capítulo 04| Pesadilla

217 23 40
                                    

Sentada en la cama en contra de su voluntad, la fémina observaba a su secuestrador frente a ella, estando parado con los brazos cruzados

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Sentada en la cama en contra de su voluntad, la fémina observaba a su secuestrador frente a ella, estando parado con los brazos cruzados.

«Este es mi fin, adiós mundo cruel, espera, como que adiós, ¡tengo que escapar! ¡Mis gatos! ¡Tengo que regresar por mis gatos! »

—Parece que tenemos que poner algunas reglas aquí —la voz profunda y sería del hombre le causó un escalofrío en todo su sistema, trago saliva ante la atenta mirada penetrante azulada sobre ella, se iba a desmayar ante tanta atención dada de esa forma—. No se puede escapar de aquí, estamos en un lugar lejos de tu casa, así que descartaría la opción de huir, en donde estamos es un lugar deshabitado y poco transitado, técnicamente se podría considerar un pueblo fantasma. No puedes estar todo los días en tu estado defensivo conmigo, como dije, vas a vivir aquí, tendrás que irte acostumbrando a tu nueve vida. No voy a exigirte en otras cosas, se que vas a ir adaptandote poco a poco, lo que si pido es tu atención, solo eso.

«¿Esas son las reglas? Pensé que pondrá más complejas y difíciles de seguir, crei que me iba a obligar a darle afecto y amor que no tengo de donde sacar. ¿Soy yo o es muy comprensivo? Eso creo. Momento, estúpida, dijo que quería tu atención, eso puede ser que también pida afecto. Cague. »

—Esta bien —observo su alrededor, tratando de ignorar la mirada persistente sobre ella— ¿donde se supone que me voy a quedar? ¿Es aquí o en otro lado?

—Vaya, parece que te adaptas muy rápido —sonrió de lado el albino ante la disposición de la joven para hacerle caso y llevarse bien—. Por ahora te vas a quedar aquí, dependiendo de como te comportes y tengamos confíanza, te trasladare de cuarto, por el momento será así —se agachó a la altura de la chica, quedando cara a cara, levanto su barbilla con sus dedos para que volteara a verlo—. Para hacer que esto funcione, se necesita el apoyo y la ayuda de los dos para mejorar, recuerda que estoy más que dispuesto hacer cualquier cosa por tí, cariño.

«Me dijo, AAAAAAAAAHHHHHH. »

Le dio un beso prolongado en su frente, para luego separarse e ir caminando hacia la puerta.

—¿A donde vas?

«¿Por qué le pregunte? ¡AaaaAahhh! »

—Me gustaría quedarme hablar contigo, pero lastimosamente tengo cosas que hacer, no te preocupes, trataré de terminar lo antes posible para estar contigo durante toda la noche.

Y cerro la puerta detrás de él, el sonido característico del seguro se oyó, junto a unas llaves siendo sacudidas.

Se quedó en un silencio duradero, oyendo las pisadas del secuestrador alejarse, dirigió su mirada a la pared frente a ella, donde minutos antes estaba el chico, si era sincera ella, le calculaba unos veinte años o veinticinco al extraño, por su voz profunda y ronca, junto a su físico y estatura, aunque también podía estar equivocada en eso, pero no estaba segura, solamente podría quedarse con esa hipótesis por ahora. Y comenzó con el viaje a sus pensamientos profundos.

¿Qué iba hacer ahora? Estaba en un cuarto aislado, no había ventana ni calefacción donde pudiera escapar, la puerta tenía seguro y tampoco estaba muy segura si habría algo útil dentro del cuarto que la ayudará, ya que no había gran novedad dentro del cuarto. Su ceño se fruncion ante un pensamiento cruzado, ¿y si había cámaras ocultas?

Con ese pensamiento presente, se levantó de su cama, caminado a los alrededores si veía una cámara, por muy pequeña que sea, necesitaba saber si era observada. Buscó en todos lados, incluso debajo de la Cámara, y de paso también buscó si había micrófono ocultos.

«No hay nada... »

Eso le parecía muy extraño, si él tenía planeado secuestrarla por la explicación que dio, debió haber preparado antes el cuarto para estar listo durante el secuestro, pero no se veía nada sospechoso dentro de ese cuarto lúgubre. Confundida fue a donde estaba la libreta, agarro la pasta observando detenidamente el objetó, no se veía sospechoso, tenía hojas como alrededor de cien y algo, y no tenía candado.

Se encogió de hombros restándole importancia y decidió abrir el libro, grande fue su sorpresa al ver una foto suya ahí, estába en pijama observando por la ventana el cielo nocturno, era una foto del año pasado, le dio la vuelta viendo ahora otras dos fotos más, esta era donde estaba de compras con su amiga y la otra era de cuanto fue a por sus gatos que se habían escapado e ido con la vecina.

Siguió pasando hojas tras hoja, viendo fotos suyas del año pasado y otras de hace dos años, había dibujos de ella en diferentes ropas y peinados, también había dibujos del secuestrador, solo que él estaba rayado con tinta roja para que no se notará la figura de su cara, había poemas, nombres de canciones que al final decía "para mi hermosa __________" tenía su credencial de la Universidad que había perdido, tenía un mechón de cabello pegado con masquin, y palabras que repetían lo mismo "te amo ________, te amo ___________, te amo __________, te amo ___________, te amo, te amo, te amo, te amo, te amo"
y había un dibujo de ellos dos juntos con al parecer siendo una familia, estaba ella y él, también todo rayado, con dos niños un lado suyo, la niña tenía cabello blanco y su color de ojos de ella, el niño tenía cabello negro con ojos azules.

Cerro la libreta, tragando saliva, analizó todo lo que había visto y se sento en la cama. Después de unos minutos de estarlo pensando, unas arcadas le paso por un momento, llevo su mano a su boca, respiro hondo tratando de aguantar las ganas de vomitar que le dieron, se paro de la cama llendo a la pared, recargandose en ella para mantenerse de pie. Los minutos pasaban y las ganas de vomitar le daba por más, pero no quería vomitar, no quería dar sospechas al secuestrador cuando volviera, sus piernas flaqueaban un poco, sentía miedo, le estaba dando un ataque de pánico, estaba sintiendo esa desagradable sensación que había sentido hace años atrás, otra vez.

Pequeños flashback de su infancia le atacaron, haciendo que su auto control que estaba tratando de mantener se desequilibrara un poco, hasta que las primeras lágrimas salieron corriendo por sus mejillas, terminando en su mano que estaba siendo colocada en su boca.

Pequeños sollozos se escucharon alrededor de la habitación mientas la fémina se doblaba sus rodillas, callendo sobre sus talones estando acunclillada, su corazón latía a mil por hora, pequeños escalofríos pasaban por su cuerpo al mismo tiempo que temblaba, estaba empezando a faltarle la respiración y la desesperación la estaba inundando poco a poco.

—No otra vez —otro pequeño sollozo salió de sus labios temblóros, estaba asustada—, no por favor, no otra vez.

En todo lo que quedó de la tarde estuvo en esa posición fetal, sacando a flote el dolor y angustia que le traía la sensación de vivir lo mismo por segunda vez, el miedo la carcomia viva, sentía que en cualquier momento iba a morir por todas las sensaciones que estaba sintiendo en ese momento. Lo único que rogaba era que el secuestrador no llegará en esos momentos, lo último que quería era que él estuviera presente y que todo empeorará, tampoco estaba en una situación para hacerle frente y mantenerse fuerte en esos momentos.

—No...

Recuerdos desenterrados, traumas y partes de sus trastornos que tenía sin resolver y superar. Solo por ese momento quería sentirse bien, estar en paz con sus gatitos en su cama viendo películas y comiendo chatarra, pero tal parecía que eso no era posible en esos momentos.

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
мσ𝚗𝚜тєя┆уα𝚗∂є𝚛єкιℓℓυαχℓє𝚌тσяα [αυ мσ∂єя𝚗]Where stories live. Discover now