Capítulo 23

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Rusia visita la casa de Canadá para ver como se encuentra México. Le abre la puerta Canadá quien lo invita a pasar a su casa. Encuentra a USA y México viendo una película. Rusia quiere hablar a solas con México. USA ignora al comunista. Rusia y México caminan hacia un parque.

—¿Cómo sigue tu brazo, México? — pregunta Rusia.

—Todo bien, en una semana estará como nuevo— responde México.

—¿Cómo te ha ido viviendo aquí con ellos? — pregunta Rusia.

—Todo bien, Canadá no le quita los ojos de encima a USA— responde México con una sonrisa burlona.

—¿Estas seguro de que te encuentras bien? — pregunta Rusia.

México solo le sonríe sin decir ninguna palabra. Rusia dice su nombre para luego pedirle que tome asiento en una banca. Ambos se sientan. México trata de no verlo a la cara. Rusia lo toma de la mano.

—Es hora de que hablemos sobre ese "tema"— expresa Rusia— Sé que has tratado de evitar hablar de ese tema, pero todos estamos preocupados por ti.

—Prefiero no hablar de eso— expresa México.

—Lo sé, pero si te lo sigues guardando, a la larga te dañara— expresa Rusia.

—Eso no importa, estoy acostumbrado al dolor— dijo con una sonrisa falsa.

—¡Deja de mentirme! — exclama Rusia— ¡Estoy preocupado por ti! ¡Casi te pierdo!

—Es bueno saber que te preocupas por mí— expresa México con un tono amargo.

—¡Deja de comportarte así! — exclama Rusia— Todos estuvimos preocupados por ti. El haberte perdido por unos días, nos hizo darnos cuenta a todos de lo infeliz que seriamos sin ti.

—¿En serio les importó? — pregunta México.

—Claro que nos importas, incluso le importas a ese maldito gringo— responde Rusia.

—¿Es todo eso cierto? — pregunta México con un tono deprimente.

—Claro que sí. Pero quiero que sepas que yo estaba más preocupado por ti— responde Rusia— No puedo imaginarme mi vida sin ti. Eres lo mejor que me ha pasado.

—Rusia...

—Me molestó que me ocultaras las cosas que te hicieron daño. Me hizo creer que no confiabas en mí— expresa Rusia apretando su mano.

—Rusia, estas apretando muy fuerte mi mano— dijo México.

—No quiero perderte México— expresa Rusia.

México por unos segundos se acuerda de URSS lo que le hace soltar en llanto y abraza a Rusia para pedirle perdón. Se siente culpable por todo lo que esta pasando. Rusia lo abraza para calmarlo. México le cuenta todo, desde la violación de USA, hasta lo que tuvo que soportar de Invasor. También le contó sobre su trauma con Nazi. Rusia estuvo a su lado escuchándolo con atención.

—¿Todo este tiempo te guardaste todo este sufrimiento solo? — pregunta Rusia.

—No, ONU lo sabe todo, mientras que Chile solo sabía lo de USA— responde México— Como Chile mantiene un romance con Alemania, no quería hablarle sobre el pasado de su pareja. No quería arruinar su relación.

—¿Tenías miedo de que Alemania buscara venganza?

—En parte sí, pero sé que Alemania ya no es así, o eso quiero creer— responde México— Aunque, es irónico que piense eso, considerando que soy de los pocos países que no discrimina.

—Dime México, ¿Cómo le haces para perdonar? — pregunta Rusia— La guerra dañó la reputación de muchos países, pero tú fuiste de los pocos que los apoyo. ¿Por qué lo haces?

—Supongo que es culpa de mis ancestros— expresa México— Mis ancestros recibieron con brazos abiertos a España. A pesar de que España me hizo mucho daño en el pasado, nunca perdí la amabilidad de mis ancestros.

—¿Recuerdas algo de tus ancestros? — pregunta Rusia.

—Solo de lo que me contó España— responde México.

Rusia lo comprende, ya que él esta en la misma situación de recuerdos. Él no recuerda mucho de la vida pasada de URSS. Aunque estudió su historia, siente un vació en su cabeza. México nunca le quiso hablar de URSS para no hacerlo sentir mal. Es como si México evitara hablar del pasado.

—Es mejor dejar el pasado atrás— dijo México con una sonrisa.

—Pero por más que intente uno ocultarlo, su pasado siempre lo perseguirá— expresa Rusia.

—Por eso es mejor seguir adelante— dijo México.

Rusia deja de insistir y abraza a México. Ambos disfrutan del paisaje. México le dice lo mucho que lo ama a lo que Rusia lo besa alegrando a México.

Recuerdos AgridulcesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora