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Advertencia de agresión sexual a mediados del capítulo. Si eres una persona demasiado sensible recomiendo que te abstengas de leer la escena.

"No Debí Dejarte"

Luego de un rato ya, se reincorporó en el pasto, estirándose con sus negros ojos cerrados.

─¡Mitsuya!

─¿Sí?

─¿Podemos continuar mañana con la búsqueda de mi Alma Gemela? Hoy quiero pasar el rato así, es bastante relajante, y con tu compañía es mucho mejor.

─Claro, podemos detenernos y continuar cuando tú lo desees. —Respondió aún recostado en el pasto, manteniendo sus ojos cerrados.

Manjiro se había quedado sin qué más decir, solamente observaba con atención el rostro de su amigo. Se le notaba calmado, manteniendo una pequeña sonrisa en sus labios, sin querer abrir sus ojos aún.

Comenzó a divagar. Recorría aquellas finas facciones lentamente, y de seguro, por primera vez desde que lo conoció, se dio cuenta de que Takashi es bastante guapo. Con su cabello lila, con sus cejas del mismo color y rapadas. Con su atractiva voz, que a pesar de no ser un Alfa, estaba bastante seguro de que haría lo que le ordenara.

─Oye. ─Se sacó a sí mismo de su ensoñación cuando se dio cuenta de que lo estaba mirando demasiado.

─¿Qué ocurre? ─Abrió de forma leve un ojo para poder mirarle.

─Hace calor, ¿me compras un helado? ─Fue lo único que pudo decir, pues no lo había pensado muy bien cuando lo llamó, y eso simplemente fue lo primero que salió de su boca.

─¿Un helado? Claro. ─Se levantó y tomó su mochila, revisando el dinero que traía, comprobando que llevaba suficiente como para comprar más de cinco helados si fuese necesario. ─¿Algún sabor de preferencia?

─Hm... De menta, con chispas de chocolate. ─Lo miró desde abajo tras hacer la petición.

─De acuerdo, vuelvo en unos minutos, no te muevas. ─Al recibir un asentimiento por parte de Mikey le sonrió y comenzó a caminar en dirección a la tienda más cercana.

Pensaba solo en Manjiro. Mentiría si dijera que no sintió aquella oscura mirada sobre él, la cual atentamente lo recorrió por unos muy lentos minutos recién.

Si lo repasaba bien, los últimos días con Mikey habían sido mucho más unidos de lo habitual, probablemente por la promesa de ayudarle a encontrar a su persona destinada, aunque ciertamente antes de haber hecho ese pequeño acuerdo ya estaban mucho más pegados de lo normal, se preguntaba el porqué. Sí, su relación con Mikey siempre fue bastante estrecha, más cortesía del rubio que suya.

Recuerda que cuando apenas llevaban unas dos semanas de conocerse, el chico ya era demasiado hostigoso. Pidiéndole que lo llevara de paseo, o yendo sin siquiera avisar a su casa en donde convivía con sus hermanas. Pronto aquello se hizo costumbre, aunque le costó bastante se acostumbró a la forma de ser de Manjiro y le terminó agarrando todo el cariño que le tenía hasta el día de hoy.

Pero, si había algo que le inquietaba, y es que por alguna razón su sentimiento de profundo cariño por Mikey se sentía diferente, no hallaba la forma de explicar aquello, pues ni él entendía qué ocurría.

Estaba demasiado sumergido en aquellos pensamientos que con suerte se dio cuenta de que ya traía en su mano el helado que pidió Mikey. Debía apresurarse, el helado podría comenzar a derretirse. Además de que seguro alguien está impaciente esperándolo en el parque.

Ayudando A Un Omega [MitsuKey]-[En Emisión]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora