Plebeyo [Obikaka]

XI

Había pasado un mes desde que había llegado al frente de batalla, estar ahí era un trabajo fácil, ya que la mayoría de los caballeros de Amegakure no estaban entrenados correctamente, apenas podían sostener una espada y su condición física, así como su salud estaban muy deteriorada. Obito sentía pena por todos ellos, solo era pobres personas que las mandaban a morir, para este punto el Uchiha ya había matado a más de 200 personas, y aunque muchos de sus compañeros lo tachaban de inhumano y sanguinario, pero al Uchiha no le importaba, el tenía sus razones para matar a las personas, y las principales eran que no quería que lo hombres no sufrieran en los calabozos del castillo, que las mujeres no fueran violadas, que los niños no fueran usado y vendidos como esclavos., Al propio parecer del Uchiha, el era el más "humano" de entre sus compañeros

Habían pasado ya dos meses desde que el Uchiha se había ido, y con cada día que pasaba el Hatake más preocupado se encontraba, pues que en el peor escenario sabía que el Uchiha podría ya estar muerto o incluso lo pudieron haber capturado, no quería pensar en eso pero las posibilidades eran muchas, quería creer que el Uchiha seguía vivo y que regresaría en unas semanas, tal vez incluso en unos meses

El tercer mes en el campo de batalla, las tropas del reino de Konoha, ya estaban a las puertas de la ciudad principal de Amegakure, Obito estaba bien, no había sufrido ni una sola herida en el tiempo que llevaba ahí, cosa que era buena, porque el esperaba salir bastante herido, pero había sido todo lo contrario, pero eso no importaba, su general había dicho que si la batalla seguía así dentro de un mes o menos podrían regresar al reino, la sola noticia lo hacía feliz, pues pronto podría ver a su querido principito