Plebeyo [Obikaka]

VI

Obito estaba feliz ¡Tenía el dinero!, Lo que suponía que era suficiente para el tratamiento de su padre, al menos por este mes pero tenía un problema ¿Cómo les explicaría que tenía que irse a vivir a otro lado? Y ¿Cómo les explicaría que al lugar donde tiene que vivir era Konoha? Sabía que a sus padres está aldea en particular no era de su agrado, pero aún así no podía dejar el trabajo, tenía que cumplir con su palabra

Cuando estuvo frente a la puerta de su casa suspiro, tenía la excusa perfecta o al menos eso esperaba, abrió la puerta lentamente asegurandose de hacer muy poco ruido, después entro a la casa y cerró la puerta 

—Obito Uchiha ¿Dónde estabas? -pregunto algo enojado pero a la vez preocupado el castaño

—Ah, papá -hablo nervioso el niño peli-negro-Eh estaba en Sunagakure

—¡Shisui! -grito el mayor 

—¿Si papá?

—¿Obito estaba en Sunagakure? -pregunto el castaño

El Uchiha mayor empezó a sudar frío, ¿Acaso Shisui había estado en Sunagakure? Más importante ¿Su hermano lo cubriría?, Miro a su pequeño hermano con súplica en los ojos

—Eh si, estaba paseando por el centro -respondio el pequeño Uchiha nervioso

—¿Y que hacías pasando y no ayudándole a tu hermano? -cuestiono el Senju

—Bueno es que ¡Conseguí un trabajó formal! -respondio con rapidez, al menos estaba diciendole la verdad a su padre, aunque sea a medias

—¿En qué? -pregunto, pues el sabía lo difícil que le era conseguir un trabajó formal dentro de una aldea si no pertenecías a esta

—En construcción, me contrataron como cargador -dijo lo primero que se le ocurrió y que pensaba que sería lógico

—¿Cargador?

—Eh si, mi trabajo es llevar las cosas pesadas de un lugar a otro

—Ya veo

—Papá, sobre mi nuevo trabajo, tendré que vivir allá

—Obito, se porque lo estás haciendo y no es necesario

—Ya me pagaron -saco el dinero de su bolsillo y se lo mostró a su padre

—Obito... -El castaño no sabía que decir, miro a sus hijos y les hizo una seña para que se acercarán a el, los niños sin dudarlo se acercaron para después ser abrazados por el castaño- Gracias a los dos, realmente me ayudan mucho, me alegro de que ustedes sean mis hijos, estoy tan orgulloso

Ambos niños correspondieras al abrazo de su padre sin decir nada, aunque estaban muy felices por lo que había dicho su papá

El Senju contaba el dinero que le había dado su hijo mayor, algo no le cuadraba, era demasiado dinero teniendo en cuenta el trabajo que decía que tenía, analizo más las cosas, ¿En que clase de trabajo les pagaban tanto? Pensé en los diferentes trabajos que se podían ofrecer, pero en la mayoría se necesitaba de cierta preparación académica y aunque Obito la tenia, pues técnicamente le habían dado la misma educación que les habían dado a ellos, o en otras palabras lo habían educado como educarían a un príncipe, el no tenía ningún documento que lo probase, por otro lado estaba los trabajo de alto riesgo pero en ninguno pagan tanto, a menos que... Fuese un caballero, ahora que recordaba la cantidad de dinero que le había entregado Obito, era lo que podría ganar un caballero de rango bajo en Konoha ¿Acaso Obito? ¡No! Eso eran ideas tontas, tal vez solo le adelantaron la paga de algunos meses, soltó un suspiro y se sentó en su cama, creería en su hijo