𝐈𝐈

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 —𝗕ien, Hunter, te preguntaré por última vez...

—¡No, basta!—sus súplicas fueron ignoradas, el único hombre entre los hijos Blight ya estaba en posición para volver a atacarlo.

—Si tanto sufres, dinos: ¿Qué es lo que sabes sobre nosotros? ¿Por qué nos espías?

Le dieron unos segundos para responder, pero él iba a tener la boca cerrada aunque eso implicara morir... Entonces Luz le dio la señal a Edric y él volvió a usar sus dedos para causarle esa horrible sensación de dolor y risa a la vez al ubicarlos en sus costados y hacer como si fueran pequeños picos que causaban más incomodidad que espinas reales.

No podía controlar su cuerpo así, porque sin importar cuánto se esforzara la risa salía escandalosa y él se retorcía sin poder escapar. No sabía cuánto duraría, creía que su voluntad era más fuerte, pero no podía respirar bien y estaba seguro de que se desmayaría más pronto que tarde.

Al diablo.

—¡Me... rin... rindo! ¡Está bien!—le costó demasiado hablar, al menos le dejaron recuperar el aliento aunque mientras podía escuchar cómo sus secuestradores contenían la risa—¿Qué les parece tan gracioso? En verdad son sádicos, no esperaba que fueran capaces de torturarme...

—Vamos, exageras.—Luz era quien parecía disfrutarlo más con notoria malicia—¿Quién diría que eres débil ante las cosquillas?

Así que así se llamaban, luego se vengaría.

—Habla ya, si crees que ganar tiempo te ayudará estás equivocado.—Amity era la más seria y decidida en ese momento, respetaba esa actitud, pero estaba metiéndose tanto en sus planes que se estaba haciendo tedioso.

No sabía si era buena idea confesar lo que sabía, pero no podía aguantar más de esas terribles "cosquillas". Se calmó un poco pensando que al fin y al cabo si podía informarle al emperador no habría pérdida, sólo perderían un factor sorpresa que de todas formas se perdió en el momento en que lo descubrieron en el pueblo horas atrás.

—¿En serio les sorprende que vigile al grupo de fenómenos que ha atacado más de una vez al aquelarre del emperador?—no se contuvo, dejando que el veneno saliera en sus palabras—Tras la misión de la sangre de titán estamos más cerca del día de la Unificación, y como el Guardia Dorado es mi deber vigilar que nada lo estropee.

—Es... es un buen punto, ¡pero aún así! No hemos hecho nada que vaya contra el emperador... recientemente.—replicó Luz.

—Oh, claro, lo siento. ¿Cómo no lo supe antes? Esconderse en un bosque luego de hacer daños y rebelarse en público ante el emperador debe ser la solución para evitar ir a prisión. Espero que nadie más se entere del gran truco.

Las caras de Amity y Luz lo decían todo, se alejaron a discutir en voz baja y así pudo esquivar más preguntas sobre la información que en verdad tenía.

Por otro lado, los mellizos Blight seguían vigilándolo. Edric fue el primero en acercarse aprovechando el momento.

—No hay rencores por las cosquillas, ¿verdad?

—Sí, los hay.—le miró mal, ¿qué esperaba?

—Vaamos, sólo hacemos el deber de hermanos mayores.—intercedió Emira, apoyándose en su hermano para ver a Hunter con un puchero, y su mellizo la imitó—Nosotros queremos entrar al aquelarre del emperador, de hecho.

Eso lo sorprendió, pero hizo como si pensara lo contrario. Analizándolo bien era lógico, los hijos de familias poderosas siempre aspiraban a lo mismo.

—En ese caso no seré parcial, pero no puedo prometer que mi humor sea tan bueno como para dejar esto pasar.—terminó por ceder un poco, tenían un punto—Mientras se mantengan alejados de los problemas a diferencia de esas dos.

𝕿𝐡𝐞 𝖔𝐫𝐭𝐞𝐭 𝖆𝐝𝐯𝐞𝐧𝐭𝐮𝐫𝐞𝐬. | TOHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora