Capitulo 1

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Albafica había muerto, o eso fue lo que todos habían pensado, pero... ¿Cómo decir lo contrario?
Había sido el mismo Albafica quien le pidió a Shion que no interviniera, y el Ariano lo vió morir para acabar con la vida del juez Minos.

Era imposible decir que Albafica no había muerto, pero... La realidad era otra.
Pero había sido el primer caído, al derrotar al juez Minos, lo más seguro es que llamará la atención.

- ¿Podrías... Enviarlo a otro lugar? - cuestiono Sasha, su semblante era serio y se notaba que estaba dispuesta a todo.
-:No entiendo Athena. - la voz de Shion sonaba confundida.
- La tumba con su nombre estará aquí, pero... Hades ya uso a los caballeros de plata después de morir, me preocupa que... - ahí estaba la razón de la petición de la joven diosa, tenía miedo de que usará a los dorados caídos.
- Entiendo lo que quieres decir. - fue todo lo que él caballero de aries se limito a responder.

Tiempo y espacio, era algo que Shion dominaba para teletransportarse.
Ni siquiera supo a dónde lo llevo, lo metió en una cueva con el fin de regresar por el cuerpo una vez terminada la guerra, si llegaba a sobrevivir.

Japón, época antigua

Había comenzado a llover, el grupo decidió entrar a una cueva que vieron, parecía ser totalmente segura, sin embargo al entrar, Inuyasha de inmediato detectó el olor a sangre, acompañado de un olor a flores.

- No se muevan, aquí hay alguien. - la clara advertencia de Inuyasha los confundió un poco, pues ellos no habían notado nada hasta el momento.
- ¿Estás seguro? - cuestiono el monje Miroku, él no había sentido nada.
- Tiene razón, huele a un rato tipo de veneno dulce. - si Sango lo decía, entonces estaban seguros de que alguien estaba ahí, muy pocas veces ella e Inuyasha coincidían en algo.

Aome llevaba una linterna con la cual alumbraba toda la cueva, hasta que lo vio.
En uno de los rincones de la cueva, no vió su rostro, pero si la capa manchada de sangre.

Se debatía si acercarse o no, pues podía estar vivo, o quizá no.
No lo pensó dos veces y en el momento que por toda la cueva se escuchó un leve quejido, sin importarle lo que sus amigos dijeran, corrió hacia él para ayudarlo.

- ¿Que haces tonta? - el reclamo de Inuyasha no se hizo esperar, y se molesto aun más cuando la vió revisar a detalle su rostro.
- Este hombre esta vivo. - respondio Aome mientras lo revisaba - tenemos que ayudarlo. -
- No sabes si está muriendo. - replico el peliplateado al instante, algo no le gustaba.
- Precisamente por eso debemos ayudarlo. - fue todo lo que Aome dijo y se puso a sacar algunas cosas de su mochila.

A regañadientes, Inuyasha lo cargo y lo saco de la cueva, al menos hasta un lugar que no estuviera muy lejos de la entrada para que Aome lo atendiera bien.

Aome no sabía porque, pero algo en su interior le gritaba que no debía dejarlo sólo, que debía ser ella quien cuidara de él.
Y así lo hizo, comenzó a limpiar sus heridas y a curar las que eran de importancia.

Vió su rostro, un bello y hermoso rostro que en ese momento estaba cubierto de sangre y con varios golpes y rasguños.
Se percató de la armadura que llevaba puesta, debía ser un soldado de algún país extranjero.

- Debiste haber tenido una dura batalla. - dijo Aome mientras con su reiki curaba sus heridas y fracturas - me preguntó cómo llegaste hasta este lugar. -
-Haremos una fogata. - la voz de Miroku llamo la atención de su amiga - te ayudaremos a cuidar de él. -
- Gracias Miroku. ¿Dónde está Sango? - respondió la azabache y de inmediato pregunto por su amiga, pues era evidente que necesitaba de su ayuda.
-  Salió a buscar unas hierbas para el envenenamiento, no se descarta la posibilidad. - fue todo lo que el monje respondió y después salió de la cueva.
- ¿Se va a recuperar? - pregunto el pequeño Shippo con curiosidad.
- Yo espero que sí. - Ni siquiera Aome sabía porque se sentía así, pero le preocupaba lo que le pudiera pasar.
- Iré a buscar algo de comer. - Inuyasha se veía molesto, y todos se lo atribuían a qué se habían detenido por aquel extraño al que Aome estaba ayudando.

Amor entre RosasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora