Capítulo 5

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Narra Sebastián

No podía creerlo, lo había hecho. La había violado y también le pegue. Me siento el hombre más idiota de todo este puto mundo.

Había salido del comedor dejándola ahí sentada y fui a mi despacho. Me senté en la silla y empeze aver todos los papeles que tenía.

Hasta que entró uno de mis mejores hombres a mi despacho.

- Señor - dijo con respeto.

- ¿Qué sucede? ¿Le pasó algo a mi mujer? - pregunte.

- No señor. La Sra. Alice está encerrada en vuestra habitación - le mire - El Sr. David está afuera de la mansión - término de hablar.

- Dejelo pasar y quitarle todas las armas que traiga - hable.

El salió del despacho y después de unos minutos por la puerta entra David.

- Amigo mío - dijo David mientras se sentaba.

- ¿Cuánto tiempo sin vernos, no? - dije y nos dimos la mano.

- Felicidades por cierto - me dedicó una sonrisa.

- Nunca pensé en casarme cabrón, pero bueno, definitivamente soy el peor esposo del mundo - le dije.

- ¿Qué hiciste cabrón? - pregunta y me mira.

- Le pegue y la viole - conte.

- ¡¿Qué hiciste cabrón?! ¿Le pegaste? Esperaba todo de ti, menos eso cabrón  - dice muy enojado.

- No, me perdonará - dije.

- Es obvio que eso no te lo perdonará. Piensa en algo que le guste - habló.

Lo miré con cara de que mierda voy a saber que le gusta a mi propia mujer.

- ¿Sabes que me gusta, verdad? - me pregunto y creo que entendió, perfectamente mi cara.

- No - dije como todo un cabrón que no conoce a su propia esposa.

- ¿Tiene algún familiar? - pregunto.

- Si a sus dos hermanas - le dije.

- Pues preguntale a una de ellas dos - me dijo.

Agarre el celular de Alice que estaba en mi escritorio y le marque a una de sus hermanas.

Llamada telefónica:

Yo: Hola, Lucía.

Lucía: ¿Sebastián? ¿Qué haces con el celular de mi hermana?.

Yo: Necesito que me digas lo que le gusta a tu hermana.

Lucía: Eres su esposo deberías saber lo que le gusta y lo que no. Bueno, sabiendo que apenas la conoces tendré que decirte lo que le gusta. Le encanta que los hombres sean románticos, pero no tanto le podes dar unos dulces y podes acostarte haber películas con ella.

Soy la mujer del narcoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora