𝗪𝗔𝗥𝗠 | Kim Sunoo ✓

› Epílogo: Sunoo

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Para Minah

¿Alguna vez alguien te ha hecho amar la vida aunque supieras que ibas a dejarla? Solo dos personas me hicieron sentir eso: mi hermana y tú.
Desafortunadamente ella me dejó, pero tú te quedaste por mí, y eso era lo que yo quise desde el principio, ayudarte a quedarte.

Quiero comenzar por decirte que tenías razón, aunque no lo expresé tanto, sí, me molestó lo que hiciste, pero sabía que lo harías. Me molestó porque quise devolverte el amor por la vida sin que dependieras de mí para vivir, pero he comprendido que cuando un corazón está roto, es imposible sanarlo al completo. Lo sané con mi amor y me fui, dejándote vacía, y lo siento.

Tenía una pizca de esperanza en que no lo harías, en que seguirías tu vida recordándome como tu amor adolescente y dejarías eso atrás. Quería ser tu más preciado recuerdo que te hizo vivir la calma después de la tormenta y me convertí en tu tormenta sin quererlo.
Pero tal vez esté un poco —solo un poco— feliz de que me demostraras tu amor, aunque fuera a ese coste.
Lo importante, Minah, es que ahora somos felices.
Siempre hablas sobre lo mucho que te ayudé, las emociones que desbloqueé en ti, los avances que te ayudé a realizar... Y sabes que me ayudaste, pero no pareces darte cuenta de cuánto realmente.

Cuando te acercaste a mí, desconocía el motivo, pensé "Bueno, quiere que nos conozcamos", creía que eras así con los demás, que simplemente esas citas eran con fines amistosos. Poco a poco, fuiste haciéndote más cercana a mí, pero te veía inalcanzable. Eras y eres tan perfecta que cuando te acercabas a mí apenas podía creerlo, y como te dije, ser llamado tu novio en todo el instituto fue muy placentero, cuando por fin pudimos hacernos pareja.

Desde los primeros días me di cuenta de tu aura apagada, me propuse hacerte feliz como no lo habías sido en mucho tiempo, porque pude notarlo. Tal vez fue porque yo estaba igual y necesitaba aquello, siendo lo mismo que hiciste tú, darle emoción a tu vida acercándote a mí, pero de pequeñas casualidades como esta sacamos a relucir el amor más puro desde el interior de nuestros corazones. Fruto de este, nos crecieron espinas que nos lastimaron hasta matarnos, eso es lo triste, ¿no?

Siempre supe que entre tú y yo había algo especial, pero que tal vez tú no estabas interesada. Sin embargo, con el paso del tiempo me di cuenta de que sí lo estabas, en ese preciso momento fue cuando supe lo que estaba surgiendo entre ambos, y poco después, que era lo más especial que alguien podría vivir jamás.

Siempre he creído en el destino, y desde luego que pienso que lo nuestro estaba escrito. Me arrepiento como un tonto de no haberte contado antes lo de mi enfermedad, y así tal vez podríamos haber tenido el tiempo de sanarnos, y no se nos habría robado la vida, pero al menos a cambio hemos recibido la eternidad. Sé que crees que no debería arrepentirme, pero eso no significa que no esté feliz de compartir mis momentos contigo ahora, aquí y en mi memoria. No es lo mismo, no puedo presumir de ti, no tuve el tiempo suficiente de decirle a todos "Mirad, ella es Minah y es mi novia", o en algún momento "Ella es Minah y es mi prometida", e incluso esposa. Pero, ¿qué más da? Ya no importa y no es momento de pensar en eso.
Siempre supe que iba a morir, eso es un hecho, pero es increíble que, aún así, en ciertos momentos cuando estaba contigo llegué a visualizar la posibilidad de quedarme para estar a tu lado, de aguantar el dolor por ti. Lo siento, no pude.
Siempre me dices que mire al presente y futuro, que cada segundo que pasa hace que todo se vuelva un pasado, y tienes razón. Así es como han sucedido las cosas, así es.

Y volviendo al tema, cuando te conté que mi hermana tenía el síndrome, fue una absoluta liberación. Me sentí comprendido, libre y por fin sentí el apoyo que necesitaba, y que me estaba abriendo a la persona a la que quería hacer feliz. Fue un momento melancólico, pero también rompió las barreras de la vergüenza y produjo la liberación del amor que nos teníamos.

Tenía el apoyo de mi madre, pero no era lo mismo ni por asomo, al final el apoyo de una madre es algo que valoro, pero que normalmente viene adjuntado. Necesitaba algo más, alguien que me hiciera sentir querido, salir de esa soledad, de sentir esa incomprensión, de que nadie se animara a preguntarme qué me pasaba, y que todos pensaran que simplemente "era así", como si de verdad me gustase no actuar alegremente o deprimido.
Necesitaba esa relación recíproca, cariñosa y divertida que construimos.
Necesita a una persona como yo que me comprendiera en muchos sentidos de la palabra.
Crees que no, crees que no me entendías porque no sufrías el síndrome de Marfan, pero lo hacías más que nadie.

Llegaste tú y alguien por fin descubrió mi sonrisa real, mi risa, mi personalidad animada, mis virtudes y defectos que, aunque consideres que no tengo ninguno, debo de tener.

Aún recuerdo cada abrazo de ese último día en vida, cada beso y cada lágrima. Cuando le dije a mi madre lo que pensaba, le pedí que permaneciera neutral cuando saliera. No quería que sospecharas, quería decírtelo yo, quería pasar mis últimos minutos contigo, sin saber que también serían los tuyos.

Tal vez mucha gente piense que esto ha sido un mal final para nosotros, en sus burbujas, las cuales entiendo porque no dejamos que lo nuestro fuera algo público, fue íntimo, y eso lo hizo mejor. Tú desde luego que no lo piensas, y yo lo estoy aceptando. No es el que hubiéramos querido, pero es el que tenemos, y me pregunto realmente, ¿es malo?
Porque tenemos la paz eterna, tenemos la oportunidad de permanecer juntos. No teníamos ni idea de qué pasaría, si volveríamos a encontrarnos, pero hay que buscarle la parte positiva a todo, y yo no veo ni siquiera una negativa en esto.
Un final realista en el que dos almas rotas se encuentran en el más allá, sanadas y alejadas de lo que alguna vez les arrancó la vida y las ganas de vivirla.
Al final, la barrera entre final bueno o malo es muy fina. Algo que solo pueden definir las personas que lo han vivido.
Esto ni siquiera es un final, aunque para quien sigue en vida, sí lo sea.

Me pregunto, Minah, ¿Crees que para esa gente, hemos tenido un final feliz?
Exacto, eso no importa.

Para mí, sí hemos tenido un final feliz y, por supuesto, tenemos esa continuación.
Y tal vez nuestras almas, en otra vida, se encuentren y tengan una próspera relación.

Gracias, Minah.
Con amor, de Sunoo.