VIII

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Después de lo que había pasado todo se había vuelto incómodo, o al menos para el Hatake, no podía mirar al Uchiha a los ojos, pues cada que lo hacía la sensación del roce de labios regresaba a el, y aunque no era la primera vez que alguien hacia algo como eso, era la primera vez que de alguna manera le había ¿gustado? Realmente no sabía cómo sentirse acerca de lo que pasó con el otro, también había otro tema y era que el Uchiha nunca hacía lo que decía, y esto solo le sorprendía más, pues en toda su vida nadie le había negado nada y no es que el fuera alguien malcriado y caprichoso, como muchos pensaban, realmente el era alguien amable, y no era algo que el digiera, sino, era lo que tanto los aldeanos y la servidumbre decían, pues el siempre se portaba bien con todos, excepto, con sus pretendientes y sus guardias; los primeros porque eran demasiado pesados y todo el día lo pasaban molestando, y los segundo, porque no le gustaba sentirse observado todo el día, a todas horas, el quería ser libre, era por eso que se encargaba de desharce de todos ellos, pero ¿Que pasaba cuando además de ser su pretendiente, también era su guardia? Pues ocurría todo un caos, desde que había cumplido 15 años, específicamente hace un año, los pretendientes de familias nobles se habían vuelto más insistentes, llegando al punto de pagar a los supervisores de la divisiones para que estos los recomendaran como guardias para la familia real, más específicamente guardias para el príncipe, pero el Hatake se había dado cuenta rápidamente y busco una forma efectiva y rápida para que fueran revocados del puesto, todo basto con dar una simple orden "tráeme un vaso de agua", y como lo había esperado, todos habían caído, todos y cada uno de los que habían sido asignados cayeron, o al menos hasta que llegó el... Obito Yoshida, el no había caído como los otros e incluso se había atrevido a desafiarlo, y eso sinceramente le impresionó e incluso le fascinó, pues su forma de desafiarlo le había parecido increíble,pues todo los argumentos que daba eran válidos y no solo hablaba por hablar como muchos, y había sido por eso que había despertado su curiosidad, y es por eso que ahora se preguntaba ¿De que familia noble venía? O ¿Quién era exactamente?

—Yoshida -quito la vista del libro que supuestamente estaba leyendo, volteo a ver al peli-negro, que ahora se dirigía hacia el

—¿Si su majestad? -pregunto cuando estuvo frente a la cama donde el otro estaba sentado

—¿De que familia noble viene?

—Uh, ¿Acaso el joven príncipe está interesado en mi? -se inclino hacia el otro, haciendo que el peli-plata se se hiciese hacia atrás, quedando un poco recostado en la cama

—No es eso, idiota  -hablo irritado, mientras se acomodaba mejor recargando los codos sobre el colchón, quedando así inclinado

—Entonces ¿Que es? -pregunto en un susurro mientras apoyaba su manos a un lado del cuerpo de otro, logrando así poder inclinarse más sobre el otro

—Quiero saber, cuánto pago su familia para que usted pueda estar aquí  -se enderezó un poco,quedando su pecho pegado con el del otro, y sus caras apenas separándose por centimetros

—Para su mala suerte, mi familia no pago nada, a decir verdad, yo ni siquiera aspiraba a este puesto

—¿No? -pregunto con sorpresa, entonces ¿El no había pagado nada?, ¿El no era uno de sus pretendientes?

—No, incluso le puedo asegurar que mi familia no tiene el suficiente dinero para pagar para que me dejen este puesto

—¿No viene de una familia noble?

—No, ni siquiera soy de este reino, yo no tengo reino

—¿Es así? -pregunto, pues le parecía que había escuchado de él antes

—Si

—Entonces, ¿tú eres aquel apuesto y habilidoso caballero, sin reino que por necesidad vino a pedir un trabajo en este reino? -con cada palabra que decía más iba acercando su cara a la del otro

—¿Es eso lo que piensa de mi? -dijo con una sonrisa

—Es solo lo que escuche, porque ahora que lo conozco puedo asegurar -hizo una pausa, acercándose aún más al otro, haciendo que sus narices casi se tocaran- que no hay ningún joven apuesto y habilidoso, simplemente es una persona molesta

Eso hizo que el Uchiha borrará su sonrisa y frunciera el seño,pero rápidamente relajo su expresión y volvió a sonreír

—Un príncipe de hermosas facciones y belleza sin igual, alguien carismático y amable, alguien de quien me enamoraría a primera vista -susurro acercándose más, ahora sus narices se tocaban y podían sentir el aliento del otro

El Hatake estaba sonrojado, y su corazón latía más rápido de lo usual ¿Era eso lo que pensaba el otro de el?

—Y vaya sorpresa que me lleve -volvio a susurrar, está vez sus labios estaban a milímetros de tocarse, un simple movimiento más y eso terminaría en un beso, y el Hatake estaba dispuesto a recibirlo e incluso a corresponderlo, por lo que entrecerró los ojos, esperando- cuando lo único que encontré fue a un niño caprichoso y mal criado -se alejo completamente del otro y se quedó viéndolo,tenía las mejillas rojas y los ojos entrecerrados, al parecer esperaba ser besado, pensó el Uchiha

El Hatake abrió los ojos cuando dejó de sentir el cálido aliento del otro, miro hacia arriba, dandose cuenta que el Uchiha lo miraba 

—Su alteza, si quería un beso pudo habérmelo pedido -hablo con diversión el peli-negro

El Hatake se sonrojo más y le aventó el libro que tenía en la cama

—¡Lárgate de mi habitación! -su voz denotaba suma molestia

—No puedo, pero si ya no necesita algo más, regresaré a mi lugar de guardia -camino con tranquilidad hacia la puerta y se quedó ahí parado, todo esto ante la atenta mirada del peli-plata

El Hatake se tiró a la cama y cerró los ojos, pasaron unos minutos, entonces tomo una de sus almohadas, se la coloco en la cara y grito de frustración,en ese momento escucho la risa de alguien, mierda, había olvidado que ese idiota seguía ahí

El Uchiha, soltó una risa sin darse cuenta, obviamente para inmediatamente, la actitud del joven príncipe era graciosa, sin dudas burlarse del príncipe era algo increíblemente divertido pero... El también quería ese beso, aunque no lo hubiera dicho




Plebeyo [Obikaka]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora