One-shots Tokyo Revengers (Male reader)

Hayashida Haruki

Esa tarde llegó hasta el pequeño restaurante que sus padres en la planta baja de su hogar viendo que habían unos cuantos clientes, tuvo que subir para cambiarse de ropa bajando saludando a sus progenitores viendo que su padre se estaba preparando para salir

-____, necesito que me hagas un favor-pidió el hombre acercándose hasta su hijo

-Dime-responde sabiendo que debe ser algo importante

-¿Podrías quedarte atendido a los clientes? Me ha salido una llamada sobre un socio que está interesado en la idea del restaurante en el nuevo edificio-explica con rapidez notándose sus nervios

-Está bien, papá, solo no te lleves a mamá porque sabes que soy terrible para cocinar y no quiero espantar a los clientes-sonrió un poco, sabiendo que la última vez en la cocina por poco quemo el negocio en su práctica de "Como cocinar en caso de tener que hacerlo"

Su madre le prohibió encender la cocina, porque ni un huevo frío sabía hacer estando la posibilidad de morir de hambre sino tiene algo aparte de cereales, ramen instantáneamente u otra cosa que pueda cocinarse sin fuego o comer sin un proceso

-Encárgate de ello-dijo antes de salió de la tienda, el menor se colocó el delantal negro tomando aquel bloc de notas para los pedidos viendo como un grupo de chicos con uniformes negros llegaban tomando dos meses juntándolas con cuidado

-¡Tengo hambre!-se quejó un chico rubio gordito como si fuera un niño

-¡Yo también tengo hambre!-se quejó acompañándolo otro rubio pero de cabello largo de estatura pequeña

Peinado su cabello con una mano guardando la bloc en el bolsillo del delantal tomando varios menús acompañados de unos platos de pedidos para ciertos clientes que dejó con una sonrisa, se acercó hasta la mesa de los uniformados dejando un menú para cada uno

-Buenas noches, aquí los menús, vuelvo en unos segundos-avisa encaminándose nuevamente hasta aquel espacio donde su madre deja los platos de comida dándole a la campanilla para avisar que terminó

Estando en la caja se encargó de recibir el dinero de las personas que terminando su comida abandonan el establecimiento, llevando otros pedidos a los clientes aparte de limpiar las mesas que fueron abandonadas dejando los utensilios ensuciados en la cocina en el fregadero, se acercó nuevamente a la mesa del grupo de chicos al notar como un chico rubio de trenza alzó un poco la mano para llamarlo

-¿Listos para pedir?-sacó aquel bloc de notas

Anotó cada pedido quedando algo atontado por todo lo que esos chicos pueden comer, acercándose hasta su madre entregándole el pedido que tardó un rato en salir mientras estaba encaminándose por el restaurante atendido a los demás clientes recibiendo las propinas deseadas. Cuando la comida estuvo lista comenzó a salir de forma sucesiva llevándola hasta los chicos entregando todo de forma perfecta sin accidentes

A la hora de pegar fue un poco desastroso porque cada uno tenía cierta cantidad de dinero, quien le dio una propina fue el chico rubio teñido rellenito que agradeció con una sonrisa pequeña

((•••))

Unos cuantos días más tarde estando nuevamente como mesero pudo visualizar al chico rubio, se extraño de no verlo con los demás chicos de la última vez pero se acercó dejándole el menú volviendo a los minutos cuando el chico rellenito le llamó mirándole con sus ojos oscuros

-No puedo decidir, ¿Alguna sugerencia?-pregunta mientras ve los brillantes ojos del menor

-El ramen nocturno es buenísimo-es uno de sus platillos favoritos hechos por su madre-Acompañado de un arroz frito es un diez sobre diez-