𝕳𝖊𝖞, 𝖑𝖎𝖙𝖙𝖑𝖊 𝖌𝖎𝖗𝖑

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12 de febrero, de 1997



T/N Grindelwald

Luminosos rayos de sol sé posaron sobre mi rostro, anunciando que era un nuevo día, de mis labios salió un leve gruñido tratando de cubrirme completamente con las blancas y delgadas sábanas, así tratando de volver a conciliar mi descanso, pero mi intención fue desalmadamente interrumpida por mi madre y la señora Malfoy.

- Cariño, el desayuno está listo, al igual que tus maletas e inscripción.- Dijo mi madre mientras abría por completo las cortinas.

- ¿mis maletas? ¿Para que?.- Hable entre bostezos, sentándome y estirándome.

- Para ir a Hogwarts querida, por supuesto.- Agregó Cissy con una sonrisa encantadora.

- Perdonen, pero estoy realmente confundida, son las 6 de la mañana, y creo que no es un buen momento de explicarme algo así cuando apenas estoy despertando.-

- Vamos cariño, se hará tarde, y Draco está esperándote.-

- ¿Mamá? ¿Por lo menos escuchaste algo de lo que acabo de decir?-

- Se que te quejarás, así que por favor solo obedece T/N, ve a darte una recuperadora ducha, todos nosotros te esperamos en el comedor.-

Ella no quizo explicar más, tan solo se fue junto a Narcissa, claro, no sin antes dejar un pequeño beso sobre mi frente, después de aquello tan solo quedé en un total caos y desconcierto por lo apresurado y alarmante que fue aquel curioso momento.

Al estar ya en completa razón me levanté de la cómoda cama dirigiéndome después al cuarto de baño; mi rostro pálido y expresión sería se reflejaban en el espejo del lavabo.

- ¿Así que "obedecer"? Jodanse.- me dije a mi misma con una sonrisa en mis labios.

Busque entre mis pertenencias una falda, con un largo "adecuado" entendía que podría ser algo muy lejano a la elegancia y pulcritud, me daba completamente igual, lo que pensase mi padre, mi madre, Narcissa o Lucius, y mucho menos Draco, en este momento lo único que quería era demostrar que no soy y jamás seré una muñequita de porcelana la cuál podrán manejar a su antojo.

Mis pasos dieron inicio hasta el cuarto de baño, encontrando unas tijeras fácilmente, coloqué la falda sobre el tocador posicionando mis dedos encima de esta, calculando el corto que deseaba que fuese.

Sin más corte con mucho cuidado, dejando caer al suelo varios trozos de tela, por fin logré mi cometido y aquella blanca falda plegada era aún más corta, sonreí ante aquella rabieta cometida.

Debía apresurarme, el momento de irme a "Hogwarts" estaba por llegar, así que apresuradamente me desnudé seguido de meterme a la ducha, autorizando que las gotas tibias cayeran sobre mi cuerpo ahora mojado; así mismo los minutos pasaron en aquel baño, hasta que al final salí, mis pies mojados humedecían el piso de marfil de aquella habitación, tome mi ropa íntima logrando así quitar la toalla que me cubría y tener total libertad al cambiarme.

La falda que ahora era realmente corta hacía que mis piernas lucieran de forma atractivas al igual que la blusa del mismo color con hombros totalmente desnudos y escote sencillo qué aunque no me percaté de usar brasier igual hacía que mis senos sé notasen frágiles, mientras me aseguraba de que no esté fallando algo en mi atuendo mirándome frente al espejo.

Ya no tenía mucho tiempo de maquillarme, ni tampoco peinarme así que cómo pude solo coloqué rímel sobre mis pestañas, un poco de labial y brillo, con mi cabello solo lo dejé tal y cómo estaba, no sin antes pasar el peine sobre este garantizando que no se enredase con el paso del día de hoy.

𝕻𝖊𝖗𝖋𝖚𝖒𝖊 (𝐷𝑟𝑎𝑐𝑜 𝑀𝑎𝑙𝑓𝑜𝑦 𝑦 𝑡𝑢́)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora