Sonrisas que enamoran (Ennoshita x Lectora)

Capítulo 5

[ Antes de encontrarse a Ennoshita...]

Narra TN__

La historia que estaba escribiendo era una sobre la aventura de dos policías comunes, que por azares del destino, se vieron involucrados en la presencia de un homicidio.

Esa era la idea principal, o al menos que lo cambiara por unos mafiosos o inclusive que la época sea del siglo XIX. Pero si lo hacía de este último, se podría confundir con una copia barata de Sherlock Holmes y John H. Watson. Por supuesto que tenía el principio, pero el desarrollo era lo que se me dificultaba. Ni siquiera la música que se reproducía en el mp3 me motivaba.

El diseño de los personajes también hacía que pensara en lo difícil que sería para hacer los vestuarios, ya que para el maquillaje yo tenía la habilidad pero de la costura no. Al menos que se compraran un traje, pero...

– ¿Cómo debería desarrollar esta escena?

Golpeaba la goma del lápiz con rapidez sobre la libreta para obtener ideas que no llegaban. Me estaba desesperando un poco, trataba de proyectar la historia en mi mente mientras que mis ojos repasaban las letras ya escritas en la libreta.

¿Los personajes debían de morir? ¿Debían fallar en la misión? ¿Acaso el asesino debía de estar en sus narices? ¿Tenía que ser una historia épica?

A pesar de estar perdida en mis pensamientos, me percaté de que una sombra se asomaba en mi libreta y que a la vez sentía el roce en mi hombro.

Dejé mis pensamientos a un lado y me voltee para verificar lo que era. Al estar volteada, me fijé que la persona que se había pegado a mí era nada más y nada menos que un chico.

– ¿Eh?

El chico al escucharme, también volteó su cabeza a mi dirección. Los ojos cafés del muchacho se agrandaron mientras que un rubor aparecía en sus mejillas.

Antes de que dijera una palabra, el chico retrocedió como un cangrejo y se desequilibró en el proceso. No entendía nada de lo que estaba pasando.

Cuando se sentó, su rostro todavía seguía rojo y su mirada estaba viendo hacia otro lado.

– Yo... ~ – apenas lo podía escuchar. Su aspecto avergonzado era muy tierno.

– Qué lindo eres.

Solté, no me daba vergüenza en decírselo a una persona que no conocía. Su rostro seguía expresando esa mezcla de sorpresa y timidez.

– ¡No estoy para bromas! – el enojo del chico no hacía más que darme ternura.

– En serio, eres un chico lindo.

Los gritos graves de otra persona se escucharon a la distancia. Aquel chico se levantó, mientras que yo me despedí con la mano y él simplemente se fue. Nuevamente me puse el auricular en una sola oreja mientras escribía en otra hoja de la libreta.

La inspiración había llegado con nuevas ideas, con otra historia. Un género que no tenía demasiado conocimiento.

¿Y si hacía un cortometraje de romance o comedia?

Iba a empezar a escribir hasta que recordé que tenía una visita con el presidente de mi club. Vi la hora de mi reloj de mano y me había pasado tres minutos.

¡Si llegaba un minuto más tarde, se enojaría más conmigo!

Metí la libreta en mi mochila y me incorporé rápidamente mientras caminaba con prisa para llegar al edificio.

* ¡Dios, el tiempo se está pasando demasiado rápido y sólo pude crear el principio de la historia! *

– ¡¡Oye!! ¡Espera! – me detuve y giré para ver a la persona.