Capitulo IV

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-"¡Renegados!"- gritó Sasuke.

Su escudo emergió de su cuerpo para protegerle antes de que los guerreros Tonans pudieran atacar. Mirando a su alrededor, Sasuke notó que las hembras se habían dispersado en todas direcciones.

-"Maldita Sea."

Tardarían una eternidad en encontrarlas, ahora que estaban aterrorizadas y, a pesar de la clandestinidad y de que este planeta no era enorme, era lo suficientemente grande como para ocultar a unas pocas humanas petrificadas. El olor de su pequeña hembra Sakura sería el único fácil. Su esencia se había mezclado con la suya, su cuerpo ya la había reclamado. Pero las demás aún necesitaban algún tipo de protección contra estos cabrones.

El instinto puso a Sasuke y Obito espalda contra espalda, mientras se preparaban para luchar contra los Tonans. Una larga cola gris se deslizó hasta la pierna de Sasuke, él la pisó, rompiéndola por la mitad. El Tonan aulló de dolor. Unas largas garras se deslizaron sobre la armadura del Tonan y creando chispas cuando Sasuke y Obito se enfrentaron a sus oponentes.

-" Danos a las hembras y lárguense"- exigió un Tonan.

Sasuke le cortó el rostro en respuesta. Por un breve segundo, una pequeña salpicadura de sangre se filtró a través de una fina abertura en el escudo del Tonan antes de cerrarse y curar la zona. El Tonan rugió con furia y saltó hacia atrás, sorprendido. Extraer sangre en los primeros trazos de la batalla era una rareza.

-"Mi esencia se ha impreso en una mujer"- le gritó Sasuke -"Sabes lo que significa eso."

Los Tonans lo sabían. Eran parientes lejanos; el aroma de la emoción era todo para ambas especies. Significaba que la conciencia de Sasuke aumentada por una mujer era lo suficientemente fuerte como para darle ventaja en un combate. Y eso implicaba que también había aumentado la conciencia de su compañero guerrero. Los Tonans podrían pelear, pero no les ganarían en resistencia. No tenían la unidad ni el potencial para tener un potencial compañero como Sasuke. No podrían más que fracasar... algo que los Tonans detestaban.

-"Entonces toma a tu mujer y márchate"- escupió otro de los Tonans.

-"A menos que tengan refuerzos cerca que los vayan a defender en los próximos segundos, miserables, saben que eso no va a ocurrir"- gritó Sasuke y se lanzó al ataque, hundiendo las garras una y otra vez en el vientre del Tonan.

Se sentía revivificado por su impulso protector. Una sensación extraña y nueva, pero bienvenida.

-"Por supuesto que vendrán. Llegarán en cualquier momento."

Sasuke vio más de los colmillos de Obito y supo que estaba sonriendo. La cola del Tonan comenzó a crecer ante sus ojos, una señal segura de que estaba mintiendo. El Tonan aulló de frustración por haber sido pillado.

-"Entonces vamos a ver quién encuentra primero a su mujer."- espetó el Tonan, y los dos guerreros se fueron en diferentes direcciones.

La pareja saltó, aumentando la velocidad al pasar de árbol a tierra en un patrón de zigzag. Con su nariz hacia la suave brisa, Sasuke captó el olor de Sakura. El Tonan la mataría, intentando recuperar la ventaja. Sakura estaba en grave peligro. Peor aún, todas las mujeres estaban en peligro, los Tonans matarían sistemáticamente a cada hembra hasta encontrar a la que olía a las endorfinas de Sasuke. Era muy posible que las mataran a todas. Sería una tragedia seis hembras, seis compañeros posibles y parejas. Su líder, Cobra, se llevaría una gran decepción. La esencia de Sasuke había reclamado a Sakura. Incluso ahora, sintió que su escudo se preparaba y reajustaba para complacer las necesidades de su potencial pareja. ¿Cómo podía perderla justo después de encontrarla?

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