Tú Eres Mi Padre // BNHA (PAUSADA)

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No sabia donde estaba, pero pude reconocer la voz de Bakugo gritando, la voz de varios sujetos charlando entre ellos, reconocí la voz del hombre que logro secuestrarme, pero antes de poder escuchar algo mas, la estruendosa voz de Bakugo volvió a resonar en mis oídos, no logre identificar de que lugar era del que me llamaba.

- oye mierda borradora!! ¡¡te estoy hablando no me ignores y has algo, estas libre, patéales el culo a esos bastardos, que esperas para desatarme a mi !! - Bakugo tenia razón, no sentía que nada me retuviera en ese momento, pero por mas que yo parpadeara o forzara mi vista, no podía ver nada mas que un fondo negro con pequeños destellos blancos titilantes.

- ni le pidas ayuda a la señorita, por el momento no podrá hacer nada si no logra vernos - al terminar el hombre soltó una carcajada.

- Bakugo el tipejo ese tiene razón, no puedo hacer nada - guarde silencio y tome un poco de aire, gire mi rostro hacia donde había logrado ubicar a Bakugo - no puedo ver nada - guarde un poco de silencio -no puedo ver - a mis espaldas se oyeron unas carcajadas.

- lamentamos que tengas que ver el estado de tu compañera, proto estará bien, Twice, Toga, lleven a (T/n) Okomura a la otra habitación, proto iré a hacerle compañía - su voz era algo rasposa, con toques de burla y arrogancia.

Los nombrados me tomaron por los brazos y me arrastraron hasta la dichosa habitación, me obligaron a sentarme y luego ataron mis manos al respaldo de la silla, mis pies a las patas delanteras de esta, por unos momentos pensé que se habían retirado por el silencio que se formo en la habitación, pero un pinchazo seguido de un dolor punzante en mi muslo izquierdo me confirmo que los sujetos seguían presentes.

- tu sangre es muy bonita, quiero probarla, Tomura no dijo nada de que no pudiéramos divertirnos por unos minutos, quiero jugar contigo, seamos amigas ¿si? - era una muchacha, su voz no sonaba tan adulta, bien podría tener mi edad o un poco mas- mi nombre es Himiko Toga, un placer - sentí como lo que me habían clavado en mi pierna comenzaba moverse hacia atrás y luego hacia adelante consecutivamente, sin evitarlo un quejido salió de mi garganta, no quería darles la satisfacción de verme sufrir, pero me fue imposible.

- Toga déjala ya, Tomura se enojara con nosotros, ¡olvídalo Toga divirtámonos mas, al carajo lo que diga Tomura! - la voz cambio un poco de tono, al inicio sonó preocupado pero luego sonó extasiado y hasta divertido.

Así paso un tiempo, en donde esos dos desquiciados se divirtieron haciéndome pequeños cortes, la chica sonaba mas que fascinada con ver mi sangre gotear por las heridas, y el otro la verdad no sabia que sentía, por momentos estaba pidiéndole a su compañera que parara, pero a los segundos la alentaba a seguir hiriéndome.

- los quiero afuera a los dos, si ella muere el maestro se enojara con todos nosotros, lárguense ahora y ni se les ocurra tocar al muchacho, Kurogiri los vigilara - se escucharon las quejas de la chica y del sujeto con aparente doble personalidad luego puedo escuchar como la puerta se cierra y como la persona se acerca a mi - tienes suerte de que el maestro vaya a estar ocupado con otros asuntos, pero no te creas con suerte, pronto tendrá tiempo para atenderte personalmente - la voz altanera y burlesca del hombre sonaba con mucho eco, no había notado eso cuando los desquiciados estuvieron aquí, y no me resulto difícil comprender que estaba encerrada en una habitación completamente vacía - tu amiguito no deja de gritar, te llevaremos con él luego de que el maestro hable contigo - lo oí como movía algún objeto, luego se escucho algo de interferencia y por ultimo un poco de silencio - maestro, hemos conseguido a la chica que nos pidió, tambien traemos al muchacho -

- bien hecho Tomura, ahora quiero que salgas y me dejes hablar con ella a solas - 

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