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Deseos III

ꨄ︎ Cada ✨ son días, los cuales tienen que pasar para que se complete la semana para que Yuji obtenga lo que desea, la semana empieza desde el primer ✨

ꨄ︎ Amo como Sukuna trata a Yuji.

ꨄ︎ SukunaOG mi patrón.

"Debes ser bueno con todos, cada uno de ellos son importantes así como lo eres tú. Vive Yuji, vive y no te arrepientas de nada"

¿Qué valor tenían esas palabras? ¿Algún significado o solo era su abuelo y el recuerdo del mismo que lo perseguía?
¿Alguna vez en el transcurso de su vida... hubo un momento donde fue feliz? Sí, cuando estaba con su abuelo, cuando jugaba con él, cuando reían juntos.

¿Por qué ahora? ¿Por qué en ese momento? ¿Por qué?

✨

- Llegas temprano ¿No tienes clases,
mocoso?

¿Por qué de todas las cosas que pudo pedirle a un Dios, le pidió el morir y ser llevado con su abuelo?

- Hoy es domingo.- fue lo único que dijo para avanzar hacía dónde de encontraba Sukuna- no hay clases así que pensé que podía comenzar con la limpieza del santuario para que me concedas mi plegaria más rápido.

- Ahí hay una escoba, y cosas con las que puedes hacer el aseo.- señaló para que el menor pudiera ver las cosas y comenzara de una vez.

- Por cierto - Yuji se aproximó a tomar una escoba y después giro sus piecitos para poder ver a sukuna.- Mañana llegan niños nuevos a mi clase, tal vez ellos no sean como los demás.

- ¿Cómo los demás? ¿A qué te refieres? - aún seguía de pie, siguiendo a Yuji con la mirada y cada movimiento que hacía, era curioso ver a un niño tan decidido en querer morír. ¿Acaso los humanos eran tan simples? ¿Idiotas? ¿Fáciles de manipular?

- Los niños y niñas de mi clase dicen que soy un monstruo por el color de mi cabello, que mis padres no me querían y por eso me abandonaron, y que no me parezco a mis padres - Comenzó a barrer en el lugar donde estaba, escogiendo ese por lo sucio del lugar- ¡Es obvio! ¡No soy su hijo!

- ¿Y tú quieres amigos que te acompañen y no te digan que eres un pequeño monstruo? - preguntó.

- No - se detuvo- no quiero amigos si es que voy a ir con el abuelo...así que no quiero, es... No quiero.- apretó el agarre contra la escoba mientras continuaba con su trabajo.

Sukuna solo soltó una risita para darse la vuelta y dejar a Yuji, observó cada detalle de su santuario aunque ya lo conocía al derecho y al revés, tenía que ver en que partes Yuji tenía que limpiar, no era como si estuviera deteriorándose o cayéndose a pedazos, no, solo era polvo... Y recuerdos los que tenía que quitar.

La mañana era fresca y ellos dos lo sabían, la lluvia no había caído, por el momento pero las nubes grises estaba acumulandose en el cielo azul, Yuji seguía limpiando el lugar con mucha determinación, murmurando cosas mientras Sukuna lo observaba a lo lejos, era tan diferente de los humanos que había conocido, tan diferente, pequeño y con ese brillo que se fue apagando.

Se decía que los dioses podían saber y ver las emociones verdaderas de los humanos, y con ello saber si ellos eran buenos o malos pero no podía explicar lo que era Yuji, y eso le trajo un mal sabor de boca.