One-shots Tokyo Revengers (Male reader)

Hanemiya Kazutora

ALERTA DE SPOILER
ACLARACIÓN: FUMIYA ES EL APELLIDO DEL LECTOR

Entrando en aquella prisión siendo revisado por los guardas antes de entrar en una habitación para visitas con un cristal de por medio, tomó asiento en aquella silla que era bastante incómoda pero por unos veinte minutos la aguantaría por hablar con la persona que había ido a visitar

En frente suyo se sentó Kazutora, con sus manos sobre sus piernas manteniendo la mirada baja sin querer mirarlo

-Mírame, Kazutora-pidió en un susurró suave-Puedes ignorar todo lo que quieras mis cartas pero si estoy en persona no lograrás que me quede pasando veinte minutos viéndote mirar el suelo, quiero que me hables-

Sus palabras fueron ignoradas completamente logrando hacerlo molestar frunciendo el ceño

-Maldita sea, Hanemiya Kazutora, mírame ahora-ordenó con un tono molesto en su voz porque estaba cansado de ser ignorado en sus cartas que jamás eran respondidas o en sus visitas

-¿Por qué sigues viniendo?-su ojo visible se dirigió hasta que pudo verlo completamente-Pensé que lo deje claro la primera vez-

-No seas idiota, no te abandonaré-sentenció-No algo que puedas decidir, si yo quiero me quedaré hasta el fin del mundo por ti porque para eso están los buenos amigos, ¿no?-

-Siempre terminó lastimando a mis amigos, _____-dice con una mirada afligida-Jamás he hecho algo bueno por mis amigos, solo arruino todo-

-Pero lo arreglas, por algo te disculpaste con Mikey-señaló sintiéndose su corazón destrozarse por la imagen de su amigo que siempre terminaba mal-Todos cometemos errores, pero lo que importa es que los arreglemos con toda la buena intención sincera-

-Pero aún así...¿quién me asegura que no te he lastimado ya mucho a ti?-le miró con ojos llorosos-Te lastime muchas veces al estar cegado, fue malo contigo-

-Pero te disculpaste-repitió con firmeza-Lo hiciste con toda la sinceridad en tu ser, aunque tomó su tiempo te he dado mi perdón por todas esas acciones estando ahora aquí para apoyarte hasta el final, porque empezamos juntos y terminaremos juntos-

Unas traicioneras lágrimas bajaron las mejillas de del mechas rubias que apoyó su frente del cristal, apoyando así mismo su palma en el mismo

-No merezco esto-se lamentó mirando al contrario que había apoyado su frente al otro lado del cristal posando también su palma notándose que la de Fumiya era más pequeña-No merezco que seas bueno conmigo-

-Nadie merece estar solo, Kazutora-susurró con suavidad deseando que aquel cristal no existiera para poderlo abrazar, para intentar reconfortarlo-Por eso estaré contigo el tiempo necesario hasta que salgas de aquí-

-Serán muchos años, vas a aburrirte-

-El tiempo pasa volando cuando estás con tus amigos-

((•••))

-¡Kazutora!-exclamó con suma felicidad el muchacho de hebras rubias corriendo a los brazos de su amigo abrazándolo fuertemente-Te dije que los años se pasarían volando-

-Como siempre tienes razón-rió correspondiendo el abrazo notando que un auto los estaba esperando a ambos-¿Quién es?-

La ventana del vehículo se bajo dejando ver Chifuyu, haciendo un movimiento de mano saludando al recién salido Kazutora que devolvió el gesto algo confundido, pensaba que ese chico le odiaba por haber apuñalado a Baji

-Súbanse, perras-ordenó señalando el interior del vehículo-No podemos dejar la tienda de mascotas cerrada mucho tiempo-

-¿Tienda?-el de cabello largo dirigió sus ojos al de menor estatura

-Necesitas un buen trabajo para ahorrar para un buen hogar, mientras tantos vivirás conmigo-respondió acercándose hasta el auto de su amigo-Bienvenido al equipo, de ahora en adelanta serás un trabajador de nuestra tienda de mascotas-

-Aunque claro que primero deberá darse un baño, aspecto a horrores-el de cabellos azabache con lados rapados arrugó su nariz burlándose un poco

-Maldito-se quejó levantando su dedo del medio

-Me gusta tu cabello largo, antes tu cabello parecía una racimo de plátanos-alago el de hebras pelirrojas

Chifuyu casi se ahoga por aguantar la risa, mientras que Kazutora le metía un codazo

-¿Unos plátanos?-se quejó-¿Qué clase de insulto es para mi cabello?-

-Perdón, perdón, no me pegues-le empujaba para evitar sus duros codazos

((•••))

Para la tranquilidad de Fumiya sus dos amigos se mantenían en una buena relación, parecían muy buenos amigos con su amistad unida posiblemente por la muerte de Baji, unidos por un buen amigo que buscaba por mejor para los dos antes

-Tienes el cabello larguísimo-cortaba las puntas de aquel cabello antes de aplicar el producto en las mechas amarillas del mayor-También está bastante suave-

-Sabía que envidiabas mi cabello-sonrió con pleno orgullo

-Antes no, ahora si-

-Ignorare ese insulto-señaló con mirada acusadora-El olor del tinte me marea-

-Solo espera un poco-se lavo las manos antes de acercarse nuevamente-Keisuke se siente atraído por el papel aluminio-mencionó señalando al felino de pelaje negro que estaba mirando fijamente los mechones de uno de sus dueños con bastante insistencia

-Tengo miedo de que se me lance encima como la otra vez-se echo para atrás

Cuando Fumiya había encontrado al gato recordando a su difunto amigo Baji lo adoptó, apenas llegó mostrándole el gato a su compañero de casa el felino le saltó encima por su cascabel, desde entonces cada que le tenía en la mirada era peligroso

-Es idéntico a Baji, atacando a todos de la nada-miró mal al gato que chilló mientras estaba en posición de ataque

-Keisuke está notando tu mala vibra-apenas terminó de hablar el gato salto sobre el pobre Kazutora

-¡NOOOO, DÉJAME GATO DEL DEMONIO!-maldecía mientras trataba de quitarse al gato que le arañaba la cara-¡AAAAAAHHHHH!-

Una media hora después estaba el pelirrojo curando las heridas del gato a su amigo de cabellos azabaches con mechas rubias, las manos de Kazutora rodeaban su cintura suavemente sin ser notado por ____ que estaba bastante atento a curar correctamente los rasguños

Al terminar fue atraído en un abrazo por parte del contrario, dejando su cabeza apoyada en una de sus hombros, con sus manos correspondientes el gesto acariciando la espalda del contrario que sentía un pequeño remolino en su estómago