Cap 14. Un recuerdo agri-dulce del pasado

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Eran las 10 de la noche en la villa, en castillo para ser exactos. La Lady y sus hijas ya habían cenado y estaban en sus aposentos haciendo sus cosas favoritas. Una vez que todas las obligaciones se habían cumplido, los sirvientes podrían cenar y descansar, sin embargo, todas las noches habría un grupo de sirvientes que harían la guardia en caso de que su señoría o sus hijas requiriesen algo. Normalmente la guardia duraría hasta la 3 A.M y la segunda guardia de las 3 A.M hasta las 6, cuando el resto de sirvientes empezaran funciones.

"Esta noche se quedarán de guardia los siguientes..." – Empezaba decir la sirvienta mayor Mariana.

Mariana dijo los nombres de los sirvientes que se quedarían despiertos hasta las 3 A.M. En total fueron solo 4 sirvientes, y entre estos sirvientes, se nombró el nombre de Erron.

"El resto puede descansar." – Dijo Mariana para luego dar un sorbo a su café.

"Mierda." – Dijo Erron en voz baja, pero Anna lo escucho decirlo.

"No te preocupes, casi no harás nada en la noche más que mantener el fuego de la chimenea de los aposentos encendido, estar aun lado de los aposentos personales, o preparar algún refrigerio de media noche.... O ser el refrigerio en el peor de los casos." – Explicaba Anna, alguien que ya sabía lo que decía.

"Como te entretienes siendo guardia?" – Pregunto Erron.

"Leyendo libros, Lady Dimimtrescu nos permite tomar prestados los libros de la biblioteca o a veces platicando entre nosotras." – dijo Anna.


"Bueno ya veremos como resulta todo esto." – Dijo Erron, aceptando que haría de guardia de sirviente. A Erron non le molestaba el hecho de ser guardia. Siendo un mercenario, los clientes solicitaban que alguien de confianza les cuidase las espaldas, sobre todo durante el sueño.


"Mi señora, aquí está el paquete que trajo Duke." – Dijo la sirvienta mayor Mariana, mientras daba una reverencia y al mismo tiempo sujetaba una caja pequeña de color azul.

"Muy bien." – Dijo la Lady del castillo, mirando hacia su ventana, observando como la luna subía poco a poco, ignorando a la sirvienta. - "Pon esa caja en el escritorio."

"SI mi Lady." – Dijo servilmente la sirvienta.

Mariana camino hasta la mesa de noche, puso la caja ahí y luego procedió a despedirse.

"Si no necesita algo más, me retiro mi Lady." – Dijo la sirvienta mientras hacia una reverencia.

"De echo si, tengo una pregunta Mariana."- Dijo Lady Dimitrescu mientras todavía observaba la luna – "Dime, ¿quiénes serán los sirvientes guardias de esta noche?"

"Seremos yo, y otras 3 muchachas: Martha, Danna y Lucy." – Explico Mariana.

"Reemplaza a una de las chicas por el hombre-cosa." – Dijo Lady Dimitrescu.

Esta era una orden extraña, pero como era la orden de su señora, simplemente la obedeció.

"Por supuesto mi Lady."- Dijo Mariana.

Después de unas últimas cortesías, Mariana dejo a su señora en la habitación.

Lady Dimitrescu estuvo viendo la luna, en silencio. En su mente pasaron varios recuerdos, algunos de hace 1 semana hasta algunos de hace 100 años, sin embargo, en su mente, había un recuerdo que no puede eliminar, uno muy íntimo y de gran carga emocional.

"Elizabeth... Elizabeth... Ojalá estuvieras aquí para verlo." – Se dijo ella así misma mientras miraba la luna, recordando...

Recordando....

La Dama y el Forajido (Erron Black x Lady Dimitrescu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora