Después del castigo, entendí que ciertas cosas no se hacen y agradecí la corrección para volver al buen camino. La relación con mi Profesora mejoró. No me guardó rencor por mis errores ni tampoco mostró desconfianza en su trato conmigo, lo que demuestra que tiene buen corazón y que me dio otra oportunidad para empezar desde cero, sin tenerme en cuenta la grave falla que cometí contra ella. Esto es más de lo que nunca nadie hizo por mí. Jamás me tuvieron paciencia cuando me equivoco, pero estas dos mujeres no tuvieron problema en perdonarme. Digo, aunque me castigaron, creo que otras personas ya me hubiesen echado y ellas me permitieron quedarme a pesar de lo que pasó.
Todo iba a cambiar en mi relación con Eyrín, puesto que ahora yo pensaba que, sin su guía, estaba en tinieblas. La Profesora era una luz para salvarme de mi propia oscuridad. Tenía miedo de mí mismo, de lo que podía hacerle a otras personas y de lo que podía causarme mi dejadez si una mujer como ella no estaba a mi lado para reprenderme, para motivarme, para darme impulso, para perfeccionar cada aspecto de mi ser. Me quedó más que claro que yo la necesitaba. Hacía falta que me tenga cortito, como dijo desde el principio. Me pareció chocante cuando se lo oí decir y, sin embargo, hoy le daba la razón. Nunca antes había progresado en mis habilidades y, gracias a ella, por fin sentía lo que era poder hacer algo bien. Necesitaba que me trate duro, que me obligue, porque yo no iba a esforzarme ni a llegar a nada por mi propia iniciativa. Aunque quizás nadie lo entienda, que me mande me resultó muy positivo y no puedo decir que Eyrín se aprovechara de su posición. Ambos compartíamos un objetivo: hacer de mí un ser humano útil, cortés, presentable y capaz.
La Señora consintió en que me tome el día libre para descansar y recuperarme de mi "indisposición" (así llamó al castigo recibido y a la falta de sueño).
Eran las cuatro de la tarde cuando me levanté, sorprendido por haber dormido tanto.
Al escucharme andar, la dueña de casa me llamó y me pidió que me siente al lado suyo en el diván.
-Con la empleada anterior, nos sentábamos a hablar. Corresponde que te quedes conmigo un rato, como ella hacía.
Nada quería más en el mundo que conversar con tan sublime mujer.
-¡Estaría encantado, de todo corazón!
La Señora me miró a los ojos varios segundos fijamente y, sosteniéndome la mirada, comentó, riéndose:
-¡Creo que cometiste un error, Paquita! Dijiste "encantado" y es "encantada".
Sin saber cómo reaccionar, sólo le contesté:
-¡Tiene razón, Señora!
Sus ojos seguían clavados en los míos y me intrigaba el motivo. Se acercó mucho, demasiado a mí. Podía hasta sentir su aliento dulce, el aliento de una chica hermosa y perfecta.
-¡Paquita, no me digas que todavía te seguís creyendo hombre! ¿Cómo es cuándo pensás? ¿Hablás en masculino o en femenino sobre vos?
Respondí de inmediato:
-Pienso en masculino.
Ella reaccionó con absoluto rechazo:
-¡Mal! ¡Muy mal, Francisca! Lo que tenés que hacer es siempre hablar de vos misma como mujer, incluso si estás pensando. ¿Lo vas a cumplir? Es para que podamos ser más cercanas.
Le sonreí y acaté la orden:
-¡Sí, Señora, por supuesto!
La rubia hizo gestos como de estirarse, aunque brevemente.
-Te quiero contar algo, Paquita, para que después no te sorprendas. No quería sobrecargarte con información, por eso no toqué el tema. Pero Antonio va a llegar en cualquier momento. Es mi novio.
![](https://img.wattpad.com/cover/280925049-288-k601874.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Mirá cómo te domino (antigua edición)
De TodoEs una historia especial para sissys, unas mucamitas sumisas sin voluntad, donde voy a darte todas las claves para que te transformes por dentro y por fuera, para que finalmente tengas una vida de placer siendo vos misma. Bajo mis órdenes, vas a apr...