S| "El es como un girasol con ella, siempre busca su luz"
Puede que Sol Velasco parezca la típica chica engreída que poseía cada instituto, y puede que esto suene muy cliché, pero ella era especial. Era un sol que todo el mundo amaba u odiaba.
Es s...
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—Cam— exclamo cuando vio al chico bajando las escaleras junto con su amiga—. Nisha, ¿cómo están?— pregunto con una sonrisa, como si no hubiera amenazado a Padgett segundos antes.
—Muy bien Val— respondió primero el chico, al ver que su amiga se quedaba con la boca abierta al ver a la mismísima Sol Velasco frente suyo.
—Me invito Quinn al karaoke con piscina que celebra este sábado, me preguntaba si quisieran venir conmigo, sería divertido, ¿no?
—Claro— respondió sin parar a pensarlo Cam, algo que sorprendió más a la morocha.
Cameron quería pasar más tiempo con la rubia, y eso lo captaban todos quienes paraban a mirarlos.
—Acabas de aceptar, sin pensarlo, ¿una invitación para una fiesta en la piscina?— empezaron a andar de nuevo, dejando al pobre chico en medio—. Wow, no me esperaba eso de ti Cameron.
—Si Cameron, ¿qué bicho te pico?— se burló junto a Nisha de él.
—Hola, chicos— la voz molesta de Padgett causo que Sol pusiera los ojos en blanco molesta.
—Em... ¿Hola?— pregunto Nisha sin saber muy bien si hablaban con ellos.
—Quería decirte gracias por lo de esta mañana— hablo esta vez en dirección a Cameron, confundiendo a Sol, la cual no tenía idea de lo que estaban hablando—. Mi culo me duele mazo, apenas y puedo caminar. Las cosas se pusieron... em sucias.
Los puños de la rubia se estaban poniendo blancos por la fuerza que ejercía en ellos. Más cuando esta guiño un ojo como una idiota.
—Contexto, por favor— pidió con una sonrisa tensa Nisha.
—Le di una lección de cabalgata— explico vagamente Cameron.
—Seguro que si— si no fueran por los nervios que la chica poseía en esos momentos, seguramente Sol se reiría de la cara cómica que tenía Nisha todo este tiempo.
—Cabalgata a caballo— aclaro mejor este.
—Y como agradecimiento, hay una fiesta de karaoke este sábado en casa de mi amiga Quinn, esperaba que pudieras venir.
—Si, ya me lo digo Sol— respondió un poco incómodo.
—Claro que te lo dijo, espero veros ahí— se despido agitando dramáticamente su pelo.
—La odio—gruñó sin poder contener de dar un pisotón.
—Espera, Sol Velasco, la chica que todos aman y la que solo ofrece amor, ¿odia a Padgett? ¿Qué viene? ¿El final del mundo?
Molesta, Sol camino hacia su próxima clase, sin responder a la pregunta burlona de Cam.
💛
Ese día de viernes fue una mierda para Sol.
Lo único que alegro su tarde fue la invitación de Cam para ir a un parque de flores, quería hacer unas fotos, además de pasar un tiempo con la rubia por la que empezaba a tener sentimientos.
Sentimientos mutuos cabe decir.
Su vestido veraniego de flores rosas y blancas se movía por culpa de la prisa. Sus pasos bastante silenciosos es sus converses se oían por la casa, estaba buscando como desesperada su pulsera de la suerte, la que siempre llevaba puesta, pero desde que volvió de la escuela no lo encontraba.
El timbre de la puerta principal resonó por toda la casa, asustando a la chica. Fue a abrir la puerta, encontrándose a Cam con su camera fotográfica colgando de su cuello.
—Hola, ¿estás bien? Tienes cara de perdida— pregunto preocupado este una vez observo bien el rostro de Sol.
—Estoy buscando la pulsera que me regalo mi abuelo antes de morir, pero no la encuentro. Me odiaría con la vida si no la encuentro— suspiro cansada Sol.
—Hey, ven aquí— agarro su brazo, arrastrándola en un abrazo reconfortante, donde la chica pudo oler mejor la colonia de este—. Si es una pulsera azul con un dije de una estrella, la dejaste en la chaqueta que te preste hoy, Val.
—Dioses, gracias Cam, me siento tan idiota ahora— suspiro contra su pecho, no quería deshacer el abrazo, se sentía tan reconfortante en sus brazos.
Tan querida como nunca antes.
—¿Nos vamos?— susurro después de darle la pulsera y ayudarla a ponérsela. Estaban demasiado cerca.
Sus narices estaban a nada de tocarse. Los azules ojos de la chica se juntaron con los de color miel de Cameron, una conexión como nunca antes se hizo entre ellos.
—Cam— susurro Sol sin poder aguantarse, se acercó más, sus narices tocándose esta vez.
—¿Si Val?— pregunto de la misma manera, acercando su cara más a la de la chica.
—Bésame.
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No creo que estén listos para los próximos capítulos.