Sunflower | C. K.

02

Una vez de vuelta a casa, Sol pudo darse una corta ducha y cambiarse, decidiendo ponerse una falda negra con una crop pegado al cuerpo blanco con una luna en medio. Se puso encima una sudadera grande blanca con cremallera que apenas dejaba ver unos pocos centímetros de la falda por atrás.

Sus conversé blancos fueron reemplazados por unos botines negros con tacón bastante alto.

La bocina del coche de Cam la aviso de que estaban listos. Sol salió de su cuarto, agarró las tres bolsas con comida que su abuela le ofrecía.

—Adiós abu— saludo después de darle un beso en la mejilla.

Camino rápidamente hacia el coche donde ya estaban ambos hermanos.

—Hola Brin, ¿cómo estás?— preguntó amablemente Sol, dándole una bolsa de papel llena de galletas y brownies, después dejó un beso en la mejilla del chico, sonrojándolo—. Abu hizo pasteles esta mañana, demasiados, este es para ti, y estos dos son para mí y Cam. Te los guardo yo, tú conduce.

—Hola Sol, muy bien, dile gracias a tu abuela y si puede adoptarme, cocina genial.

Respondió con la boca llena por una galleta, después se puso sus cascos y empezó a escuchar música.

Se encontraban en un silencio cómodo, no tenían que hablar para sentirse bien con la compañía del otro.

—Pero estoy aquí y me pagan— empezó a cantar Brin desde los asientos traseros, sacando una risa divertida a la otra rubia—. En las calles peligrosas de Pali, los frikis de los jeeps no juegan.

—Hey, Brin— intento llamar su atención su hermano—. Sé que puedes oírme.

Pero la chica continuaba en su mundo cantando. Cam prendió la radio y una canción, a un volumen demasiado alto empezó a soñar.

Cam se estiró para atrás para quitarle sus auriculares, recibiendo un grito de su hermana, quien apagó la música del coche.

—¿Por qué escuchas esa mierda todo el tiempo?

—Jordan Van Draanen no es una mierda. No has oído sus otras canciones.

—Okey. ¿Cuáles son sus otras canciones?— preguntó en respuesta Cam, en un tono desinteresado.

—Aún no las ha grabado.

—Hey Brin, no es por darle la razón a tu hermano, pero eso, eso no suena como una canción que podrías escuchar todo el día sin que te duela la cabeza.

Sonrió con pena la rubia en dirección de la menor.

—¡Sol!— gritó esta.

—Ese es mi nombre, ¿si Brin?— respondió divertida la nombrada.

—¿Tú no hiciste canto? ¿Por qué no cantas algo?

La chica miró al chico en el asunto de piloto, preguntándole con la mirada si lo molestaba.

—Sí, cantamos algo que no sea esa muerda Val.

La cara asombrada de Brin al oír el apodo que le dijo Cam causo una risa en la muchacha.

—¡Canta "God is a woman" de Ariana Grande!— exclamó la niña después de salir de su entusiasmo.

💛

Las primeras dos horas de matemáticas pasaron rápidamente para la rubia. Entre saludo y saludo, consiguió encontrar a Anna.

—¡Te eché tanto de menos!— exclamó abrazando a la chica.

Su pelo pelinegro estaba suelto a los lados de su cara, dándole un aspecto más despreocupado.

—¡No tanto como yo!

—¿Con quién viniste? Cancelaste mi invitación de llevarte con el coche.

Un puchero adorable se formó en su cara.

—Vine con mi vecino...

—¿Está bueno? ¿Es lindo? ¿Te trata bien? Porque si te trata bien ya no importa si es lindo— hablo demasiado rápido Anna, apenas entendiendo algo, Sol sonrió.

—Es lindo, me gusta y si, Anni, me trata muy bien.

—¡Te gusta! Quiero todos los detalles...

El sonido de su teléfono con una notificación la interrumpió.

—Oh, mira, es Padgett, es amiga de Quinn.

—¿Ella es la chica que estaba con ese cantante?— preguntó Sol mientras se sentaban en uno de los muchos bancos.

—Hola Sol— saludo una chica que pasaba, recibiendo de su parte una sonrisa adorable y un "Hola Kie".

—Si, lo encontró engañándola.

—Eso tiene que ser horrible.

—Sí, es horrible Sol, y todo el mundo sigue amando a ese tipejo mientras que se burlan de ella.

—Odio a ese tipo— mordió de una galleta con cara de enfado, algo que parecía adorable para Anna.

—Sí, vamos a ver a Quinn, están por aquí.

💛

Ambas chicas llegaron detrás del grupo de tres, Sol quiso ir directamente a saludar, pero Anna al oír de que estaban hablando la paro.

Un poco más lejos, en el mismo patio, Sol observó como Cameron era salpicado por el milkshake de un estudiante rubio.

—Es un total desastre— oyó cómo hablaban de él, causando que ponga atención a su conversación—. Raro, arrogante, antisocial. Genial.

Ambas chicas soltaron un sonido parecido a una risa.

—Quinn— llamó la atención la rubia—. Te eché mazo de menos.

—¡Sol! Dioses, estás igual de linda que hace meses.

Se abrazaron fuertemente.

—Hola— saludo Anna con una sonrisa falsa—. ¿De qué estabais hablando?

—Padgett y Alden pusieron una apuesta, Padgett tiene que cambiar radical al chico Kweller y para ganar tiene que conseguir que sea el rey del baile— la emoción no la pudo esconder mientras contaba todo Quinn, pero al ver las caras de ambas chicas se apenó—. Siento haberlo dicho, pero son de confianza, no dirán nada, ¿a que no?

—Claro que no, ¿por quién nos tomas Q?— respondió antes Anna, evitando que Sol diga algo que la perjudique.

Quería a su amiga, pero no podía proteger a todos.

A este paso acabaré la fic en menos de una semana, tengo asta el cap 4 listo y estoy tan emocionada por lo que pasa, ayyyy grito.

¿Que les pareció?