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"Una Extraña Petición"

Eres un Beta. Eres un cero a la izquierda. Nunca encontrarás a una pareja destinada, porque no tienes.

Eso es algo que había escuchado toda su vida. Por parte de conocidos, lamentablemente por parte de familiares, por parte de algunos que creyó amigos.

La maldita etiqueta de ser Beta iba marcada en su sangre, a donde sea que vaya. Y por más que quisiese, no lo podía cambiar.

Ser rechazado por la sociedad solamente por su subgénero era algo que detestaba, que se dejasen llevar simplemente por las etiquetas que supuestamente hacen a un Beta, Beta. Que ellos eran meramente los acompañantes de los Alfas u Omegas.

Hay veces en las que odiaba profundamente como era, deseaba no ser rechazado cuando tenía un amor el cual sabía que siempre sería platónico.

Deseaba poder cambiar su subgénero, o saber algún día que se sentía tener una pareja que no te rechace por ser Beta, o que se sentía poder oler la feromonas que los Betas no tenían. Hay veces en las que deseaba ser un Alfa para marcar a alguien.

Recordaba que cuando era niño no le importaba mucho y siempre decía que conseguiría una gran pareja y que la trataría de la mejor forma posible, al parecer se equivocó. Ahora sabía que nunca estaría con alguien.

Siendo honestos, a sus diecisiete años ya había perdido la total esperanza de poder estar con alguien sin importar el subgénero.

...

Caminaba tranquilamente por las calles de Shibuya, en dirección a su establecimiento escolar. Ya había dejado a Luna y Mana en el suyo, se aseguró de vigilarlas hasta que entraron cada una a su salón.

—¡Mitsuya! —Escuchó de repente a lo lejos. Se dio vuelta y sonrió.

Su amigo Manjiro venía corriendo hacia él, como todos los días hacía. Y tras de él venían dos tórtolos; Ken y su hermana Emma.

Extendió los brazos para poder recibirlo como ya estaba acostumbrado a hacerlo. Volvió a sonreír más ampliamente cuando el peso de el Omega Dominante cayó sobre él, lo sostuvo fuerte para evitar balancearse y caer.

—¡Cuánto tiempo verdad!

—Pues no mucho, sólo el fin de semana. Aún así me alegra mucho verte.

—¡Verdad que sí! —Se separó y estiró la espalda. Miró a los otros dos, aún seguían demasiado lejos. —¡Kenchin, apresúrate y mueve tu caparazón maldita tortuga! —Gritó pero ninguna atención recibió por algunos de los dos, estaban demasiado metidos en su burbuja de amor.

—Y Draken finalmente marcó a Emma ¿verdad? —Se volvió al camino con Mikey a su lado.

—Sí, y desde que eso pasó ya casi no me prestan atención. ¡Sólo me ignoran mientras se aman mutuamente! Es un horror.

—Ya lo creo. —Respondió mirando al frente, sabía muy bien lo duro que era para el Sano que lo ignoraran tan obviamente.

—Sinceramente me da algo de envidia, que Emma haya sido marcada antes que yo... ¡O sea, estoy feliz por ellos! Pero quisiera saber que se siente tener al fin la marca de quien has estado esperando literalmente desde el día en que naciste. Quisiera conocer a ese alguien, y en cuanto entablemos nuestra primera conversación, saber que somos el uno para el otro, que somos el Alma Gemela del otro. —Susurró lo último pateando una pequeña piedrilla. —Recuerdo que cuando me enteré de que ellos dos eran una pareja destinada me sorprendí bastante en realidad, además de que Emma llevaba tiempo ya enamorada de ese tótem estúpido, es obvio que me pone feliz. —Observó como el rubio sonreía, era obvio que estaba feliz por su hermana y su mejor amigo, él era un buen hermano y amigo, aunque estaba consciente de que habían veces en las que podría no ser el que deseabas. Sin embargo, eso era la menor parte del tiempo.

—Es lindo de tu parte estar feliz por ellos. Por otro lado, el tema de enlazarte con alguien tampoco se debe tomar muy a la ligera, Mikey. Tienes que esperar a la persona indicada, ya sabes, a tu destinado, no es como tú dices, encontrar a un Alfa y que te marque así como así. No, es mucho más complicado. Antes yo creo que deberías considerar que, en vez de conocer a alguien nuevo, podrías tratar de ver si lo encuentras en tu entorno, no solamente en el escolar, sino también en los lares que frecuentas, en donde ya tienes gente conocida. Quien sabe, seguramente por allí lo podrías encontrar.

—Si pero...

—Mikey. —Lo tomó de los hombros para que volteara a verlo, era un agarre delicado. —Eres un Omega Dominante, hay literalmente muchos Alfas que matarían por estar contigo, no es algo común encontrar a alguno. Sé que por ti mismo, y esperando, encontrarás a ese Alfa. Y no solamente a un Alfa, tal vez sea Beta, tal vez Omega, hay muchas probabilidades. Y en ellas también está el que no haya nacido aún, o el que haya nacido mucho antes que tú. O también puede que esté muerto, no lo sé. Te lo vuelvo a repetir, es complicado.

"¿Por mí mismo...?" Pensó en cuanto fue soltado, quedándose quieto en ese mismo lugar. "No podré por mí mismo..."

—¡Mitsuya!

—¿Eh? ¿Qué? —Respondió algo exaltado, pues estaba a punto de entrar a la escuela pero ese grito lo detuvo.

Mikey corrió hacia el de ojos lavanda, esta vez no saltó sobre él.

—¡Tú vas a ayudarme a encontrar a mi Alfa destinado!

—¿Qué? —Repitió, esta vez alargando un poco la e un poco por esa extraña petición.

••°••

el primer capítulo ya está aquí uwuque está corto pero bueno,,, que opinan? no sé mucho (ರ·ರ) pero igual me gustó JDLDJKFF (*´▽'*)

¡Espero que les haya gustado!

Si te gustó no olvides dejar tu >☆<

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Ayudando A Un Omega [MitsuKey]-[En Emisión]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora