Capítulo 3

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México comienza a recobrar el conocimiento. Al abrir los ojos ve a Rusia con una bolsa de comida. Rusia le sonríe y le besa la mano. México muestra una pequeña sonrisa para luego fruncir el ceño.

—Supongo que USA ya está enterado— expresa México.

—¿Por qué dices eso? — pregunta Rusia.

—Porque les dije a Colombia y Chile que solo los llamaran a ti y Canadá si USA se enteraba— explica México.

—¿Por qué no me llamaste primero? — pregunta Rusia.

—No quería preocuparte, además, quería demostrar que podía yo solo— responde México con el ceño fruncido— Veo que trajiste comida. Me vendrían bien unos tacos— intenta sonreír.

—Tú me ayudaste cuando me hacía falta comida, por eso debía devolverte el favor— le dijo Rusia con una sonrisa.

México comienza a comer como una bestia. Rusia le hace preguntas sobre lo sucedido, pero México no responde y continúa comiendo. Él solo le pide que lo deje solo, que no esta en condiciones para hablar. Rusia obedece, pero antes de que salga le pide un favor.

USA aun se encuentra discutiendo con Colombia. Canadá trata de calmarlo, pero es inútil. En eso aparece Rusia a lo que USA comienza a maldecirlo.

—Parece que el golpe de antes no te hizo entrar en razón— dijo Rusia con una mirada amenazadora.

—¿Como si eso me detuviera? — exclama USA.

—Odio decir esto, pero México quiere hablar contigo— dijo Rusia.

—¿En serio? — preguntaron todos incrédulos.

—¿No habrá perdido mucha sangre? Tal vez por eso dijo algo difícil de creer— señala Canadá.

—Lo dudo, porque él me pidió que dijera eso. También me pidió que Chile entrara— dijo Rusia.

—¿Por qué debo entrar acompañado de Chile? — pregunta USA.

—Porque él no confía en que actúes de forma civilizada— responde Rusia— Y, a decir verdad, tiene razón.

USA quiere discutir, pero Chile lo toma del hombro y le sugiere que se comporte por México. Mientras México espera en su habitación, comienza a tener un recuerdo amargo.

Hace unos atrás, cuando estaba en una reunión con USA y Canadá para hablar sobre el T-MEC, discuten sobre el tratado. Para México era algo aburrido, pues casi siempre su palabra no era tomada en cuenta por lo que solo era de oyente.

Todo parecía transcurrir con normalidad hasta que USA propone celebrar con cervezas. USA estaba tan borracho que decía más de lo normal cosas sin sentido. Los tres estaban hospedados en un hotel. Canadá, todo agotado decide irse a dormir dejándolos solos. México seguía bebiendo ya que aún no le había surtido efecto el alcohol. USA comienza a decirle lo que siente y lo abraza para soltar en llanto. México intenta consolarlo.

—USA, has bebido demasiado— expresa México.

—Lo lamento, no debí haberte tratado así pero no puedo evitar burlarme de ti— expresa USA con lágrimas.

—Siempre dices lo mismo cada vez que te emborrachas— dijo México.

—Es porque te amo— expresa USA.

—Ya wey, necesitas irte a la cama— dijo México.

—Eso haré— dijo USA tomándolo del brazo para llevárselo a la fuerza a su habitación.

—¡Suéltame, idiota! — exclama México intentando liberarse, pero era inútil.

Tras haber consumido mucho alcohol, México no esta del todo en condiciones para defenderse, por el contrario, USA es más agresivo y comienza a desvestirlo para luego violarlo diciéndole lo mucho que lo ama y que le pertenece.

Al día siguiente, Canadá se encuentra a México en la sala de reuniones. Está temblando y con una mano en el cuello. Canadá se acerca a él para preguntarle lo que sucede, pero México responde que nada ha pasado. USA entra a la sala todo lleno de energía. USA se acerca a ellos con mucho entusiasmo. Canadá es el único que le hace plática, pero su hermano parece solo estar interesado en México.

Canadá se cansa de ser solo un estorbo e intenta retirarse, pero México lo toma de la manga de su suéter. Canadá voltea a verlo y comprende que México no quiere que lo deje con USA. Canadá se queda a su lado sin preguntarle el motivo.

México nunca le contó lo sucedido a Canadá, pero si se lo contó a Chile. Desde ese día, México se volvió más atento y precavido, ya no quería quedarse a solas con USA, en especial en las fiestas, pero eso no lo salvaba ya que USA siempre iba a visitarlo a su casa por lo que México evitaba ofrecerle cerveza para que no volviera a pasar por lo mismo.

De vuelta al presente, USA le reclama a México el porque no le dijo nada, pero él solo se quedó callado y espero a que terminara de gritarle. Una vez que se calmó le recordó aquella noche en que lo violó, pero USA se hizo el sordo.

—¿¡Por qué finges que no importa!? — pregunta México.

—Estamos hablando de un tema mucho más importante— responde USA.

—¿¡Acaso lo que me hiciste no importa!? — exclama México— Por esta razón pedí que viniera Chile. ¡No confío en ti!

—Soy el único que puede ayudarte— afirma USA.

—No es cierto, y eso te consta— señala México.

—Tan solo eres amigo del soviético por interés— dijo USA.

—¡Deja ya de decir estupideces! — exclama México— ¡A diferencia de ti, Rusia es más amable conmigo!

—Solo es amable porque te tiene lástima— señala USA.

—Largo de aquí— le ordena México. USA intenta negarse, pero México le alza la voz— ¡Dije que te largues de aquí!

México le lanza una almohada, USA sale de la habitación mientras Chile se queda para calmar a México dándole un abrazo. Fuera de la habitación, USA quiere llorar pero trata de ser fuerte para no mostrar debilidad ante los otros países. 

Recuerdos AgridulcesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora