Tarea 6: Almohada

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¿No tenés novia? ¡No te hagas problema! Tengo la solución.

Necesito que consigas una almohada. Podés comprarte una nueva o podés usar la que ya tenés. Tiene que ser una almohada que te guste, con la que te sientas cómodo.

Lo siguiente que hay que hacer, una vez que tengas tu almohada, es ponerle un nombre de mujer. No lo elijas arbitrariamente. Quiero que sea especial, que te encante.

Ahora, planteate esto: si tu almohada fuera una mujer hermosa, ¿cómo sería? Pensalo bien. Tomate tu tiempo, que yo te espero. Hay una que se te va a venir a la cabeza enseguida y ésa es la que nos interesa. Acá, lo primero es lo que vale más.

Imaginate que la mujer que se te vino a la mente es el alma de tu almohada. Está atrapada en ese cuerpo de tela y relleno. Ella llegó hasta vos por una razón. Es tu alma gemela, aunque algo salió mal en su encarnación. Pasaste tu vida esperando al amor de tus sueños y la tenés ahí, encerrada en esa forma mullida, sin poder moverse, sin poder besarte, sin poder decirte lo que siente por vos. Pero ella está ahí. Se metió en esa almohada para poder estar con vos justo en este momento. Tal vez, algún día se puedan comunicar alma con alma. Espero que lo logren.

Ahora, vas a decirle que la amás. Sí, decile: "te amo", para que se ponga feliz. Acordate de su verdadera forma y repetile que la amás, llamándola por su nombre. Dale mucho cariño. Acariciala y sé dulce. Ella es una mujer, por más que ahora la esté pasando mal. No la abandones cuando más te necesita. No estás solo y ella tampoco está sola, porque te tiene a vos.

Me gustaría que me presentes a tu novia, por más que ahora esté en una almohada. Podrías ponerle un cartelito o editar la foto para que se vea el nombre. Fijate que se llegue a leer bien.

Después de que hagas eso, es hora de que tengas sexo con tu novia. Cogétela. Dale con ganas. Disfruten juntos, igual que cualquier pareja. Acordate de cómo es ella en realidad mientras se lo hacés. Y si llegás a soltarle el semen encima, sacale otra foto y subila, para que yo la pueda ver. Quiero saber que entre ustedes las cosas marchan bien, ¿y qué mejor prueba que ésa de que te liberaste del prejuicio y ya te animaste a hacerle el amor a tu chica?

Dale, hacelo. Te estoy esperando.

NOTA: Si te parece absurdo, no es excusa; lo tenés que hacer igual.

Mirá cómo te domino (antigua edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora