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Cabalgaba hacia su casa, pensando en lo que había pasado hace apenas un día, estaba ¿Arrepentido?, No definitivamente no lo estaba, de hecho lo volvería a hacer, pero aún tenía un problema que lo hacía estresarse, y todo esto porque tenía la leve sospecha de que el rey los había visto, pues si los hubiera visto sería su fin, ya que lo más seguro es que le quitarán su trabajo como caballero, también cabía la posibilidad de que lo mandaran a matar y lo peor (para el) es que no podría volver a ver al príncipe, eso era lo que más le preocupaba, no quería que del peli-plata lo separaran, pues apesar de que apenas lo conocía desde hace un mes, el se había enamorado del otro

Paró el hilo de sus pensamientos cuando logro divisar su casa, bajo de su caballo, lo tomo por las riendas y camino los pocos metros que quedaban

—¡Nii san!  -grito un joven peli-negro

—¡Shisui!

—¿Cómo has estado?

—Bien, creo ¿y tú?

—Bien

—¿Y dónde están nuestros padres?

—Dentro de la casa

—Oh, bueno, iré a saludarlos

—Suerte

—¿Eh? ¿Por qué?

—Estan bastante enojados contigo Obito

—¿Por qué?

—Bueno, alguien no había venido desde hace un mes y medio

—¿Paso tanto tiempo?

—Si, de hecho querían ir a buscarte, pero tienes suerte de tene un hermano que te cubra las tontería que haces

—No son tonterías, nos ayudan a ganar más dinero

—Pero ya no lo necesitamos,hace meses que mamá mejoro

—Lo sé

—Pense que dejarías ese trabajo cuando mamá se puso mejor

—Shisui, realmente me gusta mi trabajo y ahora hay algo por lo que me quiero quedar

—Entonces tendrás que decirme que es ese "algo"

—Te lo diré después de que hable con nuestros padres

—Bueno -le quito de las manos las riendas del caballo- Suerte y si mueres pido todas tus cosas -hablo con diversión el menor de los Uchiha

Obito no respondió nada, camino con nerviosismo hacia la pequeña casa que tenía su familia, suspiro cuando estuvo frente a la puerta y con cuidado la abrió, estaba listo para los regaños de sus padres

Obito no respondió nada, camino con nerviosismo hacia la pequeña casa que tenía su familia, suspiro cuando estuvo frente a la puerta y con cuidado la abrió, estaba listo para los regaños de sus padres

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El Hatake entro a la enorme sala, miro hacia enfrente viendo a su padre y aún joven castaño ¿Que era todo esto?

—¿Necesita algo padre? -pregunto con frialdad el Hatake

Plebeyo [Obikaka]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora