.

Por mucho que mis padres lo intenten, así he salido.

Me levanto, a mi pesar.

Hago la cama lo más rápido posible y me doy una ducha.

Me pongo unos vaqueros cortos rotos, una camiseta de Vans y mis deportivas.

Me peino el pelo y lista.

Al bajar las escaleras, encuentro a mis padres esperándome.

Pongo los ojos en blanco. Por Dios, ni que estuviéramos en una asamblea…

-Qué guapa estás –dice mi madre.

Pongo los ojos en blanco. Otra vez. No es un movimiento que me guste, en serio, pero, joder, ¡en esta casa me sale solo!

“Qué guapa estás”.

“Estás ya hecha una señorita”.

“Seguro que los tienes a todos detrás”.

Entonces me miro al espejo y veo una chica con el pelo liso hasta la cintura, moreno, y un cuerpo normal. Nada del otro mundo. Lo único que me gusta de verdad son mis ojos. Son verdes, muy bonitos.

Por lo demás, nada que destacar. Entonces, agradecería a mis padres que se dejasen de esas mierdas y dijesen lo que tienen que decir porque para eso estamos aquí.

-Al grano, por favor.

Mi madre respira hondo y le hace un gesto a mi padre.

Emma DixonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora