Narra Alice
- Si, siempre tienes la razón, pero no tengo panza todavía y si estoy embarazada, pero aún puedo hacer muchas cosas - le dije.
- Si, pero ahora con lo de tu embarazo yo me encargaré de que no hagas nada, mi amor - dijo sonriendo.
- Si, tú lo dices - susurre.
- ¿Qué dijiste? - pregunto.
- Te amo eso dije cariño y ahora me voy a ir - dije para levantarme de la cama.
- ¿A dónde irás? - me pregunto.
- Pues alguien tiene que encargarse de dar la noticia de mi embarazo, mis hermanas harán los preparativos de la fiesta, porque eso les gusta hacer y yo veré todo - respondí.
- Bueno, mi amor - dijo para agarrarme de la mano.
Fuimos a la sala principal de toda la casa. Ahí estaban mis hermanas y los hermanos de Sebastián.
- Familia ya volvimos - dijo mi esposo.
- Hasta que regresan de seguro fueron a tener su momento especial - dijo Mateo.
- Mateo, no, no - dije negando.
- Ajá si lo que digas mujer de Reyes - habló esta vez Talia.
- Bueno, dejen a mi mujer en paz hermanos - les aviso Sebastián.
- Claro, hermano mayor - respondió Linda y se fue a su habitación.
- ¿Qué le sucede? - pregunte a todos refiriéndome a Linda.
- La puta de Juliana hizo la visita de cada mes - respondió Irina.
- Ohhh, bueno Sebastián y yo les queremos decir algos - dije para agarrar la mano de mi esposo y acercarme a él.
- Dentro de nueve meses conoceremos al próximo heredero o heredera de la fortuna Reyes - dijo feliz Sebastián.
- ¿Es enserio? - pregunto Talia sin poder creerlo.
- Siii - dije emocionada.
- ¡Felicidades! - nos dijeron mis cuñados y se levantaron a abrazarnos.
- Nosotras ya sabíamos - dijeron mis hermanas.
- Bueno, queremos hacer una pequeña reunión dónde todos los socios confiables y familiares nuestros sepan está gran noticia - habló Sebastián y yo asenti.
- Pero queremos algo pequeño, no tan grande, ni tan exagerado, pero conociendolas a ustedes no puedo decir que no será algo grande - dijo mirando a mis hermanas.
- Sabes como dicen por ahí: Todo es mejor a lo grande. Y si no lo dicen pues lo digo yo, ¿ok? - dijo Irina.
- Ok, bueno ya se está haciendo de noche y yo tengo mucho sueño - mire a Sebastián. - ¿podemos ir a dormir? - le pregunte a lo que el asintió.
- Si, mi amor, bueno nosotros nos retiramos - dijo Sebastián y me. llevó hasta la habitación.
Yo me bañe después salí y fui al clóset, me puse mis cremas y de pijama me puse dos piezas de seda color rosa palo. Salí del clóset y me acosté después llegó Sebas, me subí un poco la camisa dejando ver mi panza plana y Sebastián puso su cabeza ahí sin causarme alguna molestia.
ESTÁS LEYENDO
Soy la mujer del narco
RomanceFue obligada a casarse, pero jamás pensó enamorarse de Sebastián Reyes. El Narco más buscado y conocido cómo "El Rey". Ella odiaba ese mundo del narcotráfico, pero todo cambia cuando ella conoce más a Sebastián puede que le termine agradando ese mun...