♡Capítulo 5: Una bomba de tiempo.

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Al principio Ochako pensó que irían a un restaurante común, tranquilo, con comida deliciosa sin exagerar los precios, solo se quiso reírse al recordar que estábamos hablando de Todoroki, pero aún así se sorprendió al llegar al restaurante que estaba al otro lado de la ciudad en una de las zonas sumamente lujosa y cara.

En su adolescencia quizá no podría haberlo pagado, ahora podía darse el lujo de hacerlo aunque le doliera toda la vida ya que todavía podía llegar a ser demasiado ahorrativa.

—Yo invito. ¿Recuerdas? —Recordó Todoroki al notar su rostro. El estaciono el auto en el parking para así ambos ponerse sus lentes y gorras, no querían llamar tanto la atención aunque posiblemente con esto lo hacían aún más tratándose de esta zona que podría estar llena de paparazzis escondidos por la cantidad de famosos que venían por aquí, pero de alguna forma ocultaban su identidad.

—Aun así no quiero que cargues con toda la cuenta... —Mordió su labio inferior.

—Tranquila Uraraka, yo te estoy invitando. Si sientes que la cuenta es demasiado me lo dices para que lo carguen también a cuenta de mi padre. —Dijo como si nada.

—Eres terrible... ¡Eso es peor aún! 

—A mí me parece algo sumamente justo. —Pensó que bromeaba pero al ver su rostro sin algún rastro de diversión supo que lo decía en serio.

El chico del parking abrió primero a Todoroki para que así Todoroki fuera abrirle a la castaña, una vez que lo hizo le entregó las llaves del auto.

Todoroki podía ser serio, despistado, pero siempre solía ser muy caballeroso, a pesar de todo, sinceramente eso a cualquiera enamoraría…

Y no, no estaba enamorada de Todoroki, solo pensaba que ese detalle a otras personas que no fueran ella enamoraría.

Antes de entrar en el restaurante Ochako se detuvo al notar su vestimenta cuando se percató en donde estaba y porque todos estaban muy bien vestidos.

—¡Nunca me dijiste que vendríamos a un lugar como este! —Se quejó inmediatamente— ¡Mira mi ropa! —Señalo su ropa, unos pans color negro al igual que sus tenis y una blusa blanca de manga larga holgada porque ya empezaba hacer frío por las noches, era lógico tenías días de haber empezado diciembre y el invierno estaba a nada de entrar.

—¿Qué con tu ropa? Me gusta como te ves. —Mencionó Todoroki caminando hacia la entrada junto a ella, él no iba tan elegante aunque se veía mejor que ella. Llevaba un pans negro con una camisa blanca y unos tenis del mismo color. El se detuvo observando a la chica— Uraraka, te ves mejor que yo.

—¿Ahora lees mentes? —Pregunto. Todoroki solo negó divertidamente la cabeza para así abrirle la puerta del restaurante para que ella entrara primero y después él— Espera… ¿Este restaurante no es de reservación solamente? Ya que siempre suele estar demasiado saturado… —Todoroki estaba a punto de responderle pero fue interrumpido.

—¡Joven Todoroki! —Intervino una mesera caminando hacia ellos con una sonrisa desapareciendo al instante al notarla a ella y observar de arriba hacia abajo su vestimenta.

Gracias al cielo ocultaba un poco su rostro por lo que no podía notar que se trataba de ella.

—¿Recibieron mi reservación? —Pregunto Todoroki.

—Si. —Dijo con seriedad— Por favor, siganme. 

Ambos la siguieron caminando detrás de ella, en el restaurante no había mucha gente pero las que estaban los miraban de reojo y casi podía jurar que criticaban su vestuario que no era el más apropiado en este lugar.

Un maravilloso desliz. (TODOCHAKO).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora