Capítulo 4

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Narra Ennoshita

Caminé lentamente hacia ella, pero cuando ya estaba a la mitad del camino, mis piernas dieron la media vuelta y regresaron al bebedero escolar. Estaba muy nervioso.

¿Cómo debía presentarme ante ella?

Opción 1: Caminar hacia ella y reprocharle sus acciones del día pasado. Es decir, ir al grano.

Opción 2: Caminar hacia ella para después hablar sobre lo sucedido. Sin enojo en la plática.

Opción 3: Llamarla desde donde yo estaba para después hacer una plática casual y resolver el asunto.

Opción 4: Acercarme a ella y quedar el día de mañana para platicar con más calma. Ya que en algún momento el entrenador Ukai podía llegar.

Decidí por la opción tres.

– ¡¡Oye, chica que está en el árbol!! – no me hizo caso – ¡¡Hey!! – ninguna reacción.

Pasé a la primera opción, no tenía mucha paciencia en aquel momento. Me remangué las mangas del suéter y caminé con absoluta confianza hacia ella.

Al estar justo a lado del árbol, me aclaré la garganta y dije mis líneas con molestia. Para que se notara mi verdadera intención.

– ¡Al fin te encuentro, chica de tercer año! – crucé de brazos – ¡no estoy para rodeos, así que necesito que me des una explicación ahora que tengo tiempo de sobra!

Me fijé que ella no me respondía, de hecho, ni siquiera me volteaba a ver. Pensaba que lo había hecho todo mal, lo más seguro era que ella también estaba enojada o tal vez ella ya no quería estar involucrada en el asunto.

Pero yo necesitaba respuestas, así que, pasé a la opción dos.

– Yo lo siento, no quería incomodarte o recordarte la vergonzosa situación de ayer – me recargué sobre el árbol y observé las hojas de este mismo – sinceramente me tomaste por sorpresa y bueno, ni siquiera te conozco.

Sin respuesta, esto se estaba poniendo tenso. Así que decidí tomar la opción cuatro. Quedar con ella en algún momento de nuestro horario escolar.

– Discúlpame si insinúo que estás enojada o estresada, pero sinceramente me gustaría hablar contigo con un poco más de calma. Como verás, yo estoy en el club de vóleibol y mi entrenador se le hizo tarde. Te digo esto porque ya no quiero que el entrenador me deje hacer ejercicios extra.

– ¿Cómo debería desarrollar esta escena?

La voz de la chica me había tomado por sorpresa, tampoco comprendía su respuesta ante mi argumento.

– ¿Disculpa?

Me puse al frente de la chica. Ella no despegaba sus ojos sobre la libreta; y la mano en donde ella tenía agarrado el lápiz, en la parte donde estaba la goma rosa, lo hacía golpear sobre su libreta.

En el momento que ella se acomodó un mechón de cabello por detrás de su oreja, hizo la aparición de unos auriculares pequeños...

* No me digas que... ¿¡No escuchó ni una palabra de lo que dije!? *

Todos los planes que había hecho segundos antes habían sido en vano, y lo más vergonzoso fue que había estado hablando solo todo este tiempo.

Iba a comenzar a hablar pero me dio curiosidad sobre lo que ella estaba escribiendo. Me puse a lado de ella (aún sin percatarse de mi presencia) y me agaché para poder leer. La libreta estaba llena de taches y garabatos, la letra no era del todo legible.

Sonrisas que enamoran (Ennoshita x Lectora) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora