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Me levanté por primera vez en mi vida con una alarma que yo misma había programado, sintiéndome aliviada de no haberla ignorado por completo. A duras penas, salí de mi cuarto y me dirigí hasta la cocina, desayuné cualquier cosa con velocidad y me vestí con el uniforme que había recogido hacía unas semanas. Me observé en el espejo, "No me queda tan mal" fue lo primero que pensé, no era un uniforme horrible, una chaqueta azul marino con una camisa y una falda a cuadros, lo normal, oh, y no nos olvidemos de la corbata. Suspiré y agarré mi mochila, metí los libros acordes al horario que me había entregado el director y me marché.
Durante el camino, observé la ciudad con más atención, a través de la ventana del autobús, tenía prisa y no me apetecía ir andando, menos aún con esos malditos zapatos que asfixiaban a mis pies. Pasé por distintas calles en las que no me había fijado antes, observando a niños jugar en los parques, ancianos sentados en los bancos... Y yo me dirigía a estudiar entre cuatro paredes, ¡Qué bien!
Suspiré quitándome mis pensamientos de encima, no hacían más que darme la idea de querer salir del autobús y faltar al instituto, cosa que no podía hacer.Finalmente, llegué a mi destino, dándome cuenta de que había un pequeño inconveniente, y era que yo no había visto todo el instituto, tan solo los primeros pasillos hasta que me encontré con ese director de pacotilla. Así que, muy a duras penas y combatiendo contra mis pocas ganas de socializar, entré a mi clase, buscando alguien de apariencia amable a quien pedirle que me enseñara las instalaciones, no lo haría sola, era muy grande y, conociéndome, acabaría perdida.
Me senté en el único asiento libre, la clase estaba a punto de comenzar, a mi lado había un chico de cabellos rubios, con los ojos muy rasgados, casi pareciendo un tigre, leopardo o cualquier felino.
- Disculpa... - Le llamé como pude
Giró su cabeza y me miró, sorprendiéndose, creo que no se había dado cuenta de que me senté ahí.
- Hola, soy Riki, ¿Y tú? - Se presentó
- Me llamo Minah. - saludé - ¿Puedo hacerte una pregunta?
- Ya has hecho una. - rió
Su actitud me hizo gracia, así que se lo dejé pasar y me reí con él, le pedí que me hiciera una pequeña visita por los lugares de la institución para conocerla mejor, explicándole que era nueva, a lo que accedió.
Tras la aburrida clase de historia en la que me obligaron a presentarme a mis compañeros, este chico me ayudó a conocer el instituto, mientras tanto estudié un poco su personalidad, era algo tímido y un poco infantil, pero divertido y tierno, también parecía ser de esas personas bromistas y juguetonas, pensé que si no me cansaba mucho, podríamos ser amigos.- Dime, Riki, ¿Tienes algún grupo de amigos? - Le pregunté
Quería adaptarme con algo de gente, no me gustaba hacer amigos, nunca me gustó, pero tenía que empezar a superar eso y tal vez todo mejoraría.
- Así es. - sonrió - ¿Quieres venir conmigo en la hora libre y te los presento? - Cuestionó
Asentí con la cabeza y volví hacia mi siguiente clase, la de ciencias, una que sí me interesaba. Además, tuve la maravillosa suerte de que era un día que pasaríamos en el laboratorio, experimentando con células, etcétera, fue divertido.
Al poco tiempo sonó un timbre, todos los estudiantes agarraron sus almuerzos y salieron, no me hizo falta ver el horario para saber que era tiempo libre, así que salí y me reuní con Riki en la puerta, quien ya estaba acompañado de seis chicos.
Sonreí e hice una reverencia, diciendo mi nombre a modo de presentación mientras que observaba a todos y cada uno de ellos.
Riki me los presentó, eran Jay, Jake, Sunghoon, Jungwon, Heeseung y Sunoo.
Jay parecía un chico dulce, su apariencia no era así, pero el cómo actuó, sonriéndome tímido y haciendo múltiples reverencias, me lo demostró. Jake era el chico vergonzoso pero amable, sabía que habría uno así, y junto a este, el guapo, que en este caso era Sunghoon, y sí, era guapo, solo esperaba que no fuera un creído en su máximo esplendor. Además, también estaba el pequeño líder del grupo, Yang Jungwon. Lee Heeseung parecía alguien carismático y divertido con un toque introvertido, pero había alguien... Alguien a quien no pude descifrar, y eso era extremadamente extraño, mi instinto nunca falla y siempre funciona. Sunoo, Kim Sunoo, era un chico con un aura misteriosa.Quise, por primera vez, dejar de ser tan curiosa, tal vez solo era muy tímido y le costaba integrarse, así que dejé mi orgullo de lado y esperé, esperé a lograr que mi intuición funcionara.
- Vayamos a por algo de comer a la cafetería, se me ha olvidado mi almuerzo. - se quejó Riki
Todos asintieron y fueron, junto a mí, claro. Por el camino todos hablaban eufóricamente, menos Sunoo, este de vez en cuando reía por algo, de forma suave, pero simplemente andaba sin ningún tipo de expresión, al igual que yo, ya que estaba ocupada observando su comportamiento.
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- ¿Por qué tienes la mano vendada, Minah? - Me preguntó Heeseung, señalando el accidente que tuve la noche anterior
- ¿Esto? Oh, nada, me corté en medio de una batalla con un mosquito. - rodé los ojos mientras sonreía - Pero gané.
Sí, tras cortarme, me aseguré de que ese insecto estaba muerto, y en efecto, y además, aplastado en mi zapatilla.
Los chicos rieron ante mi anécdota, incluyendo a Sunoo, pero eso no le quitaba su aura misteriosa, era extraño, muy extraño.
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𝗪𝗔𝗥𝗠 | Kim Sunoo ✓
Фанфик𝐂𝐎𝐋𝐃 | "Necesito uno de tus cálidos abrazos". Kim Sunoo es un chico misterioso al que Minah quiere investigar, lo que ella no se espera, es que las cosas se vayan a volver algo misteriosas. El resultado de aquella curiosidad fue sumamente inespe...