CANCELADA HASTA NUEVO AVISO
MMPV| ❝porque no puedo más vivir sin vos me muero de dolor ya no puedo pensar, mi corazón todo me habla de vos❞
donde heaven colucci
vuelve de su viaje en
francia, encontrándose
con nuevas amistades
que pondrán al élite...
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———(🩰🤍🎤)———
— PERO LUJÁN, ¿CÓMO NO TE VAS A PRESENTAR PARA EL GRUPO DE BAILE? — pregunto Marizza a la rubia.
Tras el incidente del equipo, Spirito había comprado y regalado al grupo uno muchísimo mejor (de esos que usan en los shows), y con eso había conseguido un nueva audiencion.
— No me gusta bailar, y menos si me tengo que bancar a esas imbeciles
— Nah, che, no seas así — dijo Luna, limpiando un marco de fotos — Mía no es mala, se los digo en serio.
— Mi hermana no es que sea mala, Luna tiene razón. Mia es... malcriada, caprichosa, insoportable, histérica, pero buena mina. — dijo Heaven, asomandose por el balcón, mientras acomodaba su campera. Al ser viernes, podían ir vestidos como quisieran, y la pelirosa no desaprovechó eso.
Se vistió con un short de jean, un top de tirantes con pequeños cuadritos verdes y blancos, y sobre eso una campera negra dos talles más grandes.
— Aparte, pobre, sufrió mucho.
— ¡Otro punto para Luna! — grito la mayor, peinandose
— Esto era de su mamá. Es lo único que tienen de ella. — mostró el marco Luna.
Heaven volvió a asomarse, y miró el marco desde arriba. Sonrió levemente, y volvió a lo suyo.
— Ay, tiene cara de nada, igual que una de sus hijas — dijo Marizza — Me refiero a Mia, eh — aclaró.
— Ya sé — rodó los ojos Heaven divertida.
— ¿Ves como le patinan los frenos? ¿Cómo va a tener un portaretratos sin fotos?
— No tenemos fotos de nuestra mamá — explicó la pelirosa — Y si hay, nuestro viejo no nos las quiere dar.
— Pobres, se criaron solas y sin conocerla. — le dijo Luna.
— Si, pobres. Con el padre millonario, viajan por todo el mundo. — dijo Luján con ironía.
— Eh, hola, Luján. Heaven Colucci, hermana de Mía, tu amiga, ¡hola! — dijo la chica, bajando las escaleras.
— Perdón, perdón. Pero tengo razón.
— La plata no hace la felicidad, Luján. Te lo digo yo. Y crecer sin una mamá, es complicado. Lo deberías saber. — se acostó en la cama de Marizza.
— ¡Ay, por favor Luján! Mientras más seamos, más en el hígado le vamos a dar. ¡Tenemos que romper el grupo selecto! ¡Convencer a las chicas que quedar afuera! ¡Por favor! — suplico la pelirroja, volviendo al tema anterior — Ya sé como — se giro hacia Colucci — Vos nos vas a ayudar.
