Capítulo 8

943 23 0
                                    

Narra Alice

- Si, siempre tienes la razón, pero no tengo panza todavía y si estoy embarazada, pero aún puedo hacer muchas cosas - le dije.

- Si, pero ahora con lo de tu embarazo yo me encargaré de que no hagas nada, mi amor - dijo sonriendo.

- Si, tú lo dices - susurre.

- ¿Qué dijiste? - pregunto.

- Te amo eso dije cariño y ahora me voy a ir - dije para levantarme de la cama.

- ¿A dónde irás? - me pregunto.

- Pues alguien tiene que encargarse de dar la noticia de mi embarazo, mis hermanas harán los preparativos de la fiesta, porque eso les gusta hacer y yo veré todo - respondí.

- Bueno, mi amor - dijo para agarrarme de la mano.

Fuimos a la sala principal de toda la casa. Ahí estaban mis hermanas y los hermanos de Sebastián.

- Familia ya volvimos - dijo mi esposo.

- Hasta que regresan de seguro fueron a tener su momento especial - dijo Mateo.

- Mateo, no, no - dije negando.

- Ajá si lo que digas mujer de Reyes - habló esta vez Talia.

- Bueno, dejen a mi mujer en paz hermanos - les aviso Sebastián.

- Claro, hermano mayor - respondió Linda y se fue a su habitación.

- ¿Qué le sucede? - pregunte a todos refiriéndome a Linda.

- La puta de Juliana hizo la visita de cada mes - respondió Irina.

- Ohhh, bueno Sebastián y yo les queremos decir algos - dije para agarrar la mano de mi esposo y acercarme a él.

- Dentro de nueve meses conoceremos al próximo heredero o heredera de la fortuna Reyes - dijo feliz Sebastián.

- ¿Es enserio? - pregunto Talia sin poder creerlo.

- Siii - dije emocionada.

- ¡Felicidades! - nos dijeron mis cuñados y se levantaron a abrazarnos.

- Nosotras ya sabíamos - dijeron mis hermanas.

- Bueno, queremos hacer una pequeña reunión dónde todos los socios confiables y familiares nuestros sepan está gran noticia - habló Sebastián y yo asenti.

- Pero queremos algo pequeño, no tan grande, ni tan exagerado, pero conociendolas a ustedes no puedo decir que no será algo grande - dijo mirando a mis hermanas.

- Sabes como dicen por ahí: Todo es mejor a lo grande. Y si no lo dicen pues lo digo yo, ¿ok? - dijo Irina.

- Ok, bueno ya se está haciendo de noche y yo tengo mucho sueño - mire a Sebastián. - ¿podemos ir a dormir? - le pregunte a lo que el asintió.

- Si, mi amor, bueno nosotros nos retiramos - dijo Sebastián y me. llevó hasta la habitación.

Yo me bañe después salí y fui al clóset, me puse mis cremas y de pijama me puse dos piezas de seda color rosa palo. Salí del clóset y me acosté después llegó Sebas, me subí un poco la camisa dejando ver mi panza plana y Sebastián puso su cabeza ahí sin causarme alguna molestia.

Soy la mujer del narcoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora