La Dama y el Forajido (Erron Black x Lady Dimitrescu)

Capítulo 11 : El primero de muchos pagos

El sol se alzo sobre el valle, inundado de luz y calor a todos los que moraban ahí. Como todas las mañanas, las sirvientas mayores organizaban el desayuno tanto para la familia del castillo como para el personal, obviamente priorizando a la de las sirvientas que a la familia Dimitrescu ya que ellas se despertaban varias horas más tarde que las sirvientas. Mariana y Olga despertaron a las sirvientas en general. Aunque ya no era necesario, pues las sirvientas veteranas tenían ya un reloj biológico, se levantaban justo a tiempo cuando Olga tocaba la campana para despertarlas.

Ya que todas las sirvientas fueron despertadas, Olga mando a Anna a despertar al nuevo sirviente que dormía en el antiguo cuarto de sirvientes masculinos, a Erron por su puesto. La joven Anna fue a despertar a Erron, ella toco la puerta un par de veces para escuchar la voz del hombre del otro lado de la habitación. Erron ya estaba despierto, y le dijo a la joven del otro lado de la puerta que en cinco minutos se les uniría al desayuno.

Después de un rato en el cual el primer grupo de Mariana termino la comida de los sirvientes, el resto del personal se reunió en el gran salón, algunas de ellas llevaban ropas de dormir otras sus vestidos de sirvienta mal puestos. El desayuno fue muy humilde, sopa de vegetales con café, un desayuno pesado para hacerlas rendir todo un día de trabajo hasta la noche.

Mientras que todas las mujeres se empezaban a reunir, una figura entro por la puerta, el destacaba entre ellas, era la única figura que tenia pantalones. Era el nuevo sirviente, era Erron Black, en su completo traje de mayordomo, tenia todos los accesorios que se le proveyó, los guantes, el mono y la pequeña toalla de bolsillo. Su rostro de veía fresco, su pelo bien peinado y forma de caminar muy altivo.

"Buenos días, señoritas" Dijo con una sonrisa Erron a todas las mujeres de la sala.

"Buenos días Erron, veo que realmente es cierto lo que dicen." – Dijo Mariana al ver a Erron en la sala, dejando boquiabierta al resto de las jóvenes. –"El traje hace al hombre".

El cambio fue realmente asombroso para ella, pues cuando lo vio por primera vez pensó que se trataba de un vagabundo, pero al verlo ahora, bien vestido e incluso mejor que las otras sirvientas en la sala la puso reflexionar sobre él.

"Ven y únetenos al desayuno, pues el día de hoy hablara mucho trabajo duro, en especial para ti." – Dijo Mariana invitando a Erron a sentarse en la gran mesa.

Erron tomo asiento junto a un lado de u par de sirvientas veteranas que no llevaban precisamente sus ropas de sirvientas adecuados. En cambio, de los uniformes, llaveaban camisones negros y ropa para dormir, para ellas no había ningún problema estar en esas ropas, pues estaban entre mujeres, pero la cosa cambio cuando un hombre forastero, de un rostro varonil, de un cuerpo claramente fornido y de una sonrisa cálida estaba entre ellas.

"Algún problema si me siento aquí?"- Pregunto Erron a las dos chicas. Estas claramente se sentían apenadas, pero las dos pensaron que sería más vergonzoso negarle el asiento, por lo que las 2 chicas asintieron.

Mientras un par de otras sirvientas repartían los platos con la comida del día, Marian dictaba las tareas del día, en su mayoría eran las más básicas que se podían esperar de una sirvienta, tales tareas como limpiar cuartos, lavar ropa, servir el te a las señoritas, etc.

Mientras Erron recibía su palto de sopa, la sirvienta Mariana le entregaría su tarea principal el cual era cortar los troncos de madera para convertirlos en lena para posteriormente depositarlos en las cajas de almacenamiento de las chimeneas.

Cuando Mariana termino de hablar, Erron asintió con la cabeza, pero ya no con la sonrisa cálida de la mañana si no con una expresión de alguien le desagrada su trabajo, para alguien como Erron, quien hace 1 semana estaba firmando contratos con Lores de la Guerra del EarthRealm para la venta de armas en nombre del Emperador Kotal Kahn, ahora sería un humilde cortador de lena de un castillo perdido para civilización moderna.