Plebeyo [Obikaka]

XVI

—Es una maldita broma ¿Verdad? -pregunto sumamente enojado el Hatake

—Kakashi, es por el bien del reino

El peli-plata miro con enojo a su padre y al castaño, ahora mismo los odiaba 

—¿Hay alguna forma de que este compromiso se cancele? -pregunto, pues tal vez lograría cancelar aquel "castigo"

—Eso es imposible -respondio el castaño con una sonrisa

—Lo siento hijo

—Salgan de mi habitación -ordeno el Hatake

El peli-blanco y el castaño de miraron y asintieron, después salieron de la habitación

Una semana ya había pasado desde que había dejado el reino, y cada día se sentía peor, después de todo era la primera vez que sufría por amor, además de que sabía que tal vez hubiera tenido una oportunidad

Miro el techo de su habitación, ¿Por que tenía que ser tan cobarde? ¿Por qué no pudo decirle al rey sobre su relación con el Hatake? ¡Porque era tan idiota! Si tan solo... Si tan solo hubiera sido más valiente, tal vez ahora podría estar con el peli-plata, ¡Pero no! ¡Tenía que ser un maldito cobarde!

Se sentía tan triste, tan impotente

—Joven príncipe el rey lo solicita en el comedor principal

No hubo respuesta alguna, el joven sirviente suspiro, hacia días que iba a la habitación del príncipe y este nunca decía nada, ni siquiera abría la puerta

El peli-plata miro la puerta, no iba a responder y no iba salir de la habitación, después de todo no quería ver a ese traidor que se hacía llamar su padre

Con cuidado se levantó de su cama, lentamente camino hacia el gran ventanal de su habitación, miro a través del vidrio, viendo todo el reino, viendo más allá de las murallas, ¿El Uchiha estaría bien? ¿Realmente se había ido del reino o lo habrían matado? El solo pensar en lo último hacia que su estómago de revolviera y las ganas de vomitar aparecieran