🌸 único 🌸

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Los fuertes rayos de sol se colaban por las cortinas iluminando toda la habitación y como su cama estaba muy cerca de la ventana, la luz llegaba directo a su rostro haciendo incómodo el abrir los ojos

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Los fuertes rayos de sol se colaban por las cortinas iluminando toda la habitación y como su cama estaba muy cerca de la ventana, la luz llegaba directo a su rostro haciendo incómodo el abrir los ojos.

Emitió un gemido en forma de berrinche mientras estiraba su brazo por la cama intentando buscar algo para cubrirse de la molesta luz, encontrando una almohada cerca que sin pensarlo se la puso en el rostro. Sonrió al lograr su objetivo sin embargo su sonrisa se eliminó tan rápido como llegó siendo reemplazada por una mueca de asco y arrepentimiento.

Oh no.

Rápidamente alejó la almohada de su cara observando lo que temía, esta tenía una mancha grande, viscosa, blanquecina y fría en el centro.

-¡Ay! ¡No puede ser! -lanzó la almohada lo más lejos que pudo de la cama y de él, mientras se limpiaba de manera apresurada con las sábanas donde la mancha lo había tocado.

Se sentó en el colchón y miró hacia la puerta, que estaba al frente de su cama, Minho lo miraba con una sonrisa burlona, arrimado en el marco de la puerta mientras sostenía en una de sus manos una taza con café humeante.

¿Hace cuánto tiempo había estado ahí viendo su desgracia?

-¿Por qué arrojas las almohadas? Pequeño niño malcriado -se agachó y agarró la almohada que había caído en sus pies.

-Está sucia aléjala, bótala, quémala o yo que sé, solo sácala de aquí -hizo un puchero mientras se acomodaba mejor en la cama.

Minho negó mientras sonreía debido a las ocurrencias de su pareja. Examinó la almohada así encontrando el "pequeño" problema por el cual Félix le hacía un berrinche.

Sonrió con malicia y se le ocurrió una idea:

Molestar a su bebé.

Dejó en una mesa la taza que tenía en la mano y agarrando la almohada con las dos manos se acercó a Félix a pasos lentos.

-¿Qué crees que haces? ¡Aléjate! -puso sus manos al frente moviéndolas de un lado al otro -¡Fuera! Minho hablo enserio, detente.

-No quiero -sonrió de lado y se lanzó en la cama aprisionando el cuerpo del menor bajo el suyo y le coloco la almohada en el rostro sin hacer presión.

-¡NO! ¡SUÉLTAME! QUITA ESA MALDITA COSA DE MI ROSTRO -sus gritos eran ahogados por la almohada mientras se retorcía intentando quitarse de encima al mayor.

-Te dejaré libre solo si prometes que no te volverás a comer mis cereales.

-¿Qué? ¡No! Puedes comprar todos los cereales del mundo y te quejas -Félix se detuvo un rato dejando de pelear.

-Vamos dilo bebé "Minho amor no me volveré a comer tus cereales" vamos.

-¡Pero puedes conseguir más! -se quejó.

-Félix no te escucho decirlo -canturreó. -¿Acaso quieres que siga restregando la almohada por todo tu hermoso rostro eh? -amenazó.

-Está bien, está bien lo diré. ¡Amor, mi vida hermoso no me comeré tus cereales!

-¿Lo prometes?

-Yo...

Minho comenzó a mover la almohada amagando en pasársela por toda la cara.

-¡Lo prometo! ¡Lo prometo! -gritó asustado.

-Está bien, me convenciste. -lo liberó dejando la almohada de lado.

-Eres un novio malvado -le reclamó el menor poniendo su mejor cara de enojo.

-Aún así me amas y no puedes negarlo mi vida. -dejó un beso en el precioso puchero de Félix.

El menor solo lo observaba en silencio y con los brazos cruzados sobre su pecho desnudo.

-Además, no sé de que te quejas -finalmente se retiró de sobre el cuerpo del menor -Si después de todo es TÚ "semillita de la felicidad", porque la mía terminó dentro. -acabó su discurso con un guiño y un montón de carcajadas.

-¡Cállate cállate! -lloriqueó poniéndose rojo de vergüenza -¡Eres asqueroso Lee Minho!

-Gracias por el cumplido amor, yo también te amo. -le dejó un beso y se bajó de la cama -iré a preparar el desayuno ¿necesitas algo amor?

-No, no quiero nada -se cubrió de pies a cabeza con las cobijas haciéndose una bolita.

-Sé que lo quieres, te haré un delicioso desayuno en una ofrenda de paz. Necesito que mi pequeño no esté enojado. -habló con una voz suave y amorosa.

Félix sonrió por lo bajo. Siempre que jugaban y él era el indignado de alguna u otra manera fingía enojo solo para que su novio le prepare comida deliciosa y le de muchos mimos.

Adoraba los mimos de Minho.

•••

Finalmente Minho se fue de la habitación no sin antes decir un pequeño "te amo" y mandar un sonoro beso volado, que Félix atrapó aún debajo de las cobijas, y se lo puso en los labios.

Cuando la puerta se cerró, indicando que su pareja se había ido a la cocina, salió de su escondite y buscó la almohada con la mirada encontrándola a su lado, sonrió mientras la agarraba entre sus manos.

La volvió a lanzar pero estaba vez por la ventana.

Todos lo créditos correspondientes a MoxhiMin y en verdad muchísimas gracias por dejarme adaptar está hermosa obra <3

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Todos lo créditos correspondientes a MoxhiMin y en verdad muchísimas gracias por dejarme adaptar está hermosa obra <3

Espero que les haya gustado mucho esta adaptación ¡gracias por todo! ( ˘ ³˘)♥

Pillow ► MinLixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora