One-shots Tokyo Revengers (Male reader)

Hanagaki Takemichi

Fumiya escuchó la larga historia de su amigo Takemichi que apareció en su hogar lleno de múltiples golpes en su rostro, apenas preguntó el causante de aquellas heridas el joven rubio se hecho a llorar libremente contando lo sucedido

-Así que terminaste con Hina-chan-sintetizó toda la información otorgada mientras una mirada llena de tristeza se instalaba en su rostro-¿Sucedió algo en particular para ese resultado?-

-Me siento atraído por otra persona, estaba siéndole infiel estando pensando en esa otra persona, no quería que eso continuara así que le pedí que nos viéramos para intentar terminar todo de la mejor manera para evitar conflictos por quedarme con la boca cerrada-explicaba detenidamente el de hebras rubias

-Aún así un corazón roto duele sin importar el final-aseguró el muchacho de hebras azabaches-¿Ella te golpeó?-

Con un vago asentimiento el contrario contestó

-Odie haberla hecho llorar, puede que no me siga sintiendo atraído por ella pero aún así me sentí horrible al verla llorar-la mano de su compañero le dio palmadas en la cabeza terminando de curarles sus heridas

-Eso es porque eres una buena persona que no quiere lastimar a los demás, Takemichi-le dio una sonrisa tratando de calmarlo dejando que sus ojos se llenaran de amabilidad y compresión-No muchos actúan así de rápido cuando se percatan de que sus sentimientos han cambiado sino que van hasta lo más hiriente del asunto, lo que hiciste fue sincero y lo correcto-

-Gracias-intentó sonreír pero tenía un ligero dolor punzante en su mejilla

-Te tráete un medicamento para calmar el dolor, aunque te quedarás dormido todo un rato, ¿no tienes problemas con eso?-le miró mientras que buscaba en aquel pequeño botiquín una tableta en específico

-¿Sabes sobre medicamentos?-preguntó al verlo sacar una pastilla que le entregó tomado un vaso llenándolo de agua-Gracias-

-Mis padres adoptivos son doctores, me educaron para saber que hacer en cualquier caso-respondió mientras veía al rubio tomar la pastilla junto al agua-Es una cápsula así que hará efecto con mayor rapidez-

-Bastante conveniente para alguien que ha estado en pandillas-dejó el vaso de lado mirando como el menor arreglaba todo para guardarlo

-Cuando estaba en Tenjiku me encargaba de cuidar de los demás, en parte pandillero en parte doctor-se alzó de hombros sentándose al lado de su amigo-¿Y me dirás quien aquella personita especial?-ahora sus ojos se afilaron con curiosidad constante

-¡Oh!-se sobresaltó sintiendo sus mejillas sonrojarse-¿No me verás como un rarito si te lo digo?-

-Si es por tener un gusto variado te recuerdo que no tuve problemas hace unos meses para estar con Inui-recordó aquella relación que terminó en buenos términos siendo amigos nuevamente como si nada

-Cierto-asintió recordando aquel enorme detalle-También me está gustando un chico, desde hace unos días me di cuenta de esos sentimientos-

-¿Lo conozco?, ¿el de tu universidad?, ¿o es de la pandilla?-preguntó ahora reiteradas veces

-Muchas preguntas, Fumiya-kun-habló con sus mejillas algo sonrojadas mirando hacía todos menos  a aquellos ojos marrones de su acompañante

-Puedo escuchar cada respuesta depende de lo largas o cortas que sean-mencionó con una sonrisa entretenida

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Sus respuestas sólo fueron puros tartamudeos poco entendibles, pero con el pasar de los días entendió quien era el dichoso chico afortunado de tener a sus pies a Hanagaki

-¿Qué hay, Take?-estaba vistiendo con una ropa casual para una salida casual con su amigo-¿Preparado para una enorme salida donde no sabremos qué hacemos por todo Shibuya?-

-Pequeño resumen específico correcto-señaló riéndose un poco-¿Tienes algún lugar donde quieras ir?-

-Hagamos un mapa-sugirió teniendo aquella idea en mente-Cada uno tendrá su turno para ir hasta un lugar de su preferencia, así los dos estaremos conformes con la salida, ¿no?-

-Me gusta como suena eso-asiente-Empieza tú-

Tuvieron una larga salida por toda Shibuya, yendo a lugares que fueran del interés de cada uno dándose cuenta de que sus gustos eran bastante parecidos disfrutando cada momento, terminando en un parque sentados en los columpios a pesar de sus dieciocho años estaban jugando en aquel parque como unos niños de seis

-¡Y aquí voy!-de un salto el de hebras azabaches teñidas cayó un poco alejado del columpio

-¡Diez de diez!-alabó el rubio saltando también aunque por un pequeño instante se tropezó siendo atrapado por su compañero

Subieron hasta el tobogán tirándose quedando sobre el césped, riéndose sin importarles que algunos les vieran como una estos que no actuaban acordes a su edad impuesta pero los dos disfrutaban de estar con el otro

-Pensaba que el único que sería capaz de acompañarme en hacer estupideces en un parque de niños sería Mikey, pero parece que encontré una nueva persona-el de hebras azabaches se enderezó tomando la mano del rubio con una sonrisa-¿No te gustaría seguir robándoles los columpios a los niños conmigo?-

-Suena cruel, pero contigo suena divertido-afirmó su agarre en la mano ajena

-Me gusta eso de ti, Takemichi-sus ojos le miraban con completo cariño que iba hacía lo romántico-En serio sabes cómo enamorar a las personas sin proponértelo-tomando su nuca le acercó juntando sus labios por un breve instante dejando impactado al contrario

-¡¿Tu gustas de mi?!-hablaba sumamente sorprendido, sus mejillas parecían tomates enormes

-Lo supe unos días después de lo sucedido con Hina-chan-no era para nada ciego como otras personas en el amor

-Son demasiado obvio-se golpeó así mismo en la frente-¿No crees que es estúpido?-

-Lo creo-responde sincero levantándose jalándolo del brazo para que también se pusiera de pie-Pero incluso eso me gusta de ti, tenemos a querer a la otras personas incluso con sus peores aspectos, porque así funciona el gustar de otros-

-Eres demasiado bueno para las palabras-besó sus labios en un gesto valiente-Me gusta todo de ti, ___-

Los dos se abrazaron dejando que sus corazón se sintieran bañados por la hermosa sensación de un buen amor que esperaban fuera duradero, aprovechando cada momento hasta que el final llegue