Recuerdos Agridulces

Capítulo 2

USA prepara a su ejército para la guerra, el presidente le pide información del enemigo a lo que USA dice que no sabe por lo que el presidente le dice que no puede mandar a su ejército a México sin saber a lo que se enfrentan. USA discute con el presidente hasta que se corta la llamada. USA decide hacerlo por cuenta propia.

—Hola hermano, ¿Qué estás haciendo? — pregunta Canadá quien iba entrando a su casa.

—Oh, hola Canadá, ahorita no tengo tiempo, necesito ir a México— le dice USA sin siquiera verlo a los ojos.

—¿Y porque llevas tanto armamento? — pregunta Canadá con una sonrisa curiosa.

—Porque hay un loco suelto atacando países tercer mundistas y no puedo permitir que se salga con la suya— responde USA.

—Déjame te acompaño— dijo Canadá.

—No es necesario que vengas— le dice USA. Él se dirige a la puerta, pero Canadá le bloquea el paso con su brazo.

—No te estoy pidiendo tu permiso— dijo Canadá cambiando su sonrisa a un gesto de amenaza— Te estoy afirmando que voy a acompañarte.

—¿Por qué quieres venir? — pregunta USA con una mirada fulminante.

—Colombia me llamó. Tan solo me dijo que México se encuentra gravemente herido en el hospital y me pidió vigilarte— explicó Canadá.

—¿Por qué creen que yo soy el culpable? ¿Por qué nunca te juzgan a ti? — pregunta USA algo molesto.

—Porque yo al menos si me llevo bien con los demás— responde Canadá con una sonrisa.

—Es por ellos no conocen tu lado oscuro. Podrás engañar a los demás con esa imagen de país amable, pero yo te conozco demasiado bien, y sé que tú tienes un pasado más oscuro no tan diferente del mío— señala USA.

—Lo sé, pero el lado bueno es que tú eres el que hace que te odien. Para mí es más fácil engañarlos— señala Canadá.

—No importa lo que haga, para los demás, tú eres el país amable, mientras que yo soy el agresivo— dijo USA.

USA acepta que su hermano lo acompañe ya que no tiene tiempo de convencerlo de quedarse. Para Canadá es otro triunfo, siempre se sale con la suya gracias a la imagen que da de chico perfecto.

Desde que se independizaron, Canadá siempre fue la sombra de su hermano. Intentó destacar, pero siempre era opacado y se guardó mucho rencor contra su hermano. Pudo haberse vengado pero el mismo USA hacía más enemigos ya que se creía superior a los demás, presumiendo ser el mejor país del mundo.

Los demás países comenzaron a odiarlo a lo que Canadá aprovechó para crear esa imagen de país amable y perfecto. Los demás países se lo creyeron y nunca lo juzgaron. Aunque USA culpara a Canadá de algunas cosas, nadie creía que Canadá fuera capaz de hacer eso, a excepción de un país y era México.

Canadá comenzó a recordar aquel día en que México descubrió su verdadero ser. Todos los países discutían con USA. Canadá se fue por un café para luego toparse con México.

—Sé que fuiste tú— le dijo México.

—Disculpa, creo que me confundes con mi hermano USA— dijo Canadá.

—No lo creo. Sé que fuiste tú— dijo México— Podrás haber engañado a los otros países, pero sé que USA no pudo haber hecho eso ya que él no es tan capaz de provocar esa "catástrofe".

—¿Por qué piensas que fui yo? Si tan solo soy un país amable que jamás le haría daño a nadie— responde Canadá.

—Con el tiempo aprendí a diferenciar como una persona oculta su cruel pasado con una sonrisa fingida— explica México acercándose a Canadá— No necesitas seguir fingiendo frente a mí.

—Supongamos que crees que finjo— dijo Canadá mostrando una sonrisa burlona— ¿Qué harías si descubrieras que todo es una actuación y que soy un ser malvado?

—Diría que no me importa. Mientras solo molestes a USA, estaré bien con eso— dijo México.

—¿Qué acaso no me tienes miedo? — pregunta Canadá.

—Oye, celebró a la muerte, tenerte miedo no es nada comparado a lo que vivo cada día— responde México.

Al abrir la puerta entra de golpe USA que termina empujándolo sin querer provocando que caiga al suelo. USA se burla de él, Canadá ayuda a México a ponerse de pie. México se retira sin siquiera mirarlos.

Volviendo al presente, Canadá y USA llegan a territorio mexicano. USA exige ver a México, pero Colombia no se lo permite. Chile se acerca a Canadá quien pule su hacha. Canadá ve su propio reflejo amargo, pero cuando ve a Chile acercarse cambia su ceño fruncido por una sonrisa.

—Es bueno tenerte aquí apoyando a México— dijo Chile.

—No es por nada. A diferencia de mi hermano, haría cualquier cosa por México— afirma Canadá.

—Ojalá USA fuera así de amable como lo eres tú— señala Chile.

—Agradezco tu cumplido— dijo Canadá— ¿Aun no hay información del que atacó a México?

—Lamentablemente no, México aun no despierta— responde Chile algo deprimido.

—¿Crees que pueda entrar a echar un vistazo? — pregunta Canadá a lo que Chile le duda— Por favor, estoy muy preocupado por él.

—Bueno, mientras no lleves a USA, estará bien— expresa Chile.

Canadá lo toma de las manos agradeciéndole por haberle dado permiso. Una vez que se encuentra a solas con México, muestra una sonrisa un tanto juguetona y macabra. Acaricia la cabeza de México, pero tras ver las vendas en su cuerpo su sonrisa se desvanece.

—¿Por qué no me llamaste? — le pregunta Canadá, pero México sigue inconsciente— Cuando descubra quien fue el que te hizo esto, juro que lo haré pagar.