Picos

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-ya es tarde! , deberías irte a tu casa o tu esposa se dará cuenta - le dijo su amante.


Ya te dije que ella no se dará cuenta... - respondió enojado el hombre que se encontraba sentado en el sofa.


-ella no... pero mi marido sí, Vete ya! - le volvió a decir y lo saco entre jalones.


debería de dejar a su marido, soy mejor que él después de todo... mierda ya se me hizo tarde!- se dijo asi mismo y entre enojo pateo unas bolsas de basura que se encontraban en la calle, al ver que le faltaba mucho para llegar a su casa decidió tomar un camino mas corto.


 -bueno tendré que cortar camino. 


Pero al seguir su camino vio una calle fría y oscura, acercándose a uno de los postes de luz, decidió meterle una patada para ver si asi se arreglaba, para su buena suerte, esto funciono y el poste se prendió.


- perfecto!... -exclamo, contento por su gran obra y siguió caminando.


Después de una caminata continua  miro que aun faltaba mucho ... 

-Aún falta mucho para llegar a casa... expresó con una voz algo cansada.

El hombre siguió su camino... cuando de pronto la sombra de dos personas cautivo su atención. ellos vestían de negro un traje muy elegante, para un lugar tan pobre. Era algo raro encontrar personas por ahí, ya que la ciudad quedaba algo lejos, Mientras más subía la mirada se dio cuenta que tenía un rostro algo diferente. Cómo que sus cabezas no encajaban con su cuerpo. Ellos tenían picos en la cara. El hombre se quedó sin palabras al verlos, aquellos hombres de elegante ropa voltearon a verlo, abrieron sus picos y soltaron un gran chillido, el hombre asustado sin saber qué hacer miró a todos lados, mientras se tapaba los oídos con las manos, el sonido era demasiado fuerte, si se quedaba ahí iba a morir, cuando aquellas cosas empezaron a acercarse. el hombre entró en temor y con las únicas palabras que salieron de su boca exclamó


Mierda! y salió corriendo, el sentía que por más que corriera ellos seguían detrás de él parecían no cansarse aquel hombrecillo corriendo. llegó a una tienda y se escondió entre las puertas mirando de reojo si esas cosas se acercaban.

El dueño de la tienda al verlo asustado Y pálido, se acercó a él a preguntarle... estás bien?, mientras tocaba su hombro. el hombre algo paranoico le dijo, ahí vienen... tenemos que cerrar la tienda o nos mataran.


el dueño de la tienda algo confundido pensó que esto se trataba de una broma, Así que no le tomó importancia. El hombre aún con miedo salió corriendo, Pero él aún estaba exhausto, sí abrazado de un poste mientras tomaba aliento para seguir corriendo y vio como aquellas cosas entraban en la tienda y mataban al señor, ya que su cadáver salió volando de Aquel lugar hasta el costado del hombre. 


El hombre tomó impulso y salió corriendo, ya faltaba poco para llegar a casa pero parecía que las piernas no le daban para más. Esas cosas parecían acercarse a pasos muy largos pero él no se rindió y siguió corriendo. 


Llegó a casa y buscó sus llaves pero los nervios eran más fuertes que ni siquiera lograba acertar la llave en la puerta, después de tantos intentos la llave entró y el hombre desesperado la abrió y cerró la puerta, tan fuerte Qué hizo resonar las ventanas. 


Aquellas cosas haber llegado hasta su casa, el hombre muy asustado veía tras su puerta de vidrio mientras lloraba con desesperación. 


Vio como poco a poco se acercaban pero al momento de llegar a la puerta una luz potente lo cegó. al día siguiente... despertó en la puerta de su casa, miró por la ventana pero ya no había nadie tan sólo un día soleado.



Cortos de terrorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora