Capítulo 19: Despecho.

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Narra Emma.


Bueno. De nuevo aquí, en la habitación 394 del internado, con Ann.


Suspiro mientras coloco la ropa en el armario.


-Estoy muy cansada. ¿Vamos a la cafetería para distraernos un poco? -sugiere Ann.


-Por mí sería genial.


Ambas salimos de la habitación y, en la cafetería, me llevo una sorpresa que no sabría cómo calificar.


Ryan, mirándome fijamente.


-Hola Emma, ¿podemos hablar?


-No tengo tiempo Brown -digo cortante.


-¿Por qué?


-No te interesa.


-Ya, claro, ahora nunca tienes tiempo para mí.


-No todos podemos sacar tiempo para tantas cosas, como tú, que fuiste capaz de estar conmigo y también de tirarte a otra -le espeto.


-Muy bien, cometí un error, pero ¿y tú? ¡Te liaste con un chico poquísimo después!


-¡No estábamos juntos!


-¡Eso no tiene nada que ver!


-¡No tienes derecho a estar celoso!


-¡Sí que lo tengo! ¡Te quiero, y eso otorga derechos! ¿Entiendes, Dixon?


-¡Haberlo pensando antes, joder!


-¡Yo cambié! ¿Y tú?


-¡También sacrifiqué cosas por intentar darte una oportunidad!


-Ah, sí, cambiaste. Cambiaste de ser buena a convertirte en una zorra, ¿no es así?


Con furia, le pego una bofetada.


-No vuelvas a decir eso. Tú eres quien me puso los cuernos, yo puedo hacer lo que me plazca. Si no te gusta, haberlo pensado antes. No te das cuenta de lo que tienes hasta que lo pierdes.


-Eso es mentira. Yo sí me daba cuenta de a quién tenía, sabía que tenía a la mujer más maravillosa del universo, y aun así no la supe valorar. Mil y una veces perdón, Emma.


-Son unas palabras muy bonitas, pero me importan una mierda -digo furiosa.


Anna está estática, no queriendo intervenir.


-Bueno... ¿entonces un pastelito de vainilla o de chocolate? -pregunta.

Emma DixonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora