Hanma Shuji

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No esperaba visitas esa noche, en lo absoluto, estaba durmiendo cómodamente en su adorada cama cubierto con sus sábanas favoritas disfrutando de la noche de descanso para su cuerpo. Todo eso fue interrumpido por un maldito azabache de mechón rubio, tocando su timbre como desquiciado, pareciera que lo estuvieran persiguiendo para arrestarlo

Con el tiempo, Fumiya aprendió a ignorar esos toques en su timbre que son insistentes, no dejaría que el desgraciado de Hanma arruinará su buen sueño pero sus sentidos se agudizaron alarmados por una persona entrando por su maldita ventana, sacó aquella navaja escondida en su lámpara en su mesita de noche tirándolo hacía la ventana

Jadeo por aquella figura alta entrando por su ventana como todo un ladrón, buscó el cuchillo bajo el colchón pero tropezó golpeándose la espalda al caer, levantó el cuchillo en alto alterado

¡¿Qué mierda se metió ese loco?!

-¡Te apuñalaré si te acercas, maldito!-exclamó con su cuchillo en alto notando la figura alta detenerse, escuchando la risita maliciosa de Hanma

-Quería hacer una visita nocturna, lindo~-se levantó con dificultad encendiendo la luz de la lámpara

-Maniático de mierda, si tuviera un arma te disparaba por entrar de esa forma a mi jodida casa-amenazó acercándose hasta el interruptor de la habitación para mirar mejor al contrario

Todo golpeado

Suspiró pesadamente negando con la cabeza

-¿Qué putas hiciste?-interrogó con poca paciencia, algo usual de su parte tomando en cuanta su malhumor por haber sido despertando a esas horas de la madrugada

-Divirtiéndome un poco-respondió simple alzándose de hombros

-¿Y qué haces en mi maldita casa?-su pie golpea el suelo varías veces teniendo su ceño fruncido, tiene tantas ganas de apuñalarlo, aún podía, seguía teniendo el cuchillo en su mano apuntándole

-Sabes curar heridas mejor que yo-contestó sin preocupación ante los movimientos descuidados del azabache con aquel cuchillo

Parece que quiere apoyarlo, qué gracioso

-Jodido imbécil pedazo de mierda fastidiosa-masculla puras maldiciones apretando sus dientes cerrando sus ojos por unos segundos antes zarandear el cuchillo una vez más-Harás que te corte la yugular ahora mismo-amenazó con frialdad

-No seas cruel, te daré cariño a cambio-indico abriendo sus brazos pidiéndole un abrazo pero al ver el movimiento del cuchillo cerró sus brazos

-No quiero tu estúpido cariño, dame dinero-exige con una mirada molesta-Si me pagas lo consideraría-

-Te pagaré con amor-dijo nuevamente

Esos ojos negros perforaron su alma ocasionando un escalofrío que estremeció todo su cuerpo, nadie quiere ver esos ojos molestos, es una completa maldición para sus enemigos verlo así de enojado

Levantó sus manos queriendo paz, ____ se detuvo en su intento de apuñalarlo luciendo el mismísimo demonio por aquella expresión oscura

-Te daré todo lo que traigo en la cartera-responde levantándose un poco para sacar aquella magullada cartera pasándola a las manos del menor

Fumiya revisó contando en dinero que tenía asintiendo, aceptó curar sus heridas por todo ese dinero

-No urges en mis pertenencias, te cortaré los dedos si lo haces, Hanma-advirtió antes de buscar un botiquín de primeros auxilios

Hanma prefiere hacer caso, no quiere tener que lidiar con unos dedos cortados o algo peor

Fumiya puede ser alguien de dar amenazas, pero no lo hace con propósito de solo asustar, en muchas ocasiones esas amenazas las cumple para demostrar que no deben molestarlo

Hanma no quiere comprobar nada, sin querer escuchar una amenaza donde su pene esté involucrado, eso sí le causaría terror

Su pequeño enfermero volvió con una taza de café, dejó esta sobre su escritorio abriendo el botiquín de primeros auxilios para tratar las heridas del azabache de mechón rubio, Fumiya sabe cómo curar heridas por sus conocimientos médicos gracias a sus padres, ambos son doctores de alto prestigio trabajando en una ciudad vecina

Por ello su ausencia en la vida de su hijo único

Terminado el proceso de curar las heridas, ____ alcanzó la cartera de Hanma para sacar el dinero que pidió anteriormente guardándolo entre sus pertenecías, tomando su taza de cabeza intentando no tirarle el café encima al azabache de mechón rubio por haberle despertado a esas horas

-¿Me puedo quedar a dormir?-la pregunta hasta ofende, Fumiya cerró sus ojos unos segundos

No es una buena hora para explorar

-En la habitación de invitados-se encaminó hasta el lugar antes dicho acomodando la cama dejándolo en la habitación ordenándole que se bañara porque estaba demasiado sucio

No quería que ensuciara las sábanas

Cerró la puerta de la habitación de invitados yendo hasta su propio habitación, lavó aquella taza donde había tomado café antes para acostarse en su amada cama cerrando bien la ventana pensando que debería cambiarle el seguro, no le parecía bueno que cualquier persona pudiera entrar por su ventana

Menos por la madrugada que el susto sería mayor

((•••))

Hanma despertó estirándose en la cama de invitados, no siente dolor en sus heridas levantándose de la cama para salir de la habitación bajando las escaleras notando que eran las tres de la tarde, durmió mucho

Entró en la cocina encontrándose con el azabache dándole la espalda, preparando el desayuno con movimientos perezosos tomando en cuanta que tomó dos platos para servir la comida, no ignoro su presencia en el hogar dándose la molestia de prepararle desayuno

Le gustaba la idea de verlo preparar el desayuno, un desayuno para dos personas

-No le eches veneno a mi comida, por favor-pidió sacando una de las sillas del comedor para sentarse

-Ya estaba pensando en echarle veneno de ratas-revela entregándole el plato de comida en frente suyo pasándole lo utensilios que usaría para comer-¿Café o agua?-

-Café-recibió una taza de café, el aroma es embriagante

El olor natural de Fumiya, siempre huele a café

-¿No te enseñaron modales? Pareces un animal comiendo, Hanma-comenta disgustado porque parece que come de forma desastrosa para molestarlo-¡Deja de hacerlo para joderme la paciencia!-

-Sabes que me encanta verte molesto-el contrario rodó los ojos restándole importancia a sus palabras

-Entonces te encantará cuando esté golpeando, desgraciado, no creas que ignoraré tu llegada nocturna por mi ventana como todo un demente-

Fue un buen desayuno juntos

One-shots Tokyo Revengers (Male reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora