Capítulo 6

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Narra Alice

- Estas perdonado - dije con total sinceridad.

- ¿Estoy perdonado? - dijo sin poder creerlo.

- Si. Te perdono, Sebastián - dije.

Después de eso comimos, bailamos y puede que nos dimos unos cuantos besos.

La verdad no sé lo que siento por este hombre todavía.

4 semanas después

Últimamente, me estado sintiendo raro tengo síntomas como de una persona embarazada. ¿Será que me hago esa prueba de embarazo?.

Salí rápido del baño de nuestra habitación y fui a mi mesa de noche. Saque las pruebas y me las hice, ahora agradezco que Sebastián, este en su despacho con un socio.

Termine de hacer las pruebas y según esta caja donde venían tenía que esperar 5 minutos. Las deje en el mesón y me metí a bañar, me termine de bañar, agarre la toalla y salí de la ducha.

Mire el mesón y estaban las pruebas según yo, ya paso tiempo las agarre y las tres decían positivo. Me sentía emocionada quería gritar de felicidad, pero si gritaba, mi querido esposo ya me tendría en una camioneta, camino al hospital.

Salí del baño y fui al clóset, saque una camisa manga larga color verde oscuro, unos jeans negros rasgados en la rodilla, unos botines negros, me maquille y peine. Agarre mi bolso y salí de la casa.

Fui al estacionamiento y como siempre estaba Juan ahí.

- Juan, ¿podrías llevarme a casa de mis hermanas? - pregunte con una enorme sonrisa.

- Por supuesto, señora - dijo y abrió la puerta de la camioneta.

Yo me subí y me senté en el asiento. Juan se subió y empezó a conducir.

- Señora, no es por ser metido y usted lo sabe. ¿Para que necesita ir donde sus hermanas? - pregunto.

- Juan, no me lo tomes a mal, pero es algo privado - dije amable.

- Bueno, señora - respondió Juan.

Después de como dos horas, ya me encontraba parada en la entrada de la casa de mis hermanas. Así es ellas decidieron quedarse en la mansión, no querían dejar la casa donde crecieron. Bueno, toque la puerta y me dejó pasar una de las mucamas.

- Hola, buenas tardes nana. ¿Están mis hermanas? - salude y pregunte amablemente.

- Hola, cariño, por supuesto están en la sala de estar jugando en la play - dijo la señora María.

La Señora María es nuestra niñera prácticamente es nuestra nana.

- Muchas gracias, nana - agradecí

Salí de ahí y fui hasta la sala de estar. Donde encontré a mis hermanas jugando un juego en la play. Estás chicas aman jugar.

- Hola, hermanas de mi vida, de mi corazón, de mi - dije, pero me interrumpió Irina.

- ¿Que quieres mujer? ¿Necesitas algo?. Habla mujer estamos jugando y no quiero perder - dijo Irina como siempre.

Soy la mujer del narcoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora