Extra.

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Maddie era una chica tierna tímida, amante de la lectura, sus historias eran impresionantes y su enfermero amaba verla sumergida escribiendo los capítulos. 

Lastimosamente la chica nunca le permitía ver sus historias, era hora de su medicina,el chico entró a la habitación, la chica alzó su mirada encontrándose con los ojos verdes del mayor. 

-Maddie, es hora del calmante. 

-pero, estoy bien, ¿Por qué? 

la voz de la chica se escuchó un poco rota, murmuraba cosas incoherentes, sin embargo estiró su brazo esperando que la aguja atravesara su piel. 

cerró los ojos esperando el pinchazo, el enfermero inyecto el calmante, y mientras este hacia efecto hablaban de temas tribales. 

cuando la chica comenzaba a dormirse dejó caer la pequeña libreta en donde escribía sus historias, cuando Maddie termino de dormirse se agacho un poco y tomó entre sus manos y ojeó algunas paginas. 

abrió las ojos como platos cuando vió lo escrito, leyó un poco mas y sonrió, al parecer el sentimiento era mutuo. 

nunca supo cuando comenzó a sentir algo por la chica, su ternura, carisma, como su nariz se arrugaba cuando estaba enojada, o tal vez como sacaba su lengua infantilmente cuando estaba en desacuerdo. 

Río un poco, se acercó hacia la chica y Quitó el cabello de su rostro, ella soltaba pequeños ronquitos y besó su respingona nariz. 

ella murmuro algo y siguió durmiendo. 

Maddie se levanto con un sentimiento de felicidad, se levantó y soltó un pequeño gemido de dolor cuando inconscientemente jaló su brazo. 

Adrián volvió a ingresar a la habitación, pero esta vez la chica estaba despierta, sonrío inconscientemente. 

-Adrián, tengo hambre- murmuró. 

el chico soltó una carcajada y saco de su bolsillo trasero un chocolate. los ojos de la chica brillaron un poco, amaba el chocolate. 

tomó el chocolate entre sus manos y lo abrió, metió un poco en su boca y grito de satisfacción. 

-¿Quisieras salir?- Maddie toció, ahogándose con el chocolate y el chico corrió a ayudarla. 

-¿Salir? 

-Si, como a una cita, solo que en el hospital - tronaba sus dedos en señal de nerviosismo. 

-¿Como amigos? - pregunto un poco decepcionada. 

- Como novios. 

y ese fue el comienzo de una hermosa reacción, tal vez el era el soporte que la ayudaría a olvidar todo aquello que la atormenta. 

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Peligrosa Atracción ✓ [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora